Capacitación e hipertecnología, las llaves de éxito para los empleos del futuro

En línea con la mayor automatización de procesos en las compañías, la mitad de los trabajadores a nivel global deberá reciclarse y aprender nuevas habilidades de ahora a 2025. Por qué el Foro Económico Mundial habla de doble disrupción en el mundo laboral. Cómo capitalizar las oportunidades

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El 50% de los trabajadores a nivel global deberá reciclarse y aprender nuevas habilidades desde ahora hasta 2025, según un informe del Foro Económico Mundial (Shutterstock.com)
El 50% de los trabajadores a nivel global deberá reciclarse y aprender nuevas habilidades desde ahora hasta 2025, según un informe del Foro Económico Mundial (Shutterstock.com)

Uno de los aspectos que más preocupa a las organizaciones es cómo se podrán capitalizar las oportunidades que presenta el mercado laboral en los próximos años con el talento apropiado, las capacidades requeridas, en el momento oportuno, en el lugar adecuado. Del mismo modo, una inquietud que cada uno de nosotros como profesionales y trabajadores de la más diferentes actividades compartimos es el temor a quedar obsoletos y ser reemplazados por algún sistema inteligente. Es lo que se denomina “la angustia de los robots”.

Pero, a esta intranquilidad que ya veníamos teniendo en los últimos años, desde principios de 2020 le hemos agregado un punto adicional: el efecto COVID-19, con la aceleración de muchas de las tendencias y la eliminación de innumerable cantidad de fuentes de trabajo. Es lo que el Foro Económico Mundial – una de las instituciones que mejores y más profundas investigaciones realiza en este campo- denomina “la doble disrupción”: automatización y pandemia. Ello trae aparejado una transformación de la mayoría de los trabajos.

Y el propio informe del Foro Económico Mundial -Future of Jobs Report- destaca un dato clave: el 50% de los trabajadores a nivel global deberán reciclarse y aprender nuevas habilidades desde ahora hasta 2025, a medida que a la adopción de nuevas tecnologías se incrementa.

Otro factor a tener en cuenta es el que destacan en el informe The Future of Work After COVID-19 de McKinsey, donde se puntualiza que es probable que las actividades en áreas de desempeño con niveles más altos de proximidad física experimenten una mayor transformación después del coronavirus, lo que desencadenará efectos colaterales en otras áreas a medida que los modelos comerciales cambien en esa dirección.

El poder conectarse generativamente con lo digital y, a partir de ello, catalizar el proceso de aprendizaje, es un factor crítico de éxito (Shutterstock.com)
El poder conectarse generativamente con lo digital y, a partir de ello, catalizar el proceso de aprendizaje, es un factor crítico de éxito (Shutterstock.com)

Es importante visualizar cómo las tendencias se van haciendo realidad muy rápidamente. Según la investigación - Jobs On The Rise- publicada por LinkedIn, se generarían unos 150 millones de nuevos empleos tecnológicos en los próximos cinco años. Y es, justamente, esta revolución digital -que ya se está transformando en normalidad digital- la que genera un cambio en las trayectorias para muchos.

LinkedIn analizó las proyecciones en 15 países de diferentes continentes y concluye que las personas con sólidas habilidades digitales tendrán una ventaja significativa en el mercado laboral y puntualiza que en los próximos 10 años, deberemos volver a capacitar a más de 1000 millones de personas (1 de cada 3) para que puedan seguir estando activos.

No solo eso, para los próximos 24 meses, proyecta que cambien el 42% de las habilidades básicas necesarias para realizar los trabajos existentes y enfatizan que el mundo se enfrenta a una emergencia de reconversión.

El planteo central, que también se realizan los principales líderes mundiales, es: en un mundo de 7700 millones de personas, de las cuales 3300 millones están empleadas actualmente, mejorar las capacidades de 1000 millones de personas es el comienzo de un viaje. A la larga, todos necesitaremos mejorar nuestras habilidades de alguna forma.

El diagnóstico es claro y debemos considerar tres poblaciones:

- Los que hoy tienen trabajo, ya que muy posiblemente lo que saben en este momento no les sea suficiente para los desafíos futuros.

- Los que hoy se encuentran en el proceso de transición o a la búsqueda de nuevas oportunidades.

- Las nuevas generaciones que se están preparando para ingresar al mundo laboral en los próximos años.

El informe The Future of Work After Covid-19, de McKinsey, puntualiza que es probable que las actividades en áreas de desempeño con niveles más altos de proximidad física experimenten una mayor transformación después del coronavirus (Shutterstock.com)
El informe The Future of Work After Covid-19, de McKinsey, puntualiza que es probable que las actividades en áreas de desempeño con niveles más altos de proximidad física experimenten una mayor transformación después del coronavirus (Shutterstock.com)

¿Cuáles son las habilidades que se requerirán?

