La necesidad de trabajo formal es un problema en todos los sectores de la población, pero entre los jóvenes y, especialmente, los de sectores más vulnerables, se hace especialmente acuciante. Y muchas veces, en contrapartida, las empresas necesitan mano de obra, pero no tienen forma de atraer al personal con las habilidades necesarias como para llegar a ellos. Para mediar entre una necesidad y otra es que nació, en 2013, la Fundación Empujar —Empresas Unidas por Jóvenes de Argentina—, una organización sin fines de lucro creada por empresarios con el objetivo es capacitar y brindar herramientas de manera gratuita para que chicas y chicos de entre 18 y 24 años de contextos postergados logren entrenar y potenciar habilidades para su futura inserción laboral.
En la tarea de esta organización, es fundamental, no solo el rol de las empresas que se interesan por contratar jóvenes surgidos de las capacitaciones de la Fundación, sino también el trabajo de los voluntarios que donan su tiempo para transmitir conocimientos a los chicos y chicas que se acercan en busca de una oportunidad. Hoy, 5 de diciembre, se conmemora el Día Internacional del Voluntariado, dispuesto por la Asamblea General de las Naciones Unidas a través de su Resolución 40/212 del 17 de diciembre de 1985.
El trabajo de la fundación
Para medir la eficacia de los planes de esta organización sin fines de lucro, la consultora Zigla realizó un informe de productividad laboral en el que reveló que el 78% de los supervisores de las empresas que contratan egresados de la Fundación Empujar, califica a los jóvenes en la media o por encima de lo que se espera para el puesto que ocupan.
El 72% de los encuestados resaltaron de los jóvenes de Empujar “su responsabilidad, predisposición y desempeño”. Los supervisores consultados pertenecen a 94 empresas diferentes, entre las cuales predominan los rubros manufactura (48%), electrónica (23%), alimentación (17%), indumentaria (17%) y comercio (15%).
Las entrevistas reflejaron lo positivo de fortalecer las habilidades socioemocionales (HSE) para obtener y conservar un empleo. “La ventaja de haber encuestado a supervisores directos es que son quienes conocen cercanamente la manera de trabajar y actitudes de los jóvenes, lo que transforma a los datos recogidos en información altamente confiable”, indicó el informe realizado por la consultora.
Por otra parte, en relación con la productividad en cada empresa donde emplearon trabajadores del programa jóvenes Empujar, se evidenció que en promedio hubo un diferencial positivo del 112% de mayor productividad en jóvenes que fueron contratados a través de la Fundación. “Esto se traduce directamente a las ganancias de las empresas”, indicó el informe. Asimismo añadió que facilitó el proceso de contratación, haciéndolo más “ágil, seguro y sostenible”.
Cuando los encuestadores pidieron precisiones sobre las características de los jóvenes contratados por su empresa, obtuvieron los siguientes testimonios: “Esteban es una persona proactiva, con excelentes relaciones interpersonales. Práctico a la hora de tomar las consignas que se le indican y desarrollar tareas de manera eficiente y con bajo nivel de supervisión”.
Otros testimonios coincidieron en señalar que los jóvenes Empujar “tienen probadas ganas de aprender, están abiertos a incorporar nuevas habilidades, están entrenados para evitar la conflictividad y poseen compromiso”. Por su parte, destacaron el cumplimiento de tareas, el clima y entusiasmo, la responsabilidad, la proactividad, las cualidades técnicas y la expresión oral y escrita.
Otro de los supervisores consultados respecto de la persona contratada dijo: “Considero a Alexis un colaborador que se ha destacado en la empresa por su polivalencia, actitud, compromiso y la excelente predisposición a las distintas tareas”. Y agregó: “Siempre está bien predispuesto y si no entiende algo lo pregunta de muy buen modo y toma nota. Tiende a validar si entendió bien una tarea y eso ayuda a prevenir malentendidos”.
La Fundación Empujar cuenta con 15 sedes, mayoritariamente en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, pero también en Mendoza, San Juan y Neuquén; más de 2.500 egresados y una red de más de 1.200 voluntarios que anualmente participan y apoyan al grupo de jóvenes y su desarrollo. La tasa de empleabilidad alcanza al 72% de los egresados. Luego de la fase de capacitación, la organización inicia un proceso de acompañamiento al grupo de egresados, ejerciendo de puente entre las empresas y sus posibles oportunidades de contratación.
En todo este proceso, la tarea de los voluntarios es fundamental porque es la que hace posible que cientos de jóvenes egresen con entusiasmo y motivación para buscar su primera experiencia laboral formal. Los voluntarios son profesionales que se suman a las distintas actividades, potenciando así el capital social de los jóvenes.
Por ejemplo, trabajan dando entrenamiento laboral, acompañando a los grupos de jóvenes en la realización de un proyecto simulado para una empresa real, dando tutorías en las áreas del proyecto como producción, administración, marketing y recursos humanos. Otros se dedican a realizar mentorías, aportando su experiencia en el proceso de capacitación armando conjuntamente el plan y estrategias para la inserción laboral. También participan en el simulacro de entrevistas o dan charlas sobre su trayectoria profesional o brindan clases sobre su expertise profesional en áreas como derecho laboral, interpretación de recibos de sueldo, herramientas digitales, actitud resiliente, tips para entrevistas laborales, cómo buscar empleo. etc. Asimismo, la Fundación busca que empresas abran sus puertas para poder recorrer diferentes áreas, para que los jóvenes conozcan sus procesos y el equipo humano que la integra.
Según su página web, Fundación Empujar tiene abierta las inscripciones 2023 de sus entrenamientos para el trabajo. Es completamente gratuito, pero las vacantes son limitadas.
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