Revolución verde: la tecnología capaz de generar electricidad y wifi de las plantas

La española Arkyne Technologies apuesta a un nuevo desarrollo cuya ambición es convertir a los bosques en las centrales eléctricas del futuro. Bajo los mismos principios, también puede brindar conectividad inalámbrica. La start up ya puso un pie en la Argentina

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¿Alguna vez imaginaste cargar el teléfono o conectarte a wifi con una planta?

Lo que a simple vista parece un adorno verde, minimalista y natural, resulta ser mucho más que eso. Bioo Lite inventó una nueva tecnología que brinda la posibilidad de utilizar a las hojas como paneles solares, naturales.

Pero el objetivo final es mucho más disruptivo aún: "proporcionar una nueva solución para problemas ambientales y energéticos, actuales y futuros, mediante el uso de plantas y espacios verdes, que se pueden encontrar en todas partes".

La nueva tecnología brinda la
La nueva tecnología brinda la posibilidad de utilizar a las hojas como paneles solares naturales

Con esa ambición y con las palabras del escritor Mark Amend, afirmó: "Las generaciones futuras no tendrán futuro si las generaciones actuales continúan viviendo en el pasado". Arkyne Technologies declara su propósito general como empresa. Nacida en Barcelona – y con un staff  multidisciplinario de especialistas en nanotecnología, ingeniería mecánica e industrial – su foco está puesto en la innovación de energías renovables, hardware de telecomunicación y desarrollo de software.

Arkyne llamó la atención del sector por el desarrollo de esta tecnología basada en un generador biológico que obtiene electricidad de la descomposición de sustancias orgánicas extraídas naturalmente de las plantas, sin causar daños a ningún organismo vivo.

Cualquier planta puede servir para ello, ya que lo que se requiere es su proceso de fotosíntesis. A las macetas de 11x11x11 cm,  Bioo Lite les incluye un puerto de carga USB 5V 1A conectado a una batería biológica dentro del recipiente, donde toda la energía acumulada se canaliza para un uso instantáneo. Incluso, el puerto USB está disimulado en una piedra para que no contraste con la estética natural.

La planta proporciona la energía
La planta proporciona la energía suficiente para abastecer un puerto USB, con el que se puede cargar un celular o tablet

En un proceso químico, las bacterias presentes en la tierra de la planta rompen los compuestos orgánicos liberando así electrones que viajan a través de nanocables. La electricidad resultante de este proceso proporciona la energía suficiente para abastecer un puerto USB, con el que se puede cargar un celular o tablet.

Según Arkyne Technologies, una sola planta en maceta puede producir de 3 a 40 vatios de potencia – de acuerdo a que especie sea y cuánto cuidado reciba -. Esto permite unas 3 cargas diarias, en una vida útil que supera los 5 años. Claro que, si la planta muere, el cargador deja de funcionar.

En Argentina, la empresa Two Brains Corp cuenta con la representación de Bioo-Lite. Su director ejecutivo, Pablo Rouco, le mostró el kit a Infobae y explicó que la estrategia inicial es propiciar su uso con fines educativos en establecimientos escolares públicos.

¿Pero cómo funciona?

Para producir electricidad de la naturaleza, Bioo desarrolló un kit que crea baterías biológicas capaces de obtener energía del agua, de la tierra y de las plantas; sin dañarlas. Lo que hace es aprovechar las sustancias que expelen por las raíces de forma natural tras la fotosíntesis, en un proceso que se denomina "Rizodeposición".

El equipo de Bioo desarrolló
El equipo de Bioo desarrolló un kit que crea baterías biológicas capaces de obtener energía del agua, de la tierra y de las plantas; sin dañarlas

Al hacer la rizodeposición, la planta libera por las raíces, moléculas de sustancias orgánicas compuestas principalmente por carbono (C) e hidrógeno (H). Las bacterias – que se encuentran en la propia tierra  de forma natural – buscan nutrirse del carbono (C) y, al hacerlo, rompen las moléculas en átomos simples. Así, los átomos de hidrógeno (H) que son liberados, se separan de su electrón (e-) en el proceso, lo que hace que estén cargados positivamente (H+).

Una vez que se ya se cuenta con una carga negativa y otra positiva, se puede generar una corriente eléctrica al cargar el cátodo positivamente y el ánodo negativamente, de forma automática.

El hidrógeno se desplaza de manera natural hacia el cátodo para juntarse con el oxígeno del exterior. Esto crea una reacción que combina ambas partes (O2 y H+), y da como resultando una pequeña cantidad de H2O en el exterior. Al pasar el hidrógeno cargado positivamente a través el cátodo, lo carga positivamente. Los electrones por otro lado son conducidos hacia el ánodo por la diferencia de potencial (una polaridad más negativa que la otra) que esto genera. Los electrones entonces viajan hacia el cátodo desde el ánodo generando corriente eléctrica, cerrando así el circuito completo.

El desarrollo de esta tecnología
El desarrollo de esta tecnología basada en un generador biológico, obtiene electricidad de la descomposición de sustancias orgánicas extraídas naturalmente de las plantas

Las macetas Bioo Lite se venden a un costo de 112 dólares, en algunos sitios de internet. En Argentina, "venderemos el Kit Bioo Ed a unos 3.800 pesos con IVA incluido"; calcula Rouco.

Wi Fi vegetal

Con los mismos principios, Bioo Pass usa la electricidad requerida para encender el LED del wifi-tag con una la planta. Se trata de una conectividad NFC compatible con todos los dispositivos Android que cuentan con este sistema. No requiere contraseña ni bajar una aplicación al celular para poder usarla; con solo acercar el teléfono a la maceta se da acceso a la red.

Una de sus ventajas es que provee un servicio estable, sin cortes, que funciona desde el día cero de instalación pero, sobre todo, ayuda a generar una mayor conciencia sobre la importancia de proteger la naturaleza y de visualizar todo lo que esta puede hacer por nosotros y por las ciudades del futuro.

El puerto USB está disimulado
El puerto USB está disimulado en una piedra debajo de la planta para que no contraste con la estética natural.

Los investigadores que hicieron posible este desarrollo afirman: "No queremos vender macetas. Tenemos una meta más grande. Nuestro objetivo es parte de una revolución que es cubrir al mundo con árboles. Si las plantas nos alimentaron en el pasado, alimentarán nuestras ciudades en el futuro."

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