Un consumado boxeador cubano da sus primeros pasos profesionales en Estados Unidos

En los últimos años, el otrora poderoso programa deportivo de Cuba ha tenido problemas para retener talentos de primer nivel

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Andy Cruz, boxeador cubano, durante una sesión de entrenamiento en un gimnasio de Filadelfia   (Todd Heisler/The New York Times)
Andy Cruz, boxeador cubano, durante una sesión de entrenamiento en un gimnasio de Filadelfia (Todd Heisler/The New York Times)

Cuando el cronómetro sonó para dar comienzo al tercer asalto, Andy Cruz acechó a Rostyslav Sabadash con un duro “jab”.

Sabadash, más alto y voluminoso, retrocedió. Cruz, un boxeador cubano que ganó la medalla de oro de peso ligero en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, le dio dos puñetazos más con la mano izquierda.

Cruz es uno de los boxeadores más exitosos que han emergido del célebre programa de boxeo de Cuba. Junto a su medalla olímpica de oro, tiene tres títulos mundiales amateur y ha ganado dos veces en los Juegos Panamericanos. Pero a mediados de mayo, Cruz llegó al noreste de Filadelfia para aprender a boxear como un profesional: tendrá su primera pelea en esa categoría en Detroit el 15 de julio, en la que enfrentará durante 10 asaltos a un rudo veterano llamado Juan Carlos Burgos.

Cruz lanzó otro par de “jabs” y luego un derechazo cruzado. El mánager de Cruz, Yolfri Sánchez, observó la sesión de entrenamiento en primera fila. Su entrenador en jefe, Derek Ennis, apodado Bozy, se sentó en el delantal. Sánchez contrató a Ennis para remplazar los hábitos de amateur que tiene Cruz con técnicas profesionales: golpear con autoridad, mantenerse dentro del alcance, atrapar y contrarrestar golpes.

Otro derechazo de Cruz inició un acalorado intercambio de golpes, así que Ennis tuvo que frenar a la nueva estrella de su gimnasio.

Andy Cruz entrena (Todd Heisler/The New York Times)
Andy Cruz entrena (Todd Heisler/The New York Times)

“Eso no es lo que quieres hacer”, dijo Ennis. “Cuando alguien es más grande que tú, no te quedas ahí a intercambiar golpes con él. Sé inteligente.”

La inteligencia pugilística de Cruz, junto con su velocidad y sincronización, lo ayudaron a convertirse en el boxeador que muchos observadores consideran el mejor cubano de su generación. Una discordia con la Federación Cubana de Boxeo lo llevó a abandonar el país el año pasado, lo que convirtió a Cruz en el agente libre más polémico del boxeo y su prospecto más intrigante.

En mayo, Cruz firmó un contrato de tres años con Matchroom Boxing que le garantizará un pago de siete cifras, y los patrocinadores de Cruz creen que para el próximo verano el boxeador dominará la división de peso ligero, una que es rica en talentos. Pero el éxito profesional dependerá de qué tan bien se adapte Cruz, tanto a su nuevo país como a una nueva versión de un deporte familiar.

Derek Ennis (apodado Bozy), observa a Andy Cruz a través de las cuerdas (Todd Heisler/The New York Times)
Derek Ennis (apodado Bozy), observa a Andy Cruz a través de las cuerdas (Todd Heisler/The New York Times)

“El entrenamiento está bien, pero necesito pelear”, dijo en español después de la sesión de entrenamiento. “Estoy impaciente. Estoy ansioso. Me gusta trabajar bajo presión. Ahí es cuando sacas lo mejor de mí”.

Cruz habla poco inglés y Ennis habla todavía menos español. Sánchez traduce, al igual que sus teléfonos inteligentes. Pero Cruz domina el pugilismo. La base de datos de boxeo BoxRec le atribuye 140 victorias amateur. Acató sin titubear el consejo de Ennis.

Pivote. Golpe de derecha cruzado. “Uppercut”.

Conectó ambos golpes.

“¡Eso es!”, gritó Sánchez en español.

Cruz llamó la atención por primera vez en los Estados Unidos en julio de 2021, cuando bailó en el cuadrilátero para celebrar su medalla olímpica de oro mientras el medallista de plata, Keyshawn Davis de los Estados Unidos, se paraba frente a una cámara de televisión. El rapero Snoop Dogg y el comediante Kevin Hart parodiaron el momento para reírse en un videoclip que fue visto ampliamente, pero los aficionados al boxeo se centraron en el resultado.

Davis era un aficionado muy calificado y actualmente es un prospecto de peso ligero en rápido ascenso, y Cruz lo había superado, y no era la primera vez. Cruz tiene marca de 4-0 contra Davis.

Andy Cruz es una de las promesas del boxeo cubano (Todd Heisler/The New York Times)
Andy Cruz es una de las promesas del boxeo cubano (Todd Heisler/The New York Times)

“Nunca había visto algo así”, dijo Eddie Hearn, presidente de Matchroom Sport. “Sé que suena cursi, pero fue como ver a un artista dibujar una pintura. Estaba hipnotizado por la facilidad con la que venció a los mejores aficionados del mundo. De verdad nunca pensé que lo ficharía porque en realidad no esperas que los boxeadores cubanos se conviertan en profesionales”.

Estaba programado que Cruz debutara profesionalmente en mayo de 2022, bajo una asociación novedosa entre la Federación Cubana de Boxeo y Golden Ring Promotions, con sede en México. Los boxeadores cubanos podrían ascender en los rankings profesionales y la federación recibiría una parte de sus pagos. Los boxeadores seguirían siendo elegibles para competencias internacionales.

El acuerdo estaba destinado a exhibir a todo el equipo cubano, pero Cruz fue el cabeza de cartel. Un video que promociona su participación programada permanece en la página de YouTube de Golden Ring.

Pero el día antes de que la delegación cubana viajara a México, Cruz fue eliminado del equipo. En algunos relatos, los funcionarios citaron una mala actitud y malos hábitos de práctica. Pero Cruz dijo que la medida había sido preventiva, una decisión de los funcionarios que temían que abandonara el equipo en México.

En los últimos años, el otrora poderoso programa deportivo de Cuba ha tenido problemas para retener talentos de primer nivel, con algunos atletas que abandonan equipos nacionales durante viajes al extranjero y otros que huyen del país por completo. Varios atletas de talla mundial se encontraban entre los más de un cuarto de millón de cubanos que emigraron a Estados Unidos el año pasado.

Cruz pasó las últimas cuatro rondas de su sesión de entrenamiento educando a un aspirante local llamado Ángel Pizarro. Cruz es más delgado, más fuerte y pesa 10 libras menos que cuando salió de Cuba. Después de conectar un fuerte “jab” y un fuerte derechazo, Pizarro sonrió y asintió para reconocer la nueva fuerza de Cruz.

“¡Es un matón!”, gritó Pizarro a la multitud alrededor del cuadrilátero.

Hearn dijo que Cruz ya estaba preparado para derrotar a la élite de la división de peso ligero, entre ellos Gervonta Davis, el popular artista del nocaut; Shakur Stevenson, subcampeón olímpico de 2016; y Devin Haney, el campeón indiscutible. Un futuro enfrentamiento con Keyshawn Davis es natural: los dos se han criticado en las redes sociales desde la primavera pasada.

Pero el primero en llegar es Burgos, un curtido boxeador cuyo récord de 35-7-3 e incluye derrotas por decisión ante Haney y Keyshawn Davis y que determinará si Cruz entra o no al ruedo profesional.

Aunque la mayoría de los debuts profesionales están programados para cuatro o seis asaltos, la pelea de Cruz contra Burgos está pactada para 10. La duración de la pelea es evidencia de que los promotores y reguladores ya consideran a Cruz como un veterano.

Y es una señal que después de varios comienzos en falso, Cruz cree que puede llegar rápidamente a la cima del boxeo profesional.

“Quiero ganar todas mis peleas, ganar todos los cinturones”, dijo Cruz. “Quiero hacer lo que hice en el boxeo amateur. Tuve una gran carrera y creo que puedo repetirla”.

© The New York Times 2023

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