Orgullo nacional: Carla Notari, ganadora del Premio Internacional “Women in Nuclear”

El prestigioso galardón se otorga en reconocimiento a la trayectoria y compromiso en el sector nuclear. Este año, la comunidad internacional destacó a Carla Notari, decana del Instituto Dan Beninson (IDB) de la UNSAM

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Sonriente, humilde y predispuesta. Carla se apura a aclararme: "no soy doctora" y le da pudor cuando le pregunto por el premio. Me dice que prefiere pensar que se trata de una casualidad o, en todo caso, de un reconocimiento dirigido a todo un colectivo del que ella forma parte. "Hay muchas otras mujeres que lo merecen más que yo", me dice antes y durante la entrevista en los estudios de Infobae.

Lo cierto que Notari es dueña de una extensa carrera en la que fue protagonista de varios hitos de la historia de la ciencia y tecnología argentinas. Por ejemplo, fue parte del grupo de la CNEA que desarrolló la tecnología necesaria para que Atucha I pudiera duplicar el rendimiento del combustible de la central (al operar con uranio levemente enriquecido, en lugar de uranio natural).

El verdadero orgullo de Carla – que se revela en el momento en que se le iluminan los ojos y endereza la espalda – es el trabajo en la universidad y sus alumnos. Lo que le da satisfacción es poder contribuir a la formación de una nueva generación de científicos;  ayudar a formar recursos humanos altamente calificados que aporten al desarrollo de la tecnología,  la ciencia y la industria de su país, la Argentina.

Su visión estratégica ha sido esencial para el desarrollo de una planificación efectiva de la fuerza de trabajo en el sector nuclear argentino. Y como mujer que destaca en un ámbito dominado por hombres, es una fuente de inspiración y apoyo para lograr una distribución más equitativa de los puestos jerárquicos y de toma de decisiones en el ámbito de la ciencia en general y de la energia nuclear en particular.

Carla Notari, una vida dedicada
Carla Notari, una vida dedicada a contribuir a la ciencia y tecnología, desde Argentina

— Hace poco recibió un premio internacional muy prestigioso a mujeres que trabajan en energía nuclear. ¿Cómo la hizo sentir ese reconocimiento?

— La verdad es que los premios me producen un poco de escozor. En mi caso, me parece que hay muchas otras mujeres que trabajan en el área que merecen premios mucho más que yo. Lo tomé como un reconocimiento más global. Incluyéndome a mí dentro de un conjunto, de un colectivo de mujeres que trabajan en el área nuclear desde hace muchos años y que aportan, en todos los órdenes, su trabajo, su talento, su pujanza, y sin las cuales muchos proyectos no se hubieran podido concretar.

El terreno de las ingenierías, en general, es complejo para las mujeres. Pero yo creo que hay avances, y espero que los haya mucho más y más rápidos en el futuro.

— Hizo su carrera en un mundo muy masculino

— Sí, sí. En general en las instituciones – particularmente la Comisión de Energía Atómica donde yo desarrollé la mayor parte de mi carrera – hay altos porcentajes de varones; las mujeres constituimos un sector minoritario. En realidad, no tan minoritario en forma absoluta, pero sí con respecto al poder de la toma de decisiones. En los altos cargos la mayoría son varones. Eso forma parte de los problemas de género que hoy se abordan en forma más concreta y específica.

(gentileza UNSAM)
(gentileza UNSAM)

— ¿Qué la llevó a querer trabajar con reactores nucleares?

— Me atrajo que era una tecnología nueva, de punta. Era un área en la cual había muchos desafíos interesantes. Cuando me gradué de la Comisión Nacional de Energía Atómica hice allí mi último trabajo de la carrera y tuve la oportunidad de quedarme. Entonces puede ser parte de un proyecto que en ese momento era importante: el de reactores rápidos; un reactor acoplado térmico rápido que se proyectaba con Alemania. Esos fueron los primeros pasos para incursionar en este terreno.

— ¿Para qué sirve un reactor nuclear?  

— Para muchas cosas. La actividad económica más relevante es la de la producción de energía (nucleoeléctrica a través de las centrales nucleares). Pero también se utiliza para producir radioisótopos,aplicaciones industriales, aplicaciones en la salud. Prácticamente todas las tecnologías nucleares más novedosas en diagnóstico por imágenes y en terapia tienen que ver con la utilización de radiaciones y de radioisótopos.

