Durante los 90, las zapatillas anchas deportivas eran usadas exclusivamente por los padres anti-moda y, por ese motivo, se encasillaron como el estereotipo de ridiculez. Sin embargo, ese mismo calzado deportivo fornido y de aspecto ortopédico se convirtió en el artículo del año, gracias, en parte, a las marcas de lujo que las reversionaron con sus propios sellos.
A pesar de ser súper cómodas, prácticamente nadie las elige por su practicidad, sino que son vistas como el antídoto perfecto para la seriedad y la elegancia de la moda y el calzado ideal para las mujeres y los hombres que "pisan fuerte".
En diálogo con Infobae, el asesor de imagen Fabián Medina Flores explicó: "A todos aquellos que vivieron en esa época y las conocían, les parecen espantosas. Sin embargo, son una novedad para los jóvenes. Para las marcas de lujo que trabajan para las nuevas generaciones, el sport es su gran coartada".
Como la mayoría de las tendencias, comenzó en la pasarela, pero el amor por los años 90 de la industria de la moda le otorgó el regreso a la ropa y al calzado deportivo, esta vez al estilo urbano.
Por su aspecto, no son fáciles de combinar y los expertos recomiendan hacerlo con cautela. "Si se busca imitar los looks de las revistas o las redes sociales, recomiendo que lo hagan adaptándolos a las características físicas personales", advirtió en diálogo con Infobae Mariano Caprarola, productor y asesor de moda.
Aunque algunos puedan considerar la elección del calzado errónea, que la mayoría de las celebrities e influencers del mundo las elijan no es sorprendente. Desde las hermanas Kim Kardashian y Kendall Jenner, Bella Hadid, Hailey Baldwin, hasta la supermodelo Kaia Gerber, las it girls más populares adoptaron la tendencia del calzado de suela gruesa, torpe e innegablemente cómoda.
En la alfombra roja durante una entrevista con Vogue, Bella Hadid, fanática del fenómeno, expresó sobre los supuestos pecados de la moda: "Me gusta tomar riesgos, así que supongo que no hay muchos pecados de la moda para mí. Sin embargo, considero que las Crocs son un gran 'no'".
En eventos formales, en el festival de Coachella o para completar un espléndido comfy look, las llamadas "zapatillas de papá" se llevan todas las miradas. Cómo combinarlas: una blusa pequeña o crop top, pantalones de tiro alto y una riñonera en las caderas o en los hombros.
Las famosas zapatillas blancas de Adidas "Stan Smith" le dieron la bienvenida a la ola de zapatillas que reaparecieron en 2014 y que pisan fuerte en las tendencias de calzado en la actualidad. Las que pisan fuerte también son: 'Triple S' de Balenciaga, que, según el sitio de moda StyleBop, fueron las más vendidas en 2017; las 'Archlight' de Louis Vuitton, que aparecieron en la pasarela de primavera 2018 de la marca, o la versión 'Yeezy Runner', fruto de la colaboración del rapero Kanye West con Adidas, que son las protagonistas en las imágenes de muchos blogueros del estilo callejero.
A pesar de que su nombre proviene de un recipiente para beber de la antigüedad, las zapatillas 'Rhyton' de Gucci emanan una fuerte identidad contemporánea. "Diseñadas con una suela gruesa y una construcción atlética, el estilo se adorna con las impresiones del logo vintage de los años 80″, publicó la firma en un post reciente.
A pesar de su popularidad inquebrantable, no todos están convencidos de que sean un accesorio de moda y muchos recurrieron a las redes sociales para expresar sus sentimientos de rechazo ante la tendencia de las zapatillas "feas".
"Pueden parecer toscas, gigantescas, duras e incluso feas. Depende con qué las combines, pueden crear un look extraordinario o demasiado pesado para la vista. Al ser grandes objetos de estilo, hay que tener cuidado en la elección del resto de las prendas que las acompañen", opinó en diálogo con Infobae Matilda Blanco, asesora de imagen y productora de moda.
La experta recomienda sumarlas a looks ultrafemeninos como vestidos de tul o conjuntos serios de traje o falda lápiz. "Reemplazan los stilettos de una manera fantástica, divertida y perfecta para desencajar un look", concluyó Blanco.
Para Caprarola, a las argentinas no les gusta verse en zapatillas pero las compran igual, y cuando lo hacen las tienen guardadas en el ropero por siempre, creen que las van a hacer verse mal. "Los asesores y editores de moda deberían enseñar a usarlas", agregó.
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