En promedio, una persona destina más de 40 horas semanales a su trabajo, quizás más. Y a pesar de que muchos pueden dejar atrás su empleo cuando termina el horario laboral, otros tantos no pueden desconectarse a tiempo, lo que genera que la persona no pueda cortar con sus tareas laborales ni aprovechar del tiempo libre.
Hay un factor que suma y es fundamental: el bienestar. Aunque no es algo tangible, su percepción es sólida y determinante: un empleado feliz trabaja mejor. Y la felicidad está asociada directamente con la risa, una inhibidora del estrés de acuerdo a múltiples estudios.
En una realidad donde la pandemia atraviesa todos los escenarios, los líderes están siendo puestos a prueba en tiempo real para mantener su negocio viable, y en el centro de todas las conversaciones el eje central está puesto al bienestar de los empleados. De acuerdo con un estudio reciente de Accenture, antes del COVID-19, sólo el 35% de los ejecutivos con puestos altos se sentía responsable de que su gente estuviera mejor, y en sólo seis meses esta cifra ha ascendido al 50%.
Ayudar a las personas a sentirse mejor no es sólo algo que ayuda a las personas, sino que también funciona para el negocio. Las organizaciones que se preocupan del bienestar de sus empleados pueden ver un crecimiento de sus ingresos del 5%, en momentos en que se prevé que los ingresos de las empresas a nivel mundial caerán -4,7% este año.
Otro de los hallazgos indica que más del 60% de las personas dijo que confiaba en que su empresa está haciendo lo correcto en el contexto de la pandemia. Sin embargo, los trabajadores están ahora examinando sus carreras en momentos que el desempleo mundial casi se ha duplicado. El informe también reveló que más de la mitad de los trabajadores está explorando nuevas fuentes de ingresos y contemplando cambios de carrera. Esto significa que, aunque muchos trabajadores confían en sus empleadores, no están necesariamente comprometidos.
Al mismo tiempo, los trabajadores tienen expectativas de cómo las organizaciones liderarán de forma responsable después de la crisis: de acuerdo con el estudio, el 69% espera que las empresas empiecen a comportarse de manera más responsable y equitativa que antes. Además, aproximadamente 1 de cada 2 trabajadores está de acuerdo en que la ética, la sostenibilidad y los valores morales de las empresas se volverán más importantes luego de la pandemia.
Según explicó Alejandra Ferraro, directora ejecutiva de recursos humanos de Accenture para Latinoamérica, lo que conocíamos como la “vieja normalidad” ya no será la misma: "Tampoco deberíamos volver a ella, este periodo nos dió nuevos aprendizajes, nos probó que sí se podía hacer home office manteniendo la colaboración, y manteniendo la innovación. Las empresas deben avanzar hacia nuevas formas de trabajar y generar vínculos estrechos con sus colaboradores. Los líderes exitosos serán los que creen lugares de trabajo que impulsen la inclusión y la diversidad, y den espacio a que cada cual de su mejor versión en forma integral”.
De acuerdo con el reporte, al satisfacer seis necesidades humanas fundamentales a través del trabajo, las empresas despliegan todo el potencial de su gente. El 64% del potencial de las personas -definido por su capacidad para utilizar sus habilidades y los puntos fuertes en el trabajo- se ven influidos por si se sienten mejor a través de estas seis dimensiones:
-Emocional y mental: Sentir emociones positivas y mantener el bienestar mental.
-Relacional: Sentir un fuerte sentido de pertenencia e inclusión; tener muchas relaciones personales fuertes.
-Físico: Estar en buen estado de salud física y minimizar el stress.
-Propósito: Sentir que uno hace una diferencia positiva para el mundo y que la vida tiene sentido, con un propósito más allá de uno mismo.
-Empleabilidad: Tener habilidades de alta demanda para obtener buenos puestos de trabajo y crecer profesionalmente.
-Financiera: Tener tranquilidad financiera y tener oportunidades equitativas en este aspecto.
Los límites entre el trabajo y la vida personal de la gente se están desdibujando. En tiempos de crisis, las necesidades de las personas requieren una atención aún mayor. La salud mental, el tiempo para la actividad física y las necesidades relacionales se intensifican cuando las personas están en aislamiento relativo.
Por otro lado, el 62% de los trabajadores está preocupado por su seguridad laboral y está reevaluando sus prioridades. Todos estos factores están impulsando una importante crisis mental mundial, mientras el trauma generado por la pandemia en las personas continuará mucho más allá después de que haya una vacuna.
Ferraro destacó que “para generar confianza entre los empleados y liderar responsablemente, es necesario conocer las emociones de los trabajadores, sus necesidades relacionales, de propósito y físicas también son de gran importancia, independientemente de la situación en la que estemos viviendo”.
Existen 5 elementos clave para potenciar el talento de las personas:
-Permitir el aprendizaje continuo para asegurar una fuerza de trabajo lista para el futuro.
-Escuchar las necesidades de las personas en los puntos más críticos, empoderándolos con data en tiempo real.
-Usar la tecnología para impulsar el trabajo flexible y más creativo.
-Impulsar el bienestar y la equidad laboral.
-Establecer y compartir métricas sobre los objetivos planteados en torno a diversidad y equidad.
“Las empresas tienen hoy una oportunidad única de impulsar a las personas en sacar su máximo potencial y de forjar un propósito claro. El momento de avanzar en la conformación de un lugar de trabajo más diverso, inclusivo y flexible es ahora”, finalizó Ferraro.
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