Turismo olímpico: 10 imperdibles de Río de Janeiro

Los mejores atractivos cariocas para conocer y disfrutar de una estadía inigualable en la ciudad brasileña durante los Juegos

Cuáles son los diez imperdibles de Río 2016 (Shutterstock)

Más allá de todas las dudas respecto de los múltiples problemas que afronta Río de Janeiro para organizar unos Juegos Olímpicos, los que puedan viajar para presenciar algunas de las pruebas, no pueden dejar de aprovechar esta verdadera "ciudad maravillosa", bendecida por la naturaleza, por el clima y por una cadencia cultural que la hacen única. Aquí, diez imperdibles para acoplar un viaje increíble con los Juegos:

Pan de Azúcar

Las vistas de la ciudad desde el Pan de Azúcar son verdaderamente increíbles (Shutterstock)

Se trata de uno de los lugares más bonitos de Río, seguro y con vistas increíbles. Es excelente para ver la puesta del sol y para comer en alguno de sus restaurantes o visitar algunos de los muy pintorescos barcitos que hay en las diferentes terrazas. Las vistas de la ciudad son verdaderamente increíbles. El tiempo lo dispone cada uno, pero un par de horas son suficientes para un paseo agradable. La cámara o el teléfono son esenciales para llevarse postales de recuerdo.

De Copacabana se llega caminando hasta la entrada del teleférico. Cuesta 76 reales adultos y 38 reales para los chicos de hasta 12 años. Desde Copacabana un taxi sale 15 reales.

El Trail de Claudio Coutinho

Este camino es un sitio muy especial, como sólo hay en Río de Janeiro (Shutterstock)

Es otra opción para visitar el Pan de Azúcar, mucho más deportiva y natural. Son unos treinta minutos de subida (unos 4 kilómetros de ida y vuelta) en su gran mayoría escalones de troncos. Hay que estar en forma pero no es difícil recorrerlo. La entrada es gratis y así se evita pagar los 20 reales del teleférico para tener la vista increíble del mar y la selva.

Es un sitio muy especial, como sólo hay en Río de Janeiro. El trail es seguro y se ven paisajes magníficos: el mar y un abanico de islas. Es muy común ver monos cruzarse en la llamada Floresta Atlántica. Hay un restaurante llamado del Club Militar con buena comida y excelente cerveza helada. El camino conjuga la típica belleza exótica de la selva tropical, es un contacto con la naturaleza sublime; una manera de ver Río de su más excelsa exuberancia. Es increíble la vista de la arena rojiza de Praia Vermelha, que rápidamente permite saber de dónde le viene el nombre.

Barrio de Urca

El Barrio de Urca es poco visitado por los turistas (Shutterstock)

Es un barrio muy pintoresco y un paseo obligado y de fácil acceso. Es el lugar desde donde se toma el elevador para ir al Pan de Azúcar. Se puede caminar por la costanera y apreciar una vista espectacular, y es muy recomendable el restaurante que está en la punta de la playa, que tiene un horizonte brillante y está lleno de cariocas, como para meterse un poco en la cultura local de la ciudad.

Aunque parezca mentira, el Barrio de Urca es poco visitado por los turistas y sin embargo debería ser un must de la ciudad para llevarse una postal completa de su vida y su idiosincrasia. Caminar en Urca es algo que no se pueden perder: casas hermosas, caminos angostos, y playas pequeñas, que rematan con la imperdible Vermelha.

Cristo Redentor

Mide 30 metros de altura y está acompañado por una capilla muy linda (Shutterstock)

El Cristo Redentor es un tema. ¿Quién no iría estando en Río? Pero el acceso no es fácil, los servicios y el trencito de ascenso no son todo lo eficientes que deberían y está lleno de gente. Cuando se llega a la plataforma hay ascensores y escaleras mecánicas que llegan hasta la cima, pero algunas veces la cantidad de gente supera su prestación. Los que están en forma pueden tomar el desafío del ascenso en trekking desde la laguna de Ipanema. Y desde ya están las escaleras de piedra. Aun así, ese paisaje de ascenso es imperdible.

La vista es espectacular: se puede ver la costa, el Maracaná y los morros. La figura del Cristo en sí es imponente. Mide 30 metros de altura y está acompañado por una capilla muy linda, sobrecogedora. Al llegar a la cima y ver el Cristo con los brazos extendidos y el paisaje que los rodea, solo queda rezar y agradecer.

