Hay una necesidad social que caracteriza a los seres humanos: nuestro afán por ordenar, clasificar y ponerle un nombre a cada cosa. Un diagnóstico preciso nos quita la ansiedad, aun cuando no entendamos qué significa. Por eso, en los últimos tiempos, se ha difundido el mote de "potencialistas" para definir a un tipo de individuos que está surgiendo en nuestra sociedad y que probablemente todos conozcamos.
Por medio de la consultora Trendsity, la empresa American Express financió el estudio entre 2.000 personas de 25 a 54 años, en la Argentina, México, Canadá, Gran Bretaña y Australia. Los resultados mostraron que existe un grupo considerable de personas que, teniendo ya sus necesidades básicas satisfechas, se empeñan en expandir y diversificar sus talentos, encaran nuevos desafíos sin miedo a los cambios, confían en que la pasión es la vía para alcanzar cualquier objetivo y priorizan el equilibrio entre lo profesional y lo familiar.
Lejos del antiguo paradigma del yuppie, que iba detrás de una meta determinada sin importar qué, esta nueva generación de hombres y mujeres se enfocan en el aprendizaje que el camino tiene para brindarles y en el disfrute del día a día, una suerte de carpe diem de la modernidad. En efecto, el 15% de los argentinos ya es potencialista, y el 34% de ellos aspira a serlo.
Guiados por una mentalidad y una actitud positivas, son seres curiosos y sensibles, con una alta cuota de creatividad y el don para adaptarse a contextos muy diversos. Cuentan, además, con características resilientes: sacan el lado bueno de las diferentes situaciones y relaciones de la vida, incluso de las más adversas, y saben enriquecerse a partir de ellas.
"La felicidad antes que el dinero. Disfrutar en vez de consumir. Encarar la vida con pasión y entrega. Redescubrir lo auténtico. Armonizar muchos intereses en una sola vida", son algunas de las premisas de esta
corriente vanguardista.
El perfil del potencialista
Estos nuevos arquetipos eligen liberar su potencial y descubrir sus talentos; son personas innovadoras, que desafían el statu quo y buscan la plenitud de un modo personal y profundo, dejando de lado la mirada y la opinión ajenas. Saben ver la mitad llena del vaso, y el 90% asegura que no deja que el contexto los afecte cuando es negativo. Conocé sus principales atributos:
• Esos viejos valores. En un mundo en constante cambio, donde parece que no hay tiempo para nada, ellos saben recuperar los pequeños momentos y saborear el placer de lo auténtico. Invierten más energía en cuidar sus vínculos personales y conocerse a sí mismos que en alcanzar metas materiales. Así, desarrollan una gran fuerza de voluntad, superan sus limitaciones y son muy perseverantes.
• Vivir muchas vidas. Este es uno de los principales lemas de los potencialistas. Remite a la pasión y la entrega, el ser conscientes de que se puede disfrutar de actividades y planos diversos de la vida: desarrollan múltiples intereses que poco se conectan con su carrera profesional. El 97% afirma que es la pasión lo que los motiva a liberar su potencial.
• Yo me nutro, tú te nutres. Para un buen potencialista, la cultura es una prioridad. Saben que el arte puede ser una vía espiritual enriquecedora que abre las puertas a la sensibilidad y la motivación. Para el 86%, viajar y experimentar otras culturas enriquece sus vidas.
• Corazón valiente. Están siempre dispuestos a asumir nuevos retos, incluso, a partir de las adversidades. Lo central es vivir la vida al máximo, no ya corriendo hacia una meta determinada, sino transitando paso a paso un camino que se convierte en una aventura constante. El 80% considera que está en permanente búsqueda de desafíos.
Triunfadores full time
Si bien están ubicados entre los 30 y los 45 años, los potencialistas responden más a un contexto histórico que a una franja etaria. Con las diversas crisis económicas y los cambios en la sociedad, este grupo de vanguardia ha elegido redirigir sus vidas en busca de un fin común: la felicidad.
¿Cómo han logrado desarrollar su potencialidad? La respuesta es más sencilla de lo que parece, y radica en lo más básico y profundo de nuestras vidas. Han dejado de preocuparse por el dinero y enfocaron su tiempo, talentos y energía en maximizar sus habilidades, y lograr horarios laborales más flexibles, que les permitan pasar más tiempo con su familia y amigos, así como cultivar nuevos intereses. Su objetivo es el crecimiento personal.
El arquetipo que se impone en el mundo, y que ya se está adoptando en la Argentina, idolatra a quienes deciden liberar su potencial y explorar nuevos talentos para que sus vidas sean más ricas, plenas y satisfactorias, más allá del éxito material.
De acuerdo con la investigación, sus lemas son: "La felicidad antes que el dinero. Disfrutar en vez de consumir. Encarar la vida con pasión y entrega. Redescubrir lo auténtico. Armonizar muchos intereses en una sola vida. Actuar con ética férrea. Pero, sobre todo, conocerse a sí mismo para detectar talentos y nuevas habilidades, y perseverar para desarrollarlas". Estos seres de luz se destacan en todo lo que hacen, y además son estímulo e inspiración para quienes los rodean. ¿Qué esperás para sumarte?
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