Se aproximan los días de sol y verano y una de las grandes preocupaciones es el cuidado de la piel. Hay diferentes tipos, y cada uno conlleva un recaudo particular. La más propensa a irritarse es la piel sensible.
Este tipo de piel requiere de cuidados extremos y de mucha atención a la hora de comprar productos de belleza, ya que estos pueden llegar a irritar aún más la dermis.
"Para tratar las pieles sensibles siempre recomendamos usar productos que están dermatológicamente testeados, para minimizar los focos de sensibilidad e irritación. Son ideales aquellos productos no agresivos que cuando la limpiamos dejan un manto lipídico (mezcla de sebo y sudor) y que tienen una leve humectación", recomendó en diálogo con Infobae la dermatóloga Lilian Demarchi.
Las pieles sensibles -más comunes en mujeres- se caracterizan por una hiperreactividad a factores ambientales acompañada de una reacción exagerada a productos de uso local. Pueden presentar cambios visibles como eritema, descamación, liquenificación e inflamación.
¿Cuáles pueden ser algunas de las causas de este tipo de piel? La dermatóloga Demarchi respondió que puede ser una característica innata de la piel o se puede desarrollar con el tiempo sin importar la edad. A su vez, algunos de los motivos que hacen que la piel adquiera sensibilidad son: la contaminación, el estrés, los cambios de clima y la falta de sueño.
En esta época del año, los mejores tratamientos para realizar son con máscaras especificas para pieles con peeling enzimáticos que no contienen ácidos sino que trabajan con enzimas que van produciendo una leve destrucción de la capa de células muertas, como también mesoterapia, que es para hidratar y darle vitaminas a la piel.
"Para seguir el tratamiento en casa, se debe adquirir una rutina de limpieza diaria. Limpiar el rostro al menos dos veces al día para remover la suciedad, las impurezas y los vestigios de maquillaje que pueden obstruir los poros, causar irritación y problemas relacionados con la piel grasa y/o sensible", detalló la especialista.
¿Por qué es importante cuidar la piel de los daños de los rayos solares?
Los rayos UVA penetran en las capas más profundas de la piel y son los principales responsables por el envejecimiento precoz y otros daños irreversibles a la piel. Los UVB penetran superficialmente en la piel y generan enrojecimiento y quemaduras solares.
No cuidar la piel del sol produce fotoenvejecimiento, que es el envejecimiento prematuro de la piel, consecuencia del daño de los rayos solares. Este repercute provocando un engrosamiento de la piel, aparición de arrugas profundas, pérdida de firmeza, manchas y vasos sanguíneos dilatados. El 90% de las señales de envejecimiento visibles en la piel son a causa de la falta de prevención contra los rayos solares.
Por su parte, la dermatóloga Verónica Muchnik recomendó a Infobae: "Para todos los días usar en la rutina de cuidado facial productos que tengan FPS30 como mínimo. Es importante cuidar la piel del sol todos los días, inclusive en aquellos días fríos o nublados ya que los rayos del sol penetran a través de las nubes".
Una limpieza desintoxicante para remover las células de la piel
Los mejores limpiadores para ayudar a mantener la piel libre de células y restos de maquillaje y de la misma contaminación del aire son los tónicos que ayudan a mantener el equilibrio natural de la piel activando la microcirculación y recuperar la vitalidad. "El uso del tónico potencia en un 30% la absorción del hidratante y mejora los resultados de los productos de tratamiento que se aplican posteriormente".
¿Qué productos de belleza pueden usar las pieles sensibles?
Para este tipo de piel es muy importante el uso de lociones que sean libres de alcohol y evitar los desmaquillantes en crema. A su vez, no deben contener componentes agresivos, ni pigmentos y tampoco perfumados.
"Es conveniente evitar los jabones, ya que dilapidan, favoreciendo la pérdida de agua transcutánea y por ende provocan sequedad, descamación y aspereza", recomendó Demarchi.
La betaína de cupuaçu es un activo que mejora las propiedades de espuma, viscosidad y suavidad y contribuye a una menor irritación y sensibilización en el uso de jabón para el rostro
"Los jabones en barra comunes, por ejemplo, no son recomendables para el rostro, ya que son más alcalinos y pueden resecar la piel. Además, se recomienda hacerlo con agua tibia, que también contribuye a no irritar la piel", sugirió Muchnik.
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