Los expertos consultores y hombres de empresas coinciden que la palabra liderazgo define a una influencia que se ejerce sobre las personas y que permite incentivarlas para que trabajen en forma entusiasta por un objetivo común. Y quien ejerce el liderazgo se lo reconoce como un líder.
¿Pero cómo se llega a ser líder? ¿Qué condiciones debe tener e inspirar una persona para ejercer un buen liderazgo? ¿Qué prácticas debo tomar y desarrollar para inspirar a las personas o generar con éxito un proyecto?
Bernardo Bárcena, director de Experiencia Líderes y profesor de la Escuela de Negocios de UADE, explicó a Infobae las cinco características principales que debe tener un líder para llevar adelante cualquier proyecto exitoso, ya sea a nivel empresarial o en otros ámbitos personales, familiares y sociales en general.
"Habitualmente cuando hablamos de liderazgo lo hacemos de una persona o de un equipo. Pero casi nunca del liderazgo de la propia alma. Para ser un líder hay que seguir cinco puntos clave", precisó Bárcena en una cordial entrevista.
1- Tener actitud protagonista: "Es muy común tener una actitud de víctima y no protagonista en la vida. Eso pasa cuando generalmente se culpa a los demás de lo que a uno le pasa. La víctima habla con el 'me', como cuando una oveja bala: 'No me paró el colectivo, no me aprobó el profesor, etc'.
Y agregó: "Culpa a los demás de lo que le pasa y siempre tiene excusas. Sin embargo, las personas protagonistas están buscando cambiar las cosas que no le salen. Hay que preguntarse qué puedo hacer yo para que me vaya bien en un determinado asunto, o buscar equis resultado, en lugar de lo que debe hacer el otro. Así, para tener éxito en el liderazgo personal, es clave adquirir una actitud protagonista".
2- Ser innovadores en nuestra propia vida: "Se trata de desarrollar esta acción en los emprendimientos que quiero llevar adelante, en nuestras empresas u organizaciones. También se aplica a la propia vida, a la familia. Estamos permanentemente frente a competidores que buscan cómo hacer mejor una cosa, producto o servicio. Todo lo nuestro está amenazado".
"Es fundamental hallar el camino para hacer las cosas de una manera diferente, innovadora. La diferencia entre un sueño y un proyecto es la fecha de inicio. ¿Qué debo hacer yo de diferente, en lugar de qué es lo que deben hacer los demás? Hoy está en juego la supervivencia. En el siglo pasado, si innovabas, te hacías millonario. Hoy la competencia es feroz y hay que innovar para sobrevivir. Todo el tiempo hay que pensar en hacer nuevas y mejores cosas".
3- Tener inteligencia emocional: "Es una de las habilidades más importantes en la vida y tiene que ver con medir las consecuencias de nuestros actos, fundamentalmente frente a los momentos de crisis. Hay que lograr que el árbol no te tape el bosque. Los trucos para lograrlo es contar hasta 10, ser más reflexivo y dejar el primer impulso de lado".
"Cuando se pone en juego lo que quieren hacer en el corto plazo versus lo que realmente es conveniente, eligen la segunda opción. San Ignacio de Loyola dijo qué hay dos momentos en la vida. De consolación (prepararse para la desolación que vendrá) y de desolación (no tomar decisiones importantes ni hacer mudanzas)".
4- Comunicarnos mejor con las personas: "Uno de los más importantes enemigos de la comunicación efectiva es a quien yo llamo el monstruo "Penseque". Aparece unas 10 o 15 veces por día en cada persona con la siguiente frase que pronuncia: Yo pensé que…"
"Por suerte tenemos 4 armas para matar a este monstruo: 2 cuando emitimos un mensaje y otras 2 cuando lo recibimos. Cuando lo emitimos, debemos dar toda la información en forma clara y completa, por más que sea obvio. Y también hay que chequear. Pero no preguntar si entendió. Hay que preguntar qué entendió. Las 2 armas para matar a este monstruo al recibir el mensaje son: preguntar en lugar de suponer y preguntarse si uno entendió bien el mensaje recibido y sacarse las dudas que le genera".
5- Ser más generosos y agradecidos: "Generosidad es ayudar a todas las personas que podamos sin esperar nada a cambio. Eso genera una transformación milagrosa. Y también hay que agradecer a las personas que fueron generosas con nosotros".
-Hace pocos meses estuviste en la India. ¿Cuál fue el motivo de tu viaje y cómo se relacionó con la visión de liderazgo?
El liderazgo es servicio. No hay un liderazgo de estilo servicial, sino que liderar es servir a las personas. Estuve durante la última Semana Santa en Calculta, India, colaborando con las Misioneras de la Caridad de la obra de Madre Teresa de Calcuta. Una congregación que se dedica a curar y amar a los más pobres de los pobres.
Yo la considero a Madre Teresa la líder más grande que hubo en la Tierra, e incluyo a todos los hombres también. Una mujer que no enamoró al mundo de ella misma, sino de su visión. Ella murió hace 21 años y su congregación no para de crecer con 5000 hermanas en todo el mundo.
Ella era totalmente coherente en lo que pensaba y luego hacía. No tenía un aire acondicionado en su habitación, que además estaba junto a la cocina. Ni siquiera un ventilador. Porque al más pobre que atendía tampoco lo poseía. Era íntegra. El lema que dejó es: "El que no vive para servir, no sirve para vivir".
Su actitud inspiraba confianza y la confianza es fundamental para ejercer un liderazgo. La confianza es la base de toda relación. Para destruir cualquier relación o liderazgo, hay que mentir o no cumplir las promesas.
Decir la verdad es lo más fácil. Mentir nos carga de culpa, y es difícil.
Errores cometemos todos, porque somos humanos. Pero mentir es una elección.
La mayor misión del liderazgo es que la gente se enamore de la visión compartida. Me llamó la atención con el amor con el que se llevaban adelante las cosas. Fui a Calcuta a ver si el amor es más fuerte y tiene más alcance que el odio. El amor aplasta al odio. Llega más lejos y con más potencia.
-Una de tus particulares características es dar charlas de motivación a personas presas, en penales de máxima seguridad…
Doy charlas de motivación y liderazgo en personas que perdieron la libertad y están en un contexto de encierro. Es una de las cosas que más disfruto hacer. A través del Servicio Penitenciario Bonaerense, un grupo de personas trabajamos cada vez más para visitar presos que necesitan motivación.
Los ayudamos a que tengan experiencias de cambio habilitantes, es decir que crean que ellos pueden cambiar. Mi misión es transmitirles y que entiendan que ellos no son así, no son ladrones o asesinos. Son Walter, José o Carlos. Que se equivocaron pero que pueden optar por una nueva vida cuando recuperen su libertad.
En mi tiempo allí dentro, aprendo que cuando el ser humano quiere cambiar, lo hace. Eso me llena de esperanza. Quiero ir y ayudarlos a pensar y diseñar una nueva vida, con emprendimientos y decisiones acertadas.
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