Suele decirse que no hay segundas oportunidades para generar una primera impresión. Y los expertos en imagen saben de ello. Y si bien no es lo único que importa, la apariencia determina el modo en que nos plantamos, al menos a primera vista. Lula Kiah, fundadora de la consultora The Image Consulting Company (TICOCO), plantea: "La imagen no solo está constituida de la apariencia física, sino de la actitud, la personalidad y del comportamiento".
Los psicólogos han determinado que el color es el primer aspecto que se destaca, dado que su impacto es inmediato y duradero. No es sólo una cuestión superficial: usar los tonos correctos nos puede hacer lucir más jóvenes, saludables, vibrantes y energéticos.
En efecto, los colores son poderosos comunicadores visuales y emiten mensajes que afectan a las persona emocionalmente. Su simbolismo psicológico nos explica por qué esto es así:
La apariencia determina el modo en que nos plantamos, al menos a primera vista
• Negro: Impactante y absorbente, usalo para comunicar confianza y seguridad, especialmente en el ambiente laboral.
• Blanco: para vernos organizados, lógicos y con frescura. Puede indicar excesiva liviandad: combinalo con colores tierra.
• Rojo: Es el color de las pasiones. Evitalo en momentos de conflicto, pero tenelo en cuenta para una noche romántica.
• Azul: Transmite confiabilidad y estabilidad. Ideal para ocasiones formales, que requieran tranquilidad y neutralidad.
• Verde: Valorado por sus cualidades de empatía, suele ser para personas tranquilas, con el don de escuchar al otro.
• Amarillo: Muestra a una persona optimista, con ganas de aprender y de gran humor. Al igual que el naranja, levanta la energía positiva. Aplacalos con prendas neutras.
No subestimes el poder de una buena imagen, ya que no solo puede abrirte muchas puertas y ayudarte a destacar tus virtudes.
SEGUÍ LEYENDO
Por primera vez un estudio identificó cuatro tipos de personalidad