Desde Iguazú hasta Ushuaia y la Antártida; desde la Patagonia a La Quiaca o desde la Península de Valdez hasta los maravillosos Andes. Extensas playas para los meses cálidos y centros de esquí en invierno. Estos son tan sólo algunos ejemplos del rico patrimonio natural turístico con el que fue bendecida la Argentina. Y, sin embargo, el turismo receptivo del país no es tan alto como debería. Y hay una explicación.
Según Luis Eduardo Outeiral, co-fundador y director de HagamosDestino.com, FunFitter.com, FALA.Travel y Explora.Foundation, Australia, país con varias similitudes, también heredó formidables recursos turísticos y aunque no tan variados, supo explotarlos mejor.
"En 2016, el turismo receptivo en Australia creció 11% en cantidad de visitantes internacionales y el mismo porcentaje en ingresos, llegando a 38,8 mil millones de dólares que dejaron los turistas internacionales en los 12 meses finalizados en septiembre de 2016. En Argentina, según el Diagnóstico de la Actividad Turística, publicado por el Ministerio de Turismo, las cifras a diciembre de 2015 dejan una increíble comparación, fácil de recordar, ya que a un dólar de $16, equivale 3,87 mil millones de dólares, es decir 10 veces menor que lo que dejan los extranjeros en Australia", aseguró el experto.
Outeiral, que también se destaca como consultor en Marketing de Turismo en 360 S.A. y MarkTur.Travel, afirmó que "teniendo en cuenta que los visitantes de países no limítrofes gastan en promedio menos de la mitad en Argentina que en Australia, no quedan dudas de que tenemos que poner en valor nuestros recursos turísticos, mejorando la comunicación y reposicionándonos".
Hacer marketing para posicionar un país no es fácil, pero lo más importante es la consistencia de la comunicación. "En 2014, en una de las ediciones de la gigante exposición de turismo, World Travel Market, el stand de Chile estaba diseñado para atraer y llevar todos los sentidos alineados hacia una imagen de naturaleza, vida y alegría. Había cola de profesionales y turistas para escuchar charlas y degustar exquisitas comidas y espectaculares vinos. A unos metros, en dos enormes stands de Argentina, de fría melamina gris, sin expresión y con una imagen alejadísima de lo que somos, se ofrecía para beber sólamente bebida cola con azúcar (de una reconocida marca internacional) y para comer, chizitos, maní y marshmallows. Obviamente, durante toda la feria, el stand de Chile tuvo varias veces más público que los dos stands de Argentina y no cabe duda de que Chile sumó más a su excelente posicionamiento".
Lo ideal es desarrollar un posicionamiento de alta calidad, con una imagen de experiencias turísticas Premium, personalizables, aspiracionales, que apunten a turistas de alto poder adquisitivo, reveló Outeiral. Esto atrae a los turistas que más gastan y también a los de menos recursos que buscarán opciones para su bolsillo. Al posicionar un destino como Premium, si la geografía es generosa, como la de la Argentina, y el Estado acompaña, reproducirán muy fácilmente réplicas de menor calidad y menor precio, apuntando a turistas que gastan menos, pero que son más.
Outeiral, entonces, hace énfasis en el desarrollo de experiencias turísticas con valor agregado. "Argentina tiene todo para posicionarse como destino de alto valor, con variedad de servicios Premium. Esto no excluye que haya opciones para todos". También habría que potenciar a los empresarios y potenciales emprendedores locales, fomentando la tecnología y el desarrollo de aplicaciones turísticas, para posicionar la Argentina moderna generando empleos del futuro.
"Las ventas de casi todo se concretan cada vez más por Internet. Argentina genera cientos de miles de visitas a sus páginas web de turismo, pero un porcentaje exageradamente alto no pasa de usuarios de internet a ser turistas. Es decir, Argentina no logra convertir prospectos en clientes. Podemos decir que las campañas en Internet sin conversión son como trenes con mercadería valiosa que no paran en ninguna estación", describe.
Por otro lado, advierte que hay que perfeccionar el marketing online para aumentar la cantidad de visitas online y convertirlos en turistas. Esto implica trabajar sobre los sitios nacionales y regionales, en combinación con los privados.
Según el Informe "El Futuro del Turismo" de Kantar Futures USA, publicado en 2016, el común denominador de los clientes afluentes es y será cada vez más, la demanda de mayor personalización. "El informe destaca que los turistas afluentes prefieren un itinerario personalizado a un paquete; viajarían más si tuvieran servicio más personalizado; quieren viajes que reflejen su personalidad y gustos y opinan que Internet y la tecnología se usarán cada vez más pero no reemplazarán el imprescindible toque humano en la personalización de experiencias turísticas", aseveró.
"Argentina posee excelentes recursos humanos. Hay que capacitar en técnicas de personalización de itinerarios turísticos, fomentando el diseño y promoción de nuevas experiencias, más flexibles y adaptadas a los nuevos turistas, para re-posicionar a la Argentina potenciando su geografía, con un sutil foco en la gente".
Argentina tiene mucho para ofrecer. En todos sus años de trabajo en la industria del turismo, Outeiral se reunió con turistas afluentes que han viajado por todo el mundo, luego de haber disfrutado de las experiencias más increíbles en algunos de los lugares más bellos de la Argentina: Patagonia, Iguazú, Mendoza, Salta, Buenos Aires… Y siempre les hace la misma pregunta: "¿Qué fue lo que más disfrutaron de la Argentina?". Y la respuesta con la que siempre se encuentra es: "Lo que más disfruté de la Argentina es la gente".
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