Corría el año 1951 y un niño italiano de 9 años llegaba a la Argentina de la mano de sus padres con el sueño de haber llegado a la tierra prometida. Conrado Franco Varotto, nacido en 1941 en Brugine, provincia de Padova, Italia, durante la Segunda Guerra Mundial, buscaba su futuro lejos del conflicto armado y con un país que le abría un abanico de oportunidades de estudio y trabajo.
Estudió becado en el Colegio del Salvador y a los 15 años entró en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, en donde inició su carrera de físico. Los estudios los concluyó en el Instituto Balseiro de San Carlos de Bariloche, donde también se doctoró en Física. Y luego, prosiguió sus estudios en Stanford, EEUU, con una beca del CONICET.
Volvió al país con una nueva valija llena de sueños y desafíos, ahora con una formación científica muy sólida y afirmada. Fundó INVAP en 1976, inspirado en las empresas de Silicon Valley, en donde promovió varios proyectos en el área nuclear, como también en temas relacionados con la electrónica, desarrollo de materiales, industria metalúrgica y minera.
También fue director del proyecto de desarrollo de la tecnología de enriquecimiento de uranio, cuya planta industrial fue construida por INVAP en Pilcaniyeu.
Pero el rol estelar lo desempeñó de 1997 a 2018 como director Ejecutivo y Técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la agencia espacial argentina, desde donde impulsó el Programa Espacial Argentino que convirtió al país en un referente internacional en material espacial y líder regional.
Bajo su gestión, se han puesto en órbita cuatro satélites de la serie SAC: el SAC-B (astronómico), el SAC-A (validación tecnológica), el SAC-C y el SAC-D/Aquarius (ambos de observación de la Tierra). Y además, el reciente Saocom, que si bien fue lanzado dos meses después de haber dejado su cargo directivo, los casi 20 años que demandó su desarrollo y construcción lo tuvo como uno de los "padres de la criatura".
"Era mandatorio tener un Plan Espacial Argentino, que finalmente se aprueba en 1994 con una duración de 11 años. Luego, continuó renovándose durante las distintas administraciones nacionales. El hecho de que por ley tuviésemos un plan espacial, con dedicación científica y tecnológica en el límite de nuestra frontera terrestre y un gran impacto socio-comercial en el país, creo que ha sido el factor determinante del apoyo gubernamental y el crecimiento espacial del país", explicó Varotto en la redacción de Infobae.
Y agregó: "Cada administración nueva aceptaba ese plan trazado y nos pedía más, muchas veces sin más recursos. Pero siempre tuvimos objetivos y continuidad de acción, por suerte. Y hoy Argentina es reconocida en el mundo por su rol en este área".
"Argentina pertenece al exclusivo club de constructores de satélites espaciales, que cada vez más naciones se animan a integrarlo. Pero con el Saocom, nuestro país elevó la vara al hacer un satélite radar con una antena de 35 metros cuadrados, algo que muchos constructores de satélites no lo han hecho todavía, por lo complejo que es", sostuvo Varotto.
Respecto al siguiente paso que es lograr tener un cohete lanzador propio para poner los satélites en órbita, Varotto afirmó contundente: "No estamos lejos de tener un lanzador propio. Hoy es un problema de recursos. Cuando hay crisis, tenemos que aprender que debemos fijar prioridades. Y nosotros la decidimos fijar con los Saocom 1A y 1B, este último, que será lanzado el año que viene".
Según el experto, gracias a la carta de intención firmada por Italia y Argentina, es muy probable que la alianza continúe y el programa Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE), que resulta de la cooperación entre la CONAE y la Agencias Espacial Italiana (ASI), conforman la constelación de 4 satélites italianos COSMO-SkyMed y 2 argentinos Saocom, continúe y pase a una segunda etapa.
"Además estamos con un posible proyecto de lanzamiento de estructura segmentada satelital, cosa que abaratará los lanzamientos y puesta en órbita de aparatos espaciales", indicó Varotto.
Respecto al nuevo satélite argentino Saocom1A, Varotto recordó que nació a pedido del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y de la Secretaría de Agricultura de la Nación, para hacer más eficiente la producción agropecuaria en el país.
"De por sí nuestro campo tiene tecnología avanzada. Pero con el Saocom y la constelación Siasge que integra junto a los satélites italianos, el campo argentino tendrá la más avanzada tecnología disponible en el mundo para saber cuando cultivar o no, por ejemplo. O cuando hay que cosechar porque el suelo está muy húmedo", precisó.
También podrá prever las sequías, entre otros múltiples usos, como hallar agua en las zonas semidesérticas, o brindar información para priorizar su uso para riego a fin de realizar agricultura de precisión. Es impresionante la importancia y cantidad de recursos que tendrá el satélite para mejorar el manejo de la tierra", destacó el miembro de la Academia Nacional de Ciencias.
Este inmigrante italiano recuerda sus primeros días cuando el amor por la ciencia surgió: "Fueron los jesuitas del colegio Salvador los que me metieron el amor por las ciencias exactas, particularmente por la Física", rememoró Conrado.
A los 16 años Varotto ya tenía el título de bachiller y estaba listo para ingresar al Instituto Balseiro (IB), donde se licenciaría en Física y luego obtendría su doctorado (1968) de la mano del profesor Aldo E. Vidoz. Juntos concibieron a la investigación científica y la innovación tecnológica como motores del desarrollo argentino.
"La materia prima más importante que tiene la Argentina es la materia gris", reafirmó el fundador de Invap, la empresa público-privada más innovadora y eficiente de Argentina.
"En mi tesis doctoral yo digo que agradezco a mis padres por traerme a un país extraordinario, de futuro y esperanza que me dio todo. Y pretendo que le de las mismas o más oportunidades a todos. Ahora que voy a tener un poco más de tiempo podré volver a las ideas locas en el laboratorio ya que seguiré ad honorem vinculado con esos pibes maravillosos que tiene la Argentina en las diversas áreas que he transitado. Eso sí, le voy a dedicar más tiempo a la familia", completó.
Y como frase final auguró: "Veo muy venturoso el futuro espacial y científico de Argentina. Nuestra sociedad sabe hoy día que los países que se desarrollan lo hacen con conocimiento. A los tres pilares de desarrollo que son tierra, trabajo, capital, ahora hay que agregarle el conocimiento".
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