Cómo el turismo podría destruir Venecia

La cantidad de viajeros que arriban a “La Serenissima” pone en peligro el futuro de la ciudad. Además, el éxodo de sus residentes que escapan de la masa turística pone en jaque su integridad cultural. Por qué es imprescindible protegerla

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El turismo podría ser el factor que ponga más en peligro a Venecia (iStock)
El turismo podría ser el factor que ponga más en peligro a Venecia (iStock)

Venecia, esa ciudad de canales, puentes y callecitas que se prestan para perderse y encontrar maravillas ocultas de la gran masa que inunda sus orillas continuamente, es una maravilla terrenal. Los leones custodian la capital de la región véneta y son parte de la identidad de una de las ciudades más mágicas del mundo. La Piazza San Marco, la Torre dell'Orologio, el Puente de los Suspiros y el Palazzo Ducale son tan sólo algunos de los grandes atractivos de esta ciudad, que una vez fue el centro comercial más importante del planeta.

Se habla de las inundaciones como una de las mayores amenazas para Venecia. Y, aunque muy latente, el turismo, y la gran cantidad de viajeros que desembarcan en La Serenissima día tras día, podría ser el factor que ponga más en peligro a este invaluable Patrimonio de la Humanidad. Tsunamis de personas arriban de manera continua -muchos en cruceros gigantes que producen una contaminación visual inaudita- mientras que los propios residentes son forzados a irse debido a los precios cada vez más altos.

Este fenómeno es estudiado en profundidad por el investigador e historiador italiano Salvatore Settis en su nuevo libro Si Venecia muere. Como un grito de alarma para que el mundo -y principalmente el gobierno veneciano- tome conciencia, Settis explica que salvar a Venecia es de suma importancia a nivel histórico y cultural. Pero, ¿cómo proteger uno de los lugares más turísticos del planeta?

Otra de las grandes amenazas son los gigantescos cruceros que invaden Venecia, en especial durante el verano (iStock)
Otra de las grandes amenazas son los gigantescos cruceros que invaden Venecia, en especial durante el verano (iStock)

Según el historiador, limitar la cantidad de personas que puedan entrar por día no es la solución: "El hecho de que muchos turistas estén dispuestos a venir a Venecia es positivo. Estoy en contra de cualquier sistema en el que la cantidad de tickets para acceder sea limitado. El momento en el que uno tenga que pagar para entrar en una ciudad si no es ciudadano, Venecia se convertiría en un parque de diversiones. Y eso es precisamente lo que no debe ocurrir".

En una entrevista con National Geographic, Settis advirtió también sobre la cantidad de residentes que abandonan "la ciudad de la laguna" porque ya no pueden costear vivir en un lugar tan caro. "Un promedio de 2,6 ciudadanos abandona la ciudad por día. Venecia tiene en este momento 54 mil habitantes, lo que representa una pérdida de 120 mil personas en los últimos 50 años", aseguró. Los jóvenes no tienen el poder adquisitivo suficiente para permanecer allí, por lo que se mudan a ciudades cercanas.

Otra de las grandes amenazas son los gigantescos cruceros que invaden Venecia, en especial durante el verano. "Una de las razones por las que yo estoy en contra de que estos barcos atraquen tan cerca de Venecia es que se apiñan en la laguna tan cerca de los monumentos históricos más famosos de la ciudad que tarde o temprano terminarán dañando la historia del lugar. Ya perturban la armonía estética de la ciudad. Algunos cruceros son el doble de altos que el Palacio Ducal y el doble de largos que la Plaza de San Marcos", manifestó el experto.

Según el historiador, limitar la cantidad de personas que puedan entrar por día no es la solución (iStock)
Según el historiador, limitar la cantidad de personas que puedan entrar por día no es la solución (iStock)

Además, las aguas de Venecia también fueron contaminadas de manera exponencial debido a la cantidad de basura que descargan estos barcos. Luego del desastre del Costa Concordia, el gobierno italiano decidió limitar la distancia a la que tienen que estar los cruceros de la costa a un poco menos de 5 kilómetros. La única excepción es Venecia, aseguró Settis, quien explicó que en Venecia se puede amarrar mucho más cerca de la orilla.

Sólo en Estados Unidos hay 6 ciudades llamadas Venecia. Hay réplicas en todo el mundo, desde Dubái hasta China. Y a no olvidarse de la célebre copia de Las Vegas. Hoy ya no posee una importancia ni política ni comercial, pero su valor histórico y cultural no tiene comparación. La obsesión que causa este lugar, tan mágico y especial, puede observarse en el sinfín de apariciones y protagonismo en la cultura popular. Y lo cierto es que un viaje a Europa no está completo sin una visita a Venecia.

"Es importante que Venecia no muera. Es muy importante para que la dejemos decaer", recalcó el autor. "Venecia debe preservarse no sólo para los venecianos, sino para toda la humanidad. Mantener algunas ciudades históricas con su fisonomía original es de una relevancia crítica. En 200 años, nada les dará una mejor idea a los jóvenes de cómo funcionaba el mundo tiempo atrás".

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