La mañana de la primera jornada de la Semana de la Moda de Milán inició con el desfile del diseñador italiano Alberto Zambelli. El blanco y el metalizado -tendencia que es furor esta temporada- fueron los colores estrella de esta colección que, con un aire futurista, genera una combinación entre lo deportivo y el day-to-day wear con un guiño a la androginia y al avant-garde.
Highlights del desfile: calzado de aire oriental y maquillaje flúo.
El siguiente show fue el de Byblos, un exponente del street style que apostó por el neón, el metalizado y los géneros diversos. Desde conjuntos ochentosos de neón, a prendas de estilo fabril, pasando por detalles -como los flecos- que remiten al estilo cowboy y los famosos ugly sneakers, Byblos lo abarcó todo.
Highlights del desfile: la modelo Winnie Harlow con un conjunto metalizado.
La colección de Jil Sander fue fiel al estilo de la marca: sobria y con una paleta neutra. Con líneas andróginas, aires asiáticos y maquillaje neutro, el desfile de la casa alemana fue una oda a la pureza y a la sofisticación. Además, el uso de distintos géneros, desde el lino a los técnicos, le dio versatilidad a la colección sumándose a la casualización por la que está pasando la moda.
Highlight del desfile: sandalias de estilo japonés, bolsos de todos los tamaños y conjuntos estampados.
El desfile de Annakiki estuvo plagado de excesos: neón y géneros metalizados, brillos y cuerina. De estilo muy informal y deportivo, la colección fue un tributo a los 80 que resurgieron en estas temporadas. Ricostru, por su parte, futurista y andrógina, revivió los 90 en una colección con sutiles guiños al Gucci de Tom Ford.
El show de Alberta Ferretti fue el evento de la jornada: Gigi y Bella Hadid y Kaia Garber entre las modelos son ejemplo suficiente. Las vibras de safari y los pasteles lavados se combinaron con blusas, vestidos y camperas de inspiración vintage en una mitad del desfile. Luego, con una paleta oscura, Ferretti presentó una serie de conjuntos con bordados y transparencias que fueron furor en las redes.
Highlight del desfile: el vestido negro de Gigi Hadid.
La casa milanesa Nº21 presentó una colección con looks monocromáticos -salvo por el ocasional estampado: el batik está de vuelta- concentrándose en el material. Cuerina, satén, transparencias y plumas, las texturas fueron protagonistas en el desfile de una de las grandes promesas de la moda italiana.
Highlight del desfile: el conjunto de sastrería oversize y los vestidos engomados.
El cierre de la jornada fue el evento de Moncler que, en un gran complejo de concreto, realizó una serie de instalaciones y desfiles audiovisuales. Con música techno y proyectores, la marca crea un ambiente futurista y experimental. Al final del recorrido, un gran after party para finalizar este primer día de Milan Fashion Week.
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