También en temas de investigación básica. En áreas de física, química, tecnología, desarrollo de materiales nuevos, de nuevos combustibles. Es muy amplio el espectro de utilización.

— ¿Cuán importante es para un país desarrollar esta tecnología? Tanto en su posición en el mapa mundial como en su autonomía.

— Yo creo que es importantísimo, tanto el desarrollo de la tecnología, como la localización de las capacidades en un país. Eso me parece muy relevante. Argentina, a pesar de ser un país con un desarrollo económico intermedio, tiene una posición bastante relevante en el concierto mundial de naciones con esta tecnología.

“Argentina es un país relevante en
“Argentina es un país relevante en temas de tecnología nuclear”

— ¿A qué se refiere con la "localización de las capacidades" de un país?

— Me refiero a la importancia desarrollar los recursos localmente. Empezando por los recursos humanos que después desarrollan las nuevas técnicas, las nuevas tecnologías, los nuevos equipamientos, las nuevas máquinas.

Eso forma parte de esa visión de independencia tecnológica que la Argentina ha tenido muy tempranamente y que se desarrolló en el área nuclear con una institución única como es la Comisión de Energía Atómica que es la madre del sector nuclear, y de donde se desprendieron empresas y actividades que hoy conforman un conglomerado, un conjunto mucho más importante.

Es muy importante para el desarrollo y para el conocimiento. La tecnología nuclear deriva en muchas tecnologías subsidiarias. Particularmente, una central nuclear es una instalación complejísima que requiere el concurso de muchas tecnologías. Entonces se está frente a la necesidad de desarrollarlas.

Si bien un país como el nuestro comenzó comprando prácticamente "llave en mano" una central como es Atucha I, pero muy rápidamente se orientó hacia desarrollar localmente los insumos, los recursos que se requerían para el funcionamiento de esta central – que se puso crítica en el año 1973 y aún hoy funciona muy bien -.

Argentina se destaca en desarrollar
Argentina se destaca en desarrollar los insumos y recursos que se requieren para el funcionamiento de centrales nucleares

— ¿Qué inserción tiene en el futuro lo nuclear? ¿Seguirá siendo parte de las tecnologías que se están desarrollando o va a quedar un tanto relegada?

— Sin duda, si hablamos de las centrales nucleares en particular y de la nucleoelectricidad, y todas las fuentes de generación de energía en general. Si uno las mira históricamente han tenido un nacimiento, un crecimiento importante, han alcanzado una culminación, y luego han decaído. Ya sea por agotamiento de los recursos o bien porque han surgido nuevas tecnologías más interesantes desde el punto de vista de la economía, del impacto en el empleo, del impacto ambiental.

Es decir, la nucleoelectricidad va a seguir ese mismo camino, creo yo.  Pero aún tiene un largo recorrido por delante porque hoy es la única forma de generación con bajo impacto ambiental, y contribuye muy poco al efecto invernadero, comparable a energías renovables como la eólica.

Además, al ser una forma de generación de base – es decir, una central puede funcionar durante el año en una proporción del tiempo muy importante – es la única que puede reemplazar a los combustibles fósilesque son tan contaminantes y que constituyen hoy día la mayor parte de la generación eléctrica mundial.

— ¿Y qué pasa con los residuos y con los aspectos de seguridad?

— Sí. Pues son su talón de Aquiles. Sobre todo lo que tiene que ver con los residuos. Los accidentes son muy espectaculares pero han sido pocos. También es cierto que se han magnificado y distorsionado muchísimo. De ninguna manera quiero quitar la importancia del impacto de los dos que han sido más graves:Chernobyl en primer lugar y Fukushima; ambos con características muy diversas.

Esta foto fue tomada en 2017
Esta foto fue tomada en 2017 en la ciudad desierta de Pripyat, a 3 kilómetros de la planta de Chernobyl, Ucrania. Fue el hogar de  50.000 personas hasta la explosión del 26 de abril de 1986. (AP Photo / Efrem Lukatsky)

Chernobyl fue consecuencia de un grave error humano y tuvo que ver también con el diseño de la planta, con una serie de factores muy técnicos. Mientras que Fukushima fue el resultado de un evento natural ante el cual ninguna de las estructuras construidas en el entorno pudo soportar el sismo y el tsunami subsiguiente.