Todas estas tendencias no hacen más que reafirmar la idea presentada hace tres años por el profesor Joseph E. Aoun en su libro Robot Proof y sus ideas de cómo podemos prepararnos mejor para no convertirnos en los analafbetos del siglo XXI. Puntualiza que hay tres tipos de alfabetizaciones que tenemos que considerar: datos, tecnología y humana. Todos pensábamos que saber leer y escribir ya nos posiciona como personas alfabetizadas. Sin embargo, ello ya se ha convertido en una condición necesaria, pero totalmente insuficiente. Y no solo eso, fuimos educados en un modelo en el que, teóricamente, estudiábamos la escuela secundaria, a los 17 años definíamos la carrera universitaria, donde nos formábamos los siguientes cnco o seis años y, con ellos, ya nos alcanzaba para el resto de nuestras vidas profesionales. Ese modelo ha quedado obsoleto y todos nos tendremos que convertir en “long life learners”, aprendientes de por vida.

Y es el mismo Foro Económico Mundial el que lista las 10 habilidades clave para los próximos cuatro años:

- Pensamiento analítico e innovación.

- Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje.

- Resolución de problemas complejos.

- Pensamiento y análisis crítico.

En un mundo de 7700 millones de personas, de las cuales 3300 millones están empleadas actualmente, mejorar las capacidades de 1000 millones de personas es el comienzo de un viaje (Shutterstock)
En un mundo de 7700 millones de personas, de las cuales 3300 millones están empleadas actualmente, mejorar las capacidades de 1000 millones de personas es el comienzo de un viaje (Shutterstock)

- Creatividad, originalidad e iniciativa.

- Liderazgo e influencia social.

- Uso, control y monitoreo de tecnología.

- Diseño y programación de tecnología.

- Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad.

- Razonamiento, resolución de problemas e ideación

Como podemos visualizar, la dirección está claramente definida, la gran pregunta es cómo llegamos, qué camino recorremos. ¿De qué manera aprendemos e incorporamos estas habilidades, conocimientos y competencias?

Las propuestas que se están sugiriendo desde los diferentes entes especializados y referentes a nivel global pasan por tres opciones, complementarias: upskilling, reskilling y outskilling.

¿De qué se trata cada una de ellas?

Upskilling (perfeccionamiento):

Las competencias, habilidades y capacidades con las que contamos hoy en día pasan rápidamente al estado de obsolescencia, requerimos mejorarlas, actualizarlas, darles sentido en el nuevo contexto. Es capacitación específica en ciertos aspectos reconocer que para desempeñarnos efectiva y productivamente con lo que tenemos ya no alcanza. Es mejorar, optimizar, incrementar, actualizarnos, renovarnos, potenciarnos.

Tomando como base nuestra situación actual, implica incorporar las nuevas y diferentes herramientas, conocimientos, saberes, formas de aproximarse a las problemáticas y resolver los problemas para enfrentar los nuevos desafíos.

El futuro del trabajo ya llegó y depende de la actitud que adoptemos para poder seguir siendo empleables y desplegar nuestra mejor versión 
(Shutterstock)
El futuro del trabajo ya llegó y depende de la actitud que adoptemos para poder seguir siendo empleables y desplegar nuestra mejor versión (Shutterstock)

Reskilling (reciclaje):

En este caso debemos resetearnos, “recablearnos”, cambiar el sistema operativo. Implica un auténtico reciclaje profesional. El tomar consciencia que aquello que fue nuestra receta del éxito hasta el presente no lo será en el futuro. Y ahí empieza el proceso de incorporación de las nuevas habilidades, competencias y capacidades para desempeñarnos laboralmente. Un impulsor clave en esta dirección es la tecnología y la digitalización. Muchas personas, inmigrantes digitales, la ven como una amenaza más que una aliada y un facilitadora. El poder conectarse generativamente con lo digital y, a partir de ello, catalizar el proceso de aprendizaje, es un factor crítico de éxito. Es un proceso de descubrimiento y crecimiento acelerado que nos puede llevar a lugares jamás imaginados previamente.

Outskilling (capacitarse para ponerlo en práctica fuera de la organización):

Si bien tanto en el upskilling como en el reskilling la propuesta es realizarlo para potenciar al talento y que pueda deplegar su potencial dentro de la propia organización, el outskilling se caracteriza por brindar capacitación en las habilidades requeridas en los trabajos del futuro a aquellos colaboradores que tienen muy altas probabilidades de ser desvinculados de la compañía, dado que la actividad que realizan será automatizada y ellos no tienen posibilidades de reinserción interna. Beneficia a los propios colaboradores, a la empresa para posicionarla como marca empleadora responsable y también a la sociedad en general. El caso de Amazon y su foco en este aspecto es resaltado en diferentes publicaciones especializadas.

En los tres casos, en un contexto en que inicialmente la mirada podría ser perder-perder-perder (persona, empresa, sociedad) estamos visualizando un escenario en el que la ecuación termina siendo ganar-ganar-ganar. Desde ya, el primer paso es que cada uno -desde el lugar que le toca- se haga responsable de su propio futuro y se comprometa con el proceso de aprendizaje y cambio. El futuro del trabajo ya llegó y depende de la actitud que adoptemos para poder seguir siendo empleables y desplegar nuestra mejor versión. Porque, tal como lo afirma el propio Foro Económico Mundial, el upskilling y reskillig no es algo nuevo, pero en este momento -tanto así como el outskilling- es más crucial que nunca.

*Alejandro Melamed es Doctor en Ciencias Económicas (UBA), speaker internacional y consultor disruptivo. Autor de varios libros, entre ellos, Tiempos para valientes (2020), Diseña tu cambio (2019) y El futuro del trabajo y el trabajo del futuro (2017).

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