Son la generación más juzgada y sin dudas la más idealizada. Aquellos nacidos antes del 2000, pertenecen a la generación de los temidos millennials, cuyo compromiso laboral siempre se encuentra bajo la lupa.
Sin embargo, no se debe subestimar a la generación dado que según un estudio de Universum Global, en el año 2020 representarán el 50% de la fuerza laboral del futuro. Y como si fuera poco, en el futuro manejarán millones de dólares a nivel global en los próximos años.
La generación es especial, diferente. Tiene rasgos y preferencias que la caracterizan y la distancian de sus predecesoras y las venideras. En este marco, las compañías enfocan horas de esfuerzos ideando maneras de motivar y comprometer a los futuros empleados. Los sondeos internacionales, entonces, son una referencia fundamental.
Muchos afirman que los millennials buscan empleos más excitantes, anhelan trabajar sobre proyectos concretos que asuman un impacto social, prefieren las startups a las grandes compañías, quieren disponer de mayor flexibilidad laboral, disfrutar de formas de trabajo más informales y participar en las decisiones corporativas. Sea cual sea sus estrategias, su comportamiento obliga a las grandes compañías a establecer nuevas estrategias, a adaptarse a la filosofía de su renovado cuerpo de trabajo.
De acuerdo a una encuesta realizada por The Hartford, el 80% de los millennials se consideran líderes pero son muy pocos los que pueden ejecutar su liderazgo.
Para Pablo Barassi, experto en cambio organizacional, gestión de recursos humanos y desarrollo directivo y CEO de Integrar recursos humanos, es un mito pensar que los millennials son una generación difícil: "Lo que tenemos que comprender es que la organización debe potenciar su motivación dado que en los próximos años van a representar la fuerza laboral".
De acuerdo al estudio, las ganas de liderar y la percepción acerca de lograrlo, demuestran la capacidad de aprendizaje así como la motivación que caracteriza a esta generación. "La diferencia fundamental es cómo aprenden y cómo se diferencian de los que tienen inquietudes y los que no. Deberíamos llamarlos Millennial C, por conscientes", enfatizó Barassi a este medio.
En ese contexto, la mayor diferencia con los demás se encuentra en el la rapidez que tiene para aprender: "Las organizaciones deben realizar un enorme estímulo para trabajar en conjunto. De hecho, lo que más valoran es el estímulo por aprender y conocerse. El desafío central es cómo hacerlos colaborar y organizarlos para la producción con aquellos que la productividad parece no ser un valor".
De acuerdo al profesional, las características que todo líder debe tener son:
-Confeccionar la visión compartida.
-Setear mutuamente expectativas claras.
-Orientar el cumplimiento de metas y tareas por mérito dado que no valoran el reconocimiento de los jefes pero sí el de sus pares, con lo cual hay que aprender a hacer equipos para reconocerse entre sí.
-Saber preguntar.
-Coincidir la intención con el hacer.
"El trabajo organizacional será de suma importancia para entender pero por sobretodo para lograr objetivos en conjunto", concluyó el especialista en recursos humanos.
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