La cultura asiática parece ser a primera vista totalmente diferente y excéntrica. Pero, en definitiva, cuando se habla en términos de fiesta, boliche y alcohol, todos buscan lo mismo, no importa de qué lugar del mundo se hable. La principal zona de fiesta de la ciudad de Beijing se llama Sanlitun, ubicada al noroeste de la ciudad, cerca de los locales de ropa de primeras marcas y firmas del mundo y cientos de restaurantes con comida típica.
Por las noches todas las personas se encuentran en la calle a las afueras de los pubs, todos con espectáculos diferentes y para todo tipo de público. Algunos de los shows que ofrecen estos bares hacen karaoke, uno de los favoritos de la cultura asiática. También se destaca el pole dance con bailarinas profesionales y escenarios con escenografías imponentes que impactan la mirada.
Para decidir qué bar o pub es el ideal para pasar una noche divertida, caminando por la calle se puede apreciar a través del vidrio qué espectáculo ofrece cada lugar.
Generalmente la visita a Sanlitun es solamente la 'previa' de las salidas de la noche asiática y con el 'tuc tuc' a cinco minutos de distancia te trasladan a las inmensas manzanas llenas de boliches elegantes en los típicos coches para llevar turistas, que son motos con cajas donde el precio se regatea con los conductores.
Valentina Salezzi, la reconocida influencer de moda y viajes, estuvo en la ciudad y contó a Infobae sobre su experiencia en la noche de Beijing, dónde fue y qué shows presenció.
"Recorrimos varios pubs y bares por fuera y la mayoría contaba con karaokes. Entramos a uno que tenía un show de tres cantantes con una chica bailando en el caño, y entré ahí porque me pareció interesante y no había nadie viéndolos", comentó Valentina entre risas.
Pero no todo fue positivo en esa salida nocturna ya que en ningún bar de la zona se podía pagar en tarjeta extranjera o en dólares; solamente aceptaban efectivo. En los boliches, la entrada tiene el valor aproximado de 100 dolares.
Otro problema fue la comunicación. "Es casi imposible ya que nadie habla inglés. Llegar a la manzana de los boliches fue muy complicado y lo peor que puede pasar es quedarse sin dinero en efectivo de su moneda: no aceptan tarjeta ni dolares en ningún lado. Lo mejor es llegar al país y cambiar inmediatamente los dólares por yuan", aconsejó Salezzi.
Los precios varían según el trago o bebida que se quiera consumir: una cerveza o un cocktail pueden costar entre 200 y 250 yuan, un equivalente a 30 y 40 dólares y los shots de jagermeister o tequila, 300 yuan, 50 dólares.
Los precios no son baratos, y llegar a un bar o disco de noche es toda una aventura, pero la experiencia sin dudas vale la pena, y es un recuerdo que nunca más se borrará.
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