Charlee Fraser tiene 22 años. Nació en Awabakal, un pueblo aborigen en la costa del norte de Nueva Gales del Sur de Australia. Fraser está recién dando sus primeros pasos en el mundo de la moda y desde su cuenta de Instagram -que reúne 29 mil seguidores- se presenta como "una modelo en proceso".
Pertenece a la prestigiosa agencia de modelos IMG Models y este año logró entrar en el ranking de las top 50 por su presencia en desfiles y campañas internacionales junto a las exitosas Bella y Gigi Hadid, Kaia Gerber, Ashley Graham, entre otras top models de renombre mundial.
Desde pequeña fue una apasionada por la moda. Fichó para una agencia de modelos de Australia y rápidamente fue la más solicitada para la Semana de la Moda australiana. En el 2016, el estilista Guido Palau la vio y la llevó hacia Nueva York para que desfile para el gigante Alexander Wang.
La modelo australiana de ascendencia aborigen en sus comienzos tenía el cabello kilométrico, pero en el 2016, el estilista le aconsejó que cambiara su look y se cortase el cabello al estilo bob, o también llamado carré. Y desde ese entonces, nunca más lo cambió. Sin embargo, este año dejó que su cabello crezca y luce el corte recto sobre los hombros.
Y así fue como empezó su carrera en el mundo fashionista. Ese mismo año Fraser desfiló para más de 40 shows incluyendo Chanel, Dior, Lanvin, Givenchy, Céline, Prada y Balenciaga, entre otros. Este no solo fue un acontecimiento increíble para su currículum, sino que también la convirtió en la primera modelo aborigen en posar para la moda internacional.
Esta temporada pasada fue la modelo más contratada para lucir las nuevas tendencias por su altura -1,79 metros- y sus rasgos exóticos. Charlee participó en más de 30 shows en Nueva York, Londres, Milán y París para las primeras marcas y diseñadores emergentes.
La modelo, en diálogo con el periódico WWD, declaró sobre sus raíces: "No lo llevo como una responsabilidad, sino como un honor. Es importante reivindicar mi lado indígena, son mis raíces y quiero continuar hablando de ellas, porque se trata de una parte de mí que amo y valoro. Romper estereotipos me hace sentir bien".
Su paso por las pasarelas dejó una gran imagen y firmas como Tom Ford, Brandon Maxwell, SportMax, Rally, Giorgio Armani, Céline, H&M y Mango la eligieron para que sea protagonista de sus campañas gráficas.
En el mundo editorial, también es una de las más solicitadas. Como toda modelo que sueña con el estrellato, la portada de Vogue es el objetivo más grande. Y lo logró. Formó parte de Vogue Australia, Japón, Ucrania y recientemente de Arabia. Realizó editoriales para Vogue España y Alemania, Harper's Bazaar, Número, The Edit y recientemente tapa de SModa, el suplemento de moda de El País.
Una de las portadas más importantes que encabezó Charlee fue para Vogue Australia, un ejemplar que apostaba a la diversidad con Fernanda Ly, Akiima, Charlee Fraser y Andreja Pejic. Juntas protagonizaron The Faces. La editora de la revista dijo: "Los modelos juntos presentan una imagen poderosa de dónde estamos hoy como país y no solo en la moda, sino también en la sociedad en general".
Claro está que la moda después de muchos años de alentar a los rigurosos 90-60-90, dejó de priorizar los estereotipos tradicionales de la moda para dar espacio a la diversidad: talles, cuerpos reales, modelos plus size, colores de piel y diferentes raíces culturales.
¿Será Charlee Fraser la nueva Gigi Hadid o Kendall Jenner?
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