Muchas veces el inicio de la temporada otoñal es el momento ideal para empezar recuperar el pelo. En esta época del año, el cabello manifiesta signos de alerta -post verano pidiendo nutrir y rehidratar en profundidad con la ayuda de buenos tratamientos y buenos productos.
"Si notamos resequedad, falta de brillo, opacidad, pérdida de color, poca peinabilidad, puntas abiertas o dañadas, florecidas, esto sucede por la continua exposición al sol que tuvimos los meses de verano, la exposición al cloro, al mar viento agentes externos, más si el pelo tiene trabajos técnicos previos como alisado, decoloración o coloración", afirmó el técnico en Alfaparf Group, Martín Monthelier.
Los cambios se deben a que el cabello perdió sus componentes principales como lo son las proteínas, los lípidos y el agua. La mejor forma de solucionarlo es devolverle al cabello lo que perdió y prepararlo para las agresiones del invierno el frío, el viento con baños de nutrición y la reconstrucción.
"Lo más importante es devolverle al cabello lo que ha perdido de acuerdo a cada tipo de pelo". Monthelier enumeró tres diferentes modelos de cabello y cómo poder tratarlos en casa:
1. Pelo Dañado o desfibrado. Es el cabello que se ve florecido en puntas. Necesita de proteínas para devolverle la estructura al cabello para volver a fortalecer la estructura. Dentro de las rutinas para lograrlo se debe usar un tratamientos intensivos combinados con ampollas y máscaras reparadoras. "Los shampoos recomendados son los que tienen base de queratina, un aliado clave a la hora de reconstruir la fibra capilar", afirmó Monthelier. Lo ideal sería utilizar en promedio dos veces por semana la combinación de las máscaras con las ampollas a base de queratina
2. Cabello seco o muy seco. Se caracteriza por la opacidad del cabello y la poca peinabilidad. Esto se produce por la pérdida de lípidos, los cuales se los puede devolver utilizando productos con bases de aceites vegetales como el coco, la palta, oliva, macadamia y el argán. Todos estos brindarán los lípidos necesarios para nutrir en profundidad y devolverle el brillo perdido, dejándolo dócil y sedoso. La clave será al menos una vez por semana.
3. Rubios no deseados. Muchas veces los tonos rubios tienden después del verano a modificar el color volviéndose verdosos o incluso poniéndose más amarillos. En estos casos existen productos como el desamarillador, que bien utilizados en casa pueden ayudar a combatir esos tonos que en forma en una sola de aplicación de 30 minutos neutraliza el tono amarillo. Este producto debe ser utilizado en los casos en donde solamente predomine el color amarillo.
Rutina para el cuidado diario
"Se sabe que no todos los cabellos deben lavarse con la misma frecuencia, esto sería un principio a respetar siempre. En cuanto al shampoo, se debería utilizar el adecuado dependiendo el tipo de cabello, y si el lavado semanal, es diario o día por medio. Con respecto al acondicionador, hay que utilizarlo en cada lavado para obtener suavidad y brillo, aplicándolo únicamente de medios a puntas. En el caso de aplicar la máscara, como máximo utilizarla una vez por semana. La ampolla también sería una buena opción cuando buscamos dar brillo o protección de color. Se puede utilizar mezclándola con la máscara o bien, sola. También con la misma frecuencia de la máscara. Esta se utilizará en conjunto con la máscara para potenciar el tratamiento", agregó el experto.
Tratamientos en gabinete para fortalecer y tratar alopecia:
El médico dermatólogo Christián Sánchez Saizar, miembro de la SAD (Sociedad Argentina de Dermatología), destacó que el plasma rico en plaquetas es ideal para tratamiento de alopecia, acelera y estimula la regeneración de tejidos,fortalece el pelo debilitado y aporta nutrientes: "La técnica consiste en extraerle sangre al paciente. Se procesa con una ultracentrifugación y después se queda con el fragmento que contiene el plasma, las plaquetas con factores de crecimiento y es lo que estimula el crecimiento del pelo".
Este tratamiento se inyecta como si fuese una mesoterapia. Se recomiendan entre 3 y 4 sesiones por año una cada 3 meses. Siempre es importante en estos casos la consulta con el dermatólogo y el tratamiento de base o complementario que muchas veces consiste en un tratamiento sistémico vía oral o locales con diferentes tipos de lociones para hacer en domicilio.
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