Algunas prendas no cambian y permanecen a lo largo de la historia. El clásico vestido negro es una de ellas. Muchos de los vestidos que fueron utilizados por las mujeres más importantes en la historia de la moda podrían ser utilizados hoy en día y estar cien por ciento en sintonía con las tendencias actuales.
"Vogue declara la 'Petite Robe Noir' o 'Little Black Dress' como el uniforme de la mujer moderna. Este pequeño vestido se origina por un hecho social y ya con más de ochenta años es un básico fundamental en el guardarropa de toda mujer", explicó a Infobae Patricia Doria, diseñadora de indumentaria y Directora del área de Moda de la Universidad de Palermo Facultad de Diseño y Comunicación.
La prenda se hizo popular en el año 1926 por la diseñadora de alta costura francesa Coco Chanel. Originalmente ideado para ser atemporal, versátil y accesible para la mayor cantidad de mujeres por su color neutro.
"Coco Chanel empieza a imponer las prendas simples que venían con una historia heredada de algún lugar de la pobreza. Como en el caso del vestido negro, el color era mal visto en la aristocracia de ese momento porque era inapropiado, era utilizado únicamente por sirvientes y de luto", especificó Doria.
El negro marcó un carácter de unificador, aristocrático, minimalista e intelectual
El vestido suele ser corto y de corte simple. Es uno de los vestidos más simbólicos de la moda femenina y llegó a ser tan popular que hasta recibió su propio nombre, las mujeres lo llaman 'LBD'.
Según los mejores críticos de moda, cada mujer debe poseer uno y utilizarlo de la manera que necesite. "Es como un lienzo en blanco en el cual uno puede pintar y decidir que va haciendo a través de accesorios y bijouterie", agregó la especialista. Con accesorios como joyas, algún clutch o tacones se podría crear un look atrevido de noche. Para cumplir con las condiciones de una prenda que no pasa conoce los límites del tiempo.
El ‘vestidito’ negro debe ser sobrio, clásico y simple
"Puedes llevar negro a cualquier hora del día o de la noche, a cualquier edad y en cualquier ocasión. Un vestido negro es la cosa más esencial en el armario de una mujer", dijo el diseñador francés Christian Dior.
Marcas de las más reconocidas del mundo como Belenciaga y Prada tenían siempre uno en sus colecciones. La segunda, en los 80 optó por reversionar el clásico de Chanel.
Ya sea un vestido de alta costura de 1000 euros o uno de 20 euros, siempre va a cumplir la misma básica pero indispensable función.
Fue adquiriendo fuerza y presencia propia en la industria de la moda pero siempre se mantuvo en la línea de lo clásico y elegante.
Es una de las prendas más icónicas de la historia de la moda. Representa la naturaleza de la modernidad eterna. Los diseñadores lo renuevan constantemente temporada tras temporada, y ofrecen a sus clientes una versión actualizada.
Y por supuesto, favorece cualquier figura. Y los que los crean son conscientes de ello, saben que sus clientes nunca dejan de elegirlos. El negro encabeza la lista de los colores que estilizan el cuerpo. Oculta los defectos e imperfecciones y con la continuidad del color en todas las prendas, alarga la figura.
La tonalidad denota prudencia y formalidad. En sus comienzos, significó el principio de la igualdad de género y hoy lo sigue haciendo. El negro es discreto, no llama la atención si es necesario y con los complementos adecuados tampoco pasaría desapercibido.
El modelo rompió con las características de estilo de la época, donde abundaban las prendas exuberantes con superposición de telas. El estilo de los demás diseñadores contrastaba con la sencillez y pulcritud del vestido negro.
"Con el correr del tiempo, Sarah Jessica Parker, en Sex and the City, marcó los dictámenes de la moda y lo actualizó con distintos materiales ampliando el espectro", contó la diseñadora.
"En el 2012 André Leon Talley, ex editor de la revista Vogue, expuso piezas de distintos diseñadores. Se vió que el vestido negro comenzaba a variar: podía ser largo o corto, o con distintos tipos de escotes a través de Norma Kamali, Tom Ford, Prada, Oscar de la Renta y por supuesto de Chanel desde la mirada de Karl Lagerfeld", concluyó Patricia Doria.
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