Experimentar tener un dedo extra en la mano puede ser fascinante y de gran utilidad para llevar a cabo algunas tareas de una forma más rápida y eficiente. Y si ese dedo se trata de un pulgar, aún mejor, ya que es considerado el más funcional de todos.
Si tuviésemos dos pulgares en cada mano, es decir, doce dedos sería increíble para realizar tarea en una forma más rápida y eficiente. Como también lo sería ese dedo extra para personas que lo han perdido por algún accidente o malformación de nacimiento.
A esa lógica llegó Danielle Clode, una fotógrafa y diseñadora neozelandesa radicada en Londres, qu en los últimos años trabajó en el Proyecto del Tercer Pulgar y con esa tesis se graduó en una maestría de diseño de productos en el Royal College of Art británico.
El proyecto, que recibe el nombre de The Third Thumb (el tercer pulgar en español), se trata de una plataforma que permite controlar el pulgar adicional ejerciendo presión con los dedos del pie.
El sistema no necesita cables para funcionar, sino que lo hace de manera inalámbrica mediante conexión Bluetooth entre los sensores de presión y la prótesis de la mano.
"Un día, puse mis manos juntas y lo encontré muy interesante. Creando un efecto espejo de las manos, había algo extraño y agradable a la vez en ello. Hoy, encuentro el movimiento del pulgar muy impresionante. Es tan particularmente humano en su movimiento, y es realmente un gran desafío para fabricantes de prótesis el crear un pulgar", expresó la creativa en un video subido a YouTube.
A diferencia de los otros dedos de la mano, el pulgar humano tiene un movimiento realmente dinámico. Los movimientos opuestos que trabajan juntos hacen del pulgar el dedo más funcional. El tercer dedo pulgar reproduce estos movimientos usando dos motores que tiran contra la tensión natural de un material impreso 3d flexible.
Clode concibió este mecanismo como un sistema para extender las capacidades humanas, con un concepto de biohacking pero menos invasivo. Y es que un pulgar extra nos proporciona más y mejor capacidad de agarre, al mismo tiempo que nos permite realizar actividades complejas de un modo más veloz y eficaz.
El aparato funciona con motores internos controlados por dos sensores de presión instalados en los zapatos del usuario, debajo de los dedos de los pies, que se comunican al nuevo pulgar a través de conexión Bluetooth. El control de pie está inspirado en productos que ya tienen una fuerte conexión entre las manos y los pies. Por ejemplo conducir un coche, usar una máquina de coser, o tocar un piano.
El nuevo gadget se compone de varias partes. Por un lado está la prótesis, que se coloca ajustándola a la base de la palma de la mano. Estas piezas fueron fabricadas con una impresora 3D empleando un filamento flexible conocido como Ninjaflex. El pulgar está articulado gracias a un pequeño motor que se encuentra alojado en un dispositivo wearable similar a un reloj de pulsera.
Las reacciones de la gente que utiliza el Tercer Pulgar por primera vez han sido muy divertidas y asombrosas
Así, el "tercer pulgar" es un dedo adicional motorizado, controlable, diseñado para cualquier persona que desee extender sus capacidades naturales con el objeto de transportar más objetos, exprimir las naranjas más fuerte o tocar acordes complejos en la guitarra, entre otras cosas.
"De alguna manera nosotros nos transformamos (en prótesis) en la idea de reparar o reemplazar el cuerpo humano y eso no es lo que una prótesis hace. Lo que hace el aparato es extender las habilidades propias de quien las utiliza. Es un complemento del cuerpo", afirma Clode.
El proyecto Tercer Pulgar es todavía un prototipo, pero Clode sigue desarrollando su diseño en colaboración con el Colegio Universitario de Londres y con algunos neurocientíficos en su laboratorio de plasticidad cerebral.
"Estamos enfocados en qué está pasando en el cerebro cuando uno agrega un dedo digital a la mano. Estamos tratando de empujar los límites de estética en diseño de prótesis", concluyó la diseñadora.
SEGUÍ LEYENDO:
La conmovedora razón detrás del invento solidario de Gino Tubaro