Punta del Este genera un imaginario y mística propios dependiendo de los intereses de quien la visita : jet set, vacaciones de famosos, yates, vida nocturna, grandes hoteles, desfiles y casinos. Pero también familia, naturaleza, tranquilidad y playas apartadas para quienes deseen disfrutar de su costado más natural y armonioso.
Probablemente los pobladores de Villa Ituzaingó, fundada por el entonces flamante alcalde de Maldonado Don Francisco Aguilar en 1829, no imaginaron jamás que esa desolada península perdida entre las dunas se convertiría en lo que es hoy. Las pocas familias que habitaban ese paraje se dedicaban al trabajo en saladeros de carne y la ganadería, actividades iniciadas en la zona por Aguilar, que antes de llegar a intendente se destacaba como un poderoso empresario dueño de una de las flotas de embarcaciones comerciales más importantes del momento.
También sería difícil de imaginar, para quienes hoy visitan todos los veranos e inviernos su querida Punta del Este, que los hermanos Samuel y Alejandro Lafone compraron la totalidad de la península y la famosa Isla de Gorriti por un total de 6000 pesos uruguayos en 1843.
Los Lafone, que también vivían de los saladeros, la pesca y la faena de lobos marinos, introdujeron los primeros dromedarios en la zona, ya que para llegar de Villa Ituzaingó a Maldonado se debían atravesar las imponentes dunas características de esa zona. Claro, las rutas pavimentadas llegaron varias décadas después.
El faro del Este
A partir de 1860 el pequeño y adusto poblado comenzó a crecer exponencialmente, entre otras razones, gracias a la influencia de su faro. En 1889 también se fundó el primer hotel y turistas de otras partes del Uruguay comenzaron a verlo como un destino turístico atractivo. 1907 fue un año fundacional: Villa Ituzaingó pasó a llamarse oficialmente Punta del Este por un decreto promulgado el 5 de julio. Ese mismo año arribó un barco a vapor repleto de turistas argentinos, por primera vez. "La Brighton de América del Sur" como se atrevieron a definir algunos.
Poco después llegaron nuevos actores y avances: napas de agua potable, la electricidad, el Yatch Club, el primer taxímetro y en 1951 el Festival de Cine de Punta del Este, que contó con estrenos históricos como Rashomon de Akira Kurosawa y Juventud Divino Tesoro de Ingmar Bergman.
Otro de los iconos de Punta del Este es Casapueblo, camino a Punta Ballena, obra que inició en 1958 el muralista, artista y escultor uruguayo Carlos Páez Vilaró, que da cuenta del esplendor cultural que marcó a la ciudad durante la década de los 50. El mismo la definió como "Una escultura viviente".
Pero el gran boom de la ciudad se inició en la década de los 80, cuando comenzaron a hacerse las grandes inversiones inmobiliarias y hoteleras que hoy caracterizan a "Punta" y que aumentan aproximadamente en 280.000 metros cuadrados por año. El crecimiento en la construcción es sostenido desde entonces y el precio del metro cuadrado puede alcanzar hasta los 8.000 dólares en las zonas más exclusivas de la ciudad.
En temporada
Punta del Este hoy tiene una población fija de aproximadamente 12.000 habitantes. Pero durante la temporada de verano este número aumenta en 450.000 personas, a causa de un caudal compuesto principalmente de turistas brasileños, argentinos y uruguayos.
La ciudad, especialmente durante la temporada estival, se convierte en un verdadero polo turístico donde abundan las ofertas gastronómicas, culturales, la posibilidad de descanso y también de consumo, con una gran presencia de marcas internacionales de alta costura, diseño y tecnología.
La celebración
Sobran motivos entonces para que el hotel Enjoy Punta del Este, fundado en 1997 y que hoy se encarga entre otros del histórico Conrad Casino, organice su propio festejo el 29 de julio.
Del evento participaron personalidades reconocidas de la cultura, los medios y el diseño de Brasil, Argentina y Uruguay. En un acto honorífico, también se distinguieron como "Embajadores de Punta del Este" al conductor brasileño Amaury Jr. y a la periodista Victoria Rodríguez.
Otro de los anuncios destacados durante el festejo tuvo que ver con la recuperación de una obra que Carlos Páez Vilaró pintó en el mismo resort en 1997. Esta cuenta la historia de la localidad de Maldonado y será exhibida de manera permanente en el lobby del hotel.
De esta forma Punta del Este celebró un aniversario más desde el día en que obtuvo su nombre de manera oficial. Con cada año que pasa, la ciudad se afianza un poco más como uno de los polos turísticos más importantes de la región, con un lugar especial en la memoria y el afecto de cientos de miles de argentinos que la eligen cada año.