Los gatos han sido considerados seres muy especiales desde los comienzos de la humanidad. En el Antiguo Egipto eran adorados por los habitantes de todo el territorio y su religión tenía a la diosa Bastet, la personificación de los cálidos rayos del sol que se encontraba representada como una mujer con cabeza de gato o un gato entero.
El pueblo celta creía que las hadas observaban el planeta Tierra a través de los ojos de los felinos. Los islámicos también eran "buenos amigos" debido a que el profeta Mahoma sentía un gran afecto hacia ellos y una leyenda turca cuenta que fue tal su cariño que les dio entrada al Paraíso y ésta sería la respuesta a por qué los gatos caen siempre sobre sus patas.
No obstante, su domesticación ha sido lograda poco a poco y a pesar de que actualmente son uno de los animales de compañía más elegidos en todo el mundo, no poseen el mismo temperamento que los perros y por esta razón no deben ser tratados como estos.
Respecto a los caninos, es en líneas generales más económico y limpio. Además puede quedarse varias horas solo y es ideal para quienes no disponen de mucho tiempo ya que no es necesario llevarlo a pasear, detalle que lo hace más adaptable a la vida cotidiana.
Las señales faciales de un gato cambian con más rapidez que las posturales y a veces son tan sutiles que pueden ser imperceptibles para quien las desconoce
Por lo general le agrada la rutina y la tranquilidad y una característica suya es, sin embargo ante una situación amenazante, si tiene la opción prefiere escapar. Pero si no puede huir se defenderá y emitirá sonidos amedrentadores, tomará una posición defensiva y adoptará una actitud más agresiva si el oponente no se retira y continúa en el lugar.
Por eso para reconocer los cambios en los estados de ánimo de los felinos es importante prestar atención a los ojos,la boca, los bigotes y a la posición de las orejas. El animal utiliza esta última parte del cuerpo hacia las distintas fuentes de sonidos y su posición dependerá cuan amenazado se sienta.
Además es importante observar la postura del cuerpo, el rabo y el estado del pelaje que puede estar liso o erizado. Esto último es una especie de "camuflaje" que los ayuda aumentar el volumen corporal y así parecer mucho más grande ante situaciones o rivales de riesgo.
La especialista en etología Silvia Vai explicó que si se aproxima con la cola baja y relajada es amistoso, igual que si lo hace con el rabo elevado y vertical, pero también puede acercarse con la cola levantada y temblando levemente cuando busca nuestra atención o lo invitamos a comer algo que le agrada. "Si el rabo está tenso y recto hacia abajo, o erecto y curvado sobre el lomo expresa una conducta de posible agresión y nos indica que es necesario mantenernos a una distancia prudencial, ya que puede agredirnos si insistimos en acercarnos", dijo.
Y agregó: esa distancia es diferente para cada gato y para el mismo gato según su estado de ánimo. Si a ese mensaje le sumamos la cola erizada la respuesta será aún peor. El movimiento que simula latigazos hacia ambos lados comienza generalmente en forma sutil y se incrementa a medida que aumenta su nivel de excitación, señal que indica agresión inminente acompañado de arañazos y mordeduras".
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