Playa de Ipanema

Ipanema es tranquila pero animada al mismo tiempo (Shutterstock)

La playa a la que Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes le cantaron a aquella escultural niña perfecta: "La Chica de Ipanema". Se puede llegar caminando desde Copacabana. Al comenzar la playa hay un parque por donde entran la mayoría de los turistas.

Como playa es más bonita que Copacabana. Si bien es más angosta, la vista que tiene hacia Leblon con el morro Dos Irmaos al fondo es increíble. El agua también es muy linda aunque súper revuelta, con olas grandes y una temperatura ideal. Ipanema es tranquila pero animada al mismo tiempo. Ideal para la familia y los amigos. Para recorrer a pie con la espuma del mar entre los dedos.

El Maracaná

El Maracaná tiene un museo con algunos objetos muy especiales (Shutterstock)

Para los fanáticos del fútbol es un lugar imperdible. El estadio es enorme e imponente. El Maracaná tiene un museo con algunos de los objetos más importantes y referentes de situaciones que se llevaron a cabo en ese lugar. La visita permite recorrer todo el estadio en su interior e incluso salir a los laterales del campo de juego, y subir por las plateas.
Luego de la renovación por el Mundial 2014, ahora también será escenario del fútbol de los juegos y, en esa misma medida, se le agregaron algunos trabajos de mantenimiento. Eso sí el barrio en donde está no es de lo mejor de Río.

Floresta Nacional de Tijuca

La Floresta de Tijuca es la mayor selva urbana del mundo y se respira naturaleza (Shutterstock)

La Floresta de Tijuca es la mayor selva urbana del mundo y se respira naturaleza. Allí mismo está el Corcovado con su Cristo Redentor, ícono de Río de Janeiro. Se puede participar de tours guiados o armar una excursión propia en auto. Son casi 4000 hectáreas de forestación natural y completada por la mano del hombre. Es muy común ver monos, coatíes, lagartos, pájaros y mariposas. Hay saltos de agua magníficos e hitos históricos. Es ideal para los amantes de la fotografía por la vista hacia la ciudad y hacia el Cristo.

Copacabana

Durante los próximos días se la verá muy modificada por estructuras para los Juegos. (Shutterstock)

Copacabana es inolvidable, bien carioca. Es la más turística de la ciudad. Caminar Copacabana puede tomar 45 minutos. Vale la pena recorrerla en toda su extensión (con precaución -preferentemente en grupos grandes-, puesto que es una zona muy insegura), para encontrar los lugares más representativos de la ciudad. Se puede ir parando para comer algo en los barcitos o tomar cerveza.

Obviamente los adoradores del sol están a la orden del día. Con sus trajes de baño mínimos en mujeres y hombres de todas las edades. La playa está llena de redes de vóley aunque lo que se juega mayormente es el fútbol-vóley o el fútbol-tenis, en el que los brasileños son inigualables y muchos sostienen que es donde aprenden a pegarle a la pelota desde chicos. Durante los próximos días se la verá muy modificada por estructuras para los Juegos.

Praia do Barra

Si hay algo contrastante con Copacabana en materia de playas es Barra (Shutterstock)

Si hay algo contrastante con Copacabana en materia de playas es Barra. Algo alejadas del centro y cerca de Sao Corrado es linda, tranquila y seguro. Hay mucha menos gente, casi sin vendedores, buenos baños, y unos bolichitos mucho más "cool" que los pintorescos pero algo cursis de Copacabana.

La zona es mucho más segura que las playas del centro y el ambiente es más refinado y familiar. El barrio es en su gran mayoría un diseño del arquitecto Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho, más conocido, obviamente, por Oscar Niemeyer. Para los que quieran tranquilidad, cierto nivel y alquilen auto, no hay dudas de que es uno de los mejores lugares de Río.

Morro Dois Irmaos

Al lugar se accede por caminos de selva (Shutterstock)

Imperdibles los atardeceres en el Morro Dois Irmaos, sentados en un bar de la playa escuchando música, tomando unas caipirinhas. Al lugar se accede por caminos de selva y tiene una vista espectacular de Ipanema y Barra que de lejos se ven hermosos. Imposible perderse un atardecer allí. Es lo más lindo de este lugar. Se aprecia a lo largo de toda la playa pero más cerca desde Leblon. Vale la pena quedarse hasta tarde solo para ver el atardecer en el morro. Algunos se animan a dormir bajo las estrellas y esperar el amanecer porque desde allí también asoma el sol rompiendo el horizonte azul del Atlántico.