Bebés y mascotas. La relación entre los dos integrantes más vulnerables de una familia amerita un procedimiento especial. Cuidar y velar por su bienestar es primordial. Con la llegada de un bebé, la casa se revoluciona y la mascota debe asimilar la incorporación de un nuevo foco de atención. Cuál es la mejor manera de garantizar una integración amable y prolija es la fuente de diversas investigaciones.
Es un hecho que la convivencia entre niños y perros trae muchos beneficios. Además de contribuir a la mejora y protección de la salud de los pequeños, ayuda en el desarrollo de la sociabilidad. Pero para alcanzar un vínculo sano, los padres deben estar predispuestos a prover cuidados desde la llegada de un nuevo miembro en la familia.
"Si el perro pasa a ser 'el hermano mayor', se aconseja no desesperar: con paciencia es posible preparar el ambiente para la llegada del nuevo bebé sin dejar a la mascota de lado", comentó la veterinaria Ingrid Stein.
Preparar el terreno
"En la casa donde hay un perro el trabajo de adaptación se debe realizar antes de la llegada del bebe. Lo correcto es comenzar de forma gradual, que empiecen a socializar y acostumbrarse a la presencia de cachorros o niños", afirmó Virginia Ragau, médica veterinaria especialista en etología clínica a Infobae.
De acuerdo a la especialista, es importante que el can tenga educación para que cuando llegue el niño se pueda manejar a la mascota y no haya ningún incidente: "Que responda al llamado, que se siente cuando le digamos y que entienda cuándo algo está bien o mal, nos dará la posibilidad de poder tener control sobre la situación", describió Ragau.
Por otro lado, es fundamental ir de a poco y que el animal no se quede afuera de la rutina ni privarlo del acceso a los lugares a los que se encuentra acostumbrado para que no asocie al niño con lo negativo.
Una vez que la habitación del bebé esté lista, sería conveniente dejar que el can husmee y conozca el ambiente, siempre con la presencia del dueño. "Los perros suelen sentir que hay algo diferente en su madre, por eso es bueno dejarlo acercarse a la panza y que olfatee. Poco a poco, también se aconseja ir ajustando los horarios de la comida y paseos del perro a los mismos que tendrá cuando nazca el bebé", enfatizó la veterinaria Stein.
Cuando nace el bebé
Una vez que nació el nuevo integrante de la familia es importante que mientras se encuentre en la clínica, el dueño le lleve algún paño o toalla u objeto que tenga el olor del niño. "La finalidad es que asocie el olor con cosas agradables", enfatizó la profesional Ragau.
Después del nacimiento, se puede dejar paños con el olor del bebé, cerca de lugares que le gustan a la mascota y donde se sienta seguro. Cuando el bebé empieza a jugar, y alguien lo está cuidando, es importante dejar que el perro se acerque y participe. De esta forma él va sentir que sigue siendo parte de la familia.
La llegada del bebé al hogar
"Lo primero que hará el perro es querer olfatear al bebé y eso es importante, dejarlo que investigue, eso sí, siempre con la presencia del adulto", comentó la etóloga, quien luego detalló también la importancia de que el clima sea siempre agradable, placentero y que en el posible el perro esté siempre con el collar puesto.
"En el primer encuentro del animal con el pequeño, los dueños no deben transmitir miedo sino que deben permitir el acercamiento entre ambos ya que no le quiere hacer daño sino que quiere investigarlo", dijo Ragau.
Al momento de que arriben las visitas es importante que también le presten atención al perro: que lo acaricien, que jueguen y que lo mimen. "El perro debe adaptarse a que existe una nueva vida en su hogar y que juntos formarán una familia", argumentó la medica veterinaria.
Precauciones
"Nunca dejar al bebé solo con el perro, siempre tiene que estar la supervisión de un adulto, puede querer saltar sobre el bebé y esto puede traer un problema: que tire el moisés o la cuna y eso es peligroso", afirmó la profesional.
Por otro lado, hay que evitar que el perro vea al niño como un competidor, es menester prestar atención al perro en presencia del bebé para que de esta manera se asocie a la presencia del niño con lo positivo y no únicamente cuando el recién nacido duerme.
Por último la especialista recomendó que el animal participe de las actividades que proponen junto con el niño: "pasear, ir al parque y jugar para que pronto ambos sean unidos", concluyó Virginia Ragau.
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