A pesar de continuar en plena pandemia, producto del COVID-19, son muchas las personas en todo el mundo que de a poco están volviendo a trabajar de manera presencial con nuevos recaudos y medidas para evitar el contagio intralaboral.
Antes del coronavirus, un argentino pasaba en la oficina unas 40 ó 48 horas semanales trabajando, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Y en ese promedio de 8 horas diarias, el ambiente laboral tenía una gran influencia en la productividad de un individuo: en su capacidad de concentración, su creatividad y su eficiencia a la hora de cumplir con sus tareas, entre otras variables. Hoy, a casi ocho meses de la llegada de esta enfermedad, gran parte de los trabajadores se encuentra realizando sus tareas de forma remota. Sin embargo, muchos volvieron o deberán pronto volver a las oficinas.
Y es que a pesar de la volver a trabajar físicamente presencial es imposible concebir la idea de una oficina con hacinamiento de empleados o un ascensor repleto. Charlar de a muchos al lado de la máquina de café o almorzar en grupo ya no serán posibilidades, por lo menos por un tiempo.
¿Qué es un brote intralaboral de COVID-19? “Esto sucede cuando aparecen 2 o más casos de coronavirus durante un período de tiempo en un lugar determinado -como la oficina- que puede tener relación entre sí”, explicó la médica infectóloga Jimena Nuñez, en el marco de Expo Salud, organizado por Swiss Medical.
En este sentido, la profesional explicó que es vital considerar que la vuelta gradual a cualquier actividad laboral o social puede traer consigo algún contagio: “Integrada esta premisa, es importante contar con un pack de medidas siendo conscientes de la imposibilidad de conseguir el riesgo cero absoluto y limitar al máximo la probabilidad de infección por COVID-19 en el ámbito laboral”.
Dentro de las medidas preventivas, la más importante según la especialista es la de no concurrir al establecimiento si presenta alguno de estos síntomas:
-Temperatura mayor a 37,5
-Tos seca continua
-Dolor de garganta
-Dificultad para respirar
-Pérdida de olfato
-Pérdida de gusto
¿Cuál es la mejor dinámica para volver? “Lo más importante es evitar las aglomeraciones, ya sea en el momento de ingreso como en los espacios comunes. De hecho, es vital restringir el tiempo de permanencia en sitios de uso común a lo estrictamente necesario”, enfatizó Nuñez.
En este sentido, uno de los mayores cambios está relacionado a la disposición de las personas en los escritorios de trabajo. Un cambio será que ocupen lugares sentados en diagonal a sus compañeros en vez de estar directamente enfrentados. Otra manera es la de poner los escritorios con separadores que busquen evitar el contagio entre ellos, como los viejos cubículos.
“La distribución con 2 metros de distancia, más métodos de barrera entre cada escritorio es fundamental al igual que disponer de alcohol en gel, que además de recordatorio facilita a la adherencia de su utilización. Por otro lado, por más de que vuelvan de forma presencial es importante seguir evitando las reuniones presenciales”, comentó la médica infectóloga.
Conductas saludables
Se debe garantizar que todo el personal cuenta con una información y formación específica así como actualizada sobre las medidas específicas de protección personal. De acuerdo a la profesional, es recomendable el uso del barbijo durante toda la jornada laboral, mayormente cuando se comparten espacios cerrados donde no se pueden respetar las distancias recomendadas: “Es vital que utilicen el tapabocas cuando interactúa con un compañero, aún sea brevemente y a cierta distancia”.
“Los barbijos solo son eficaces si se usan adecuadamente y si se combinan con el resto de medidas preventivas como lavado frecuente de manos y distanciamiento social. Bajo ningún concepto los empleados deben compartir comida, objetos y utensilios. Además es importante mantener limpio y desinfectado el material de trabajo, computadora, teclados, lapiceras, entre otras”, aseguró Nuñez.
¿De qué depende que la vuelta al trabajo sea seguro? “Depende de la adhesión y cumplimiento a los protocolos de seguridad y sanidad que deben estar alineados con los protocolos establecidos para evitar el contagio entre los miembros de la organización”, concluyó Nuñez.
SEGUÍ LEYENDO