De todas maneras hubo una liberación de material radioactivo a la atmósfera importante. Vale decir que ninguno de los muertos del accidente de Fukushima tuvo que ver con el accidente nuclear. Con el tema de que la radiación en altas dosis produce un aumento de la probabilidad de  contraer cáncer en la población afectada, se ha demostrado en el caso de Fukushima, que el aumento de la probabilidad por esa liberación ha sido muy pequeña, en el sentido de que la población afectada de con cáncer está dentro de los márgenes de las fluctuaciones que sufren las estadísticas.

 
El origen del accidente en
El origen del accidente en la planta núclear de Fukushima fue un terremoto de 8,9 grados cerca de la costa noroeste de Japón. Ocurrió el día 11 de marzo de 2011 y es el más grave de la historia después del accidente nuclear de Chernobyl.

Creo que el gran problema son los residuos. Porque el residuo nuclear – particularmente el de alta actividad, que son los combustibles nucleares gastados – persisten durante miles de años. Y hay que mantenerlos durante miles de años aislados de la biósfera, del ambiente humano, hasta que llegan a tener un nivel de actividad comparable al que tiene el uranio de la mina, en la naturaleza.

Sobre ese foco, sobre ese punto hay mucha investigación en el mundo, hay varias alternativas de tratamiento de estos residuos para disminuir su peligrosidad y su duración en el tiempo. Como todas las tecnologías, todas tienen impacto ambiental.

— Poniendo en la balanza ¿Vale la pena seguir apostar a la energía nuclear?

— Indudablemente. Porque la tecnología nuclear exige un desarrollo de conocimiento  – que luego derrama a otras ciencias, a la industria, a la salud -. Permite formar recursos humanos altamente calificados y contribuir en forma positiva a la balanza comercial de un país.La contribución de las centrales nucleares argentinas en funcionamiento: Atucha I, Embalse – que ahora está siendo sometida a un proceso de prolongación de vida – y Atucha II, son muy importantes dentro de la generación eléctrica del país.

Para Notari el Talón de
Para Notari el Talón de Aquiles de esta tecnología son los residuos. Sin embargo, destaca sus múltiples aportes, especialmente en lo que aporta a la ciencia a la formación de recursos humanos calificados (gentileza UNSAM)

— Me dice que con los premios tiene un posición un poco distante. Pero ¿Qué le pasa  cuando ve que su trabajo tiene consecuencias concretas para todos los ciudadanos? Como, por ejemplo, la tecnología que lograron para Atucha y tantos mejoramientos que consiguieron a través de lo que hacen.

— Es satisfactorio. En general los científicos y los tecnólogos tenemos la ventaja de trabajar en algo que nos gusta. Eso lo que sostiene el trabajo, lo que nos hace un poco privilegiados en el campo laboral, en general. El reconocimiento es importante y bueno, uno por ahí se queda un poco sorprendido porque encima que me gusta, me lo reconocen (risas).

Pero yo creo que lo más importante, sobre todo en esta etapa de mi vida, es  la gestión universitaria y a tratar de insertar en el ambiente universitario los temas que se han desarrollado en la Argentina y que no tenían una cabida en el ámbito académico.

La formación de recursos humanos es lo que me parece lo más perdurable, lo más importante, lo más trascendente del trabajo. Transmitir, implementar todas las cosas que en este país complicado hay que implementar para darle continuidad a esta cadena, de generación en generación, con transmisión de conocimiento, eso es lo que me parece el broche de oro de cualquier carrera.

Notari es fundadora y decana
Notari es fundadora y decana del Instituto de Tecnología Nuclear Dan Beninson
 

 Carla Notari, una vida dedicada a la ciencia y a la tecnología:

. Miembro  del Grupo de Expertos Senior sobre Energía Nuclear (SAGNE) de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) desde 2003

. Titular del Consejo Académico de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) desde 2010, institución en la que fue designada investigadora consulta (2006) e investigadora consulta vitalicia (2011).

. Representante de la UNSAM ante el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) en temas relacionados con el campo nuclear.

. Directora entre 1999 y 2005 de la Maestría en Reactores Nucleares de la Universidad Nacional Tecnológica (UTN)

. Desde 2007 dirige la Especialización en Reactores Nucleares y Ciclo de Combustible del IDB. Gracias a sus iniciativas, esta institución hoy ofrece una amplia variedad de títulos en áreas vinculadas con la radioquímica, los reactores nucleares, el ciclo de combustible, la producción y utilización de radioisótopios, la dosimetría y la física de la radioterapia y la medicina nuclear.

. Profesora en diferentes universidades e institutos y  un ejemplo para los profesionales que trabajan en el campo nuclear, en toda nuestra región.

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