"Es cierto que soy una mujer transgénero, y de alguna manera esperaba esta reacción. Nunca he intentado llamar la atención sobre mí por nada que no sea mi juego (… ) En términos de juego real, no hay – hasta donde yo sé – ninguna ventaja en nacer hombre o mujer. Pero incluso si la hubiera, ser transgénero significa nacer con el cerebro del sexo opuesto; entonces no tendría esa ventaja o desventaja. Todo lo que pido es que la gente sea respetuosa y se refiera a mí como 'ella' ".
Ésa fue una de las pocas veces que Sasha "Scarlett" Hostyn, habló sobre sí misma. Fue en respuesta a una polémica generada a partir de su participación en un torneo femenino de videojuegos. Para el descargo eligió el blog de sus fans. No le gusta hablar con la prensa. No es divismo, dicen, sino una timidez extrema. Su aversión a hacer declaraciones públicas llegó al punto de dejar plantado al célebre New Yorker en un encuentro con medios organizado durante el Red Bull Battle Grounds al que ella debía asistir. Sin rencores, el semanario no dudó en resaltar sus cualidades y proezas cibernéticas y aclamarla como "la mujer más lograda en eSports".
Un vez más, Scarlett vuelve a ser foco de atención por otra victoria histórica: se transformó en la primera mujer en ganar los Intel Extreme Masters, la gira mundial de videojuegos profesionales más antigua y uno de los eventos gamers más prestigiosos del mundo. Luego de tres días de competencia al StarCraft II, la gamer – y única participante femenina que clasificó para el torneo – se llevó el primer puesto, al vencer a uno de los mejores jugadores del mundo, Kim "sOs" Yoo Jin.
Rompiendo barreras
Sasha Hostyn no es la única jugadora y deportista transgénero que ha tenido que enfrentar diversos ataques por su condición. En el mundo del deporte – donde la gran mayoría de las competencias se organizan en masculino o femenino – a las atletas transexuales se les reprocha ventajas injustas debido a las diferencias fisiológicas con sