Nepal es uno de esos países de los que poco se sabe y que vive rodeada de misterios. Ubicado en el Himalaya se encuentra rodeado por la República Popular China y en el sur por la India. De todas las regiones y pueblos, uno de los más enigmáticos es Kulung, debido a que al residir en áreas montañosas, carecen de infraestructura y servicios básicos, desde caminos asfaltados a electricidad o agua potable.
Una de las montañas de la zona posee un manjar oculto y acceder a él es una trabajo de vida o muerte: la miel alucinógena del Himalaya se encuentra a 91 metros de altura en los acantilados.
Recolectar este tesoro no es sencillo. Primero se debe ubicar a las colmenas, que cuelgan mirando al vacío, y luego ascender mediante una añeja escalera de bambú, que se mueve al compás de los vientos.
Un equipo de National Geographic viajó a esta zona para realizar el documental The Last Honey Hunter (El último cazador de miel), que se estrenará en 2018. La historia relata la travesía de Mauli, un anciano oriundo de Kulung, que es el último hombre en realizar esta tarea.
Mauli es el heredero de un arte milenario, una tradición que está a punto de morir, ya que los más jóvenes del lugar no desean correr riesgos o, mucho de ellos, directamente se mudan a otro lugar en búsqueda de oportunidades laborales.
"En cualquier momento, cuando te sentías un poco abrumado, solo tenías que mirar a Mauli, el recolector de miel y el anciano de Kulung sin arnés y sin traje de protección contra las abejas", dijo Renan Ozturk, el fotógrafo del equipo, quien acompañó el ascenso del anciano con la seguridad que da un arnés.
Las abejas generan diferente tipo de miel, aunque hay una en especial que atrae tanto a locales como visitantes. Este néctar rojo, de consistencia viscosa, surge a partir de las toxinas que poseen algunas flores de las zonas.
Sus efectos son inmediatos y muy potentes. Mark Synnot, uno de los realizadores del film, explicó que 15 minutos después de comer "dos cucharaditas" sintió "un efecto similar al de una marihuana potente".
Consumir la miel psicotrópica puede ser una experiencia difícil. Los locales aseguran que tras ingerirla el organismo se purga a través del vómito o yendo al baño de manera urgente y que recién a partir de allí comienzan los verdaderos afectos.
"Después de la purga alternas entre la luz y la oscuridad, puedes ver y después no ver. No puedes moverte, pero sigues completamente lúcido", recordó Synott. El efecto puede prolongarse por todo un día.
Pero la miel no se utiliza para obtener efectos psicotrópicos, sino que tiene funciones medicinales. Los locales utilizan pequeñas dosis a modo de antiséptico, como también para aliviar diferentes dolencia y, claro, como toda miel, como antitusivo.
Como no hay una industria ni parecido, solo puede conseguirse en el mercado informal, donde su precio que oscila entre los 50 y los 70 euros los 450 gramos.
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