Cada vez son más los argentinos que se animan a dar un paso adelante para emprender llevando una idea novedosa como bandera. Los ejemplos abundan, la industria los apoya y las estadísticas los avalan. Las ideas argentinas, una vez más, demuestran que su valor no conoce límites.
En ese nuevo mundo emprendedor, las estrellas rutilantes son las Startups, empresas emergentes con ideas innovadoras que sobresalen en el mercado apoyadas por las nuevas tecnologías.
Los expertos definen a una Startup como una organización humana con gran capacidad de cambio, que desarrolla productos o servicios, de gran innovación, altamente deseados o requeridos por el mercado, donde su diseño y comercialización están orientados completamente al cliente.
Esta estructura suele operar con costos mínimos, pero obtiene ganancias que crecen exponencialmente, manteniendo una comunicación continua y abierta con los clientes, que se orienta a la masificación de sus ventas.
Si bien la palabra Startup es un concepto ligado a los negocios en la era digital, también se trata de una medida de tiempo. Así lo define Eduardo Morelos, director de Startupbootcamp Fintech México, quien ayuda a definir este concepto.
"Startup es una gran empresa en su etapa temprana; a diferencia de una Pyme, la Startup se basa en un negocio que será escalable más rápida y fácilmente, haciendo uso de tecnologías digitales", explicó.
Como su nombre lo indica, el término solamente aplica cuando el proyecto está en el arranque. Una vez que haya escalado dejará de llamarse Startup. Los principales gigantes tecnológicos, como Facebook, Google, Airbnb o Uber se iniciaron como Startups.
Roni Grosfeld, fundador y CEO de inlat — startups go global!, una "aceleradora boutique" especializada en el crecimiento para startups early stage de alto impacto, define a Infobae que "las startups tecnológicas en etapa inicial (conocidas en inglés como "early stage") suelen ser instituidas por individuos con mucho talento; en términos generales, tienen al menos un fundador brillante con background técnico".
Y agrega: "Más allá de la prueba de concepto o del Producto Mínimo Viable (MVP, por sus siglas en Inglés), tanto a corto como a mediano plazo sería mejor que las startups 'early stage', lleguen a ser autosustentables a través del modelo comercial tradicional, es decir aquel que se basa simplemente en vender con un margen de ganancia y crecer a partir del valor que el producto o servicio genera para sus clientes".
Y explica que pasar del estadio MVP a PyMe "es probablemente el momento más desafiante de un emprendimiento incipiente de ahí la importancia de tomar la mejor decisión posible". Y remarca que el modelo de crecimiento de las startups comúnmente aceptado se basa en recaudar dinero para acelerar el tiempo de lanzamiento del emprendimiento al mercado (Time-To-Market) y eventualmente, algún día a lo largo del camino, lograr el éxito soñado mediante una "exit strategyie".
"Dejando de lado el solitario planeta en el que se encuentran las 'startups unicornios' en este mundo, no es ningún secreto que solo el 10% (o menos) de las startups sobreviven después de sus dos primeros años de existencia y que muy pocas llegan a la tierra prometida. En las etapas iniciales, la recaudación de fondos puede significar usar los propios ahorros de los emprendedores u obtener el apoyo de amigos y familiares (también conocidos como inversores ángel)", sostiene Grosfeld.
Y señala el próximo pasó: "Casi inevitablemente, en algún punto y a medida que crezca la tracción del proyecto, aparecerá la tentación de aceptar unirse a valiosos programas de aceleración o permitir la inversión de individuos o compañías que eventualmente tomarán una participación societaria relativamente alta del negocio, incluso, antes del despegue. Por cierto, ¡puede que sea la decisión correcta! Pero mi llamado aquí es a recordar que todo se trata del momento adecuado, del valor percibido y de las alternativas disponibles (si las hay)".
¿Por qué motivos fracasan las startups?
La mortalidad de las startups es del 80% según Luis Martín Cabiedes, filósofo español con un Máster en Administración de Empresas, se dedica a invertir en empresas emergentes y sostiene que las 4 causas más frecuentes de fracaso de las startups tienen que ver con saltar al mercado antes de tiempo con una propuesta de valor débil gastando más de lo debido en la captación de clientes. Le sigue la falta de foco y el tercer motivo suele ser el uso de métricas mal calculadas. Por último, la inversión excesiva potencia los tres errores anteriores.
1- Producto insuficientemente validado: decenas de emprendedores suelen mostrar un exagerado sentido de la urgencia. La prisa que tienen por expandirse a otros segmentos, a otras geografías es inversamente proporcional al esfuerzo en el desarrollo del producto. Quieren conquistar los primeros 50 países ya, antes de que su producto esté realmente validado.
2- Falta de foco: son innumerables las startups que trabajan en varios productos y/o para varios segmentos de mercado o geografías. Lo que les dificulta concentrarse en vender en un solo campo de batalla.
3- Hacerse trampas al solitario: "En la guerra, la primera víctima es la verdad" recuerda indica el profesor Pedro Nueno en su libro "Reflotando la empresa". El primer síntoma de la crisis empresarial es el autoengaño y que las métricas suelen estar "cocinadas" para favorecer las interpretaciones del emprendedor. Esta es la principal razón por la que muchas empresas moribundas van saltando de ronda en ronda hasta la ronda final que nunca llega.
4- Exceso de inversión: el exceso de dinero permite cometer todos los errores anteriores. Más dinero para el emprendedor equivale a más presión y aunque pudiera parecer lo contrario, mayor probabilidad de fracaso.
Emprender siempre resulta un gran desafío. Desde el momento en que se toma la decisión de lanzar un negocio propio, son incontables la cantidad de aspectos a tener en cuenta para que se efectúe de manera exitosa.
Y en este aspecto, emprender en nuestro país resulta especialmente desafiante: la economía no siempre acompaña al desarrollo de la industria y uno de los eslabones que más golpeado se ve en estas circunstancias suele ser el emprendedor.
Sin embargo, a pesar de las circunstancias económicas, Argentina posee muchos intereses culturales y sociales, y es esa misma característica la que abre puertas a grandes ideas que finalmente derivan en emprendimientos novedosos. Saber identificar esas ideas y explotarlas con la creatividad, cintura y capacidad de adaptación propia de los argentinos es una de las claves para lograr crear un emprendimiento distinto y exitoso.
SEGUÍ LEYENDO:
El cofundador de Apple y el CEO de Twitter apuestan a que bitcoin sea la moneda mundial única
Cómo son los padres emprendedores de la era digital
El desafío de Emprender e Innovar desde el Agro para los próximos 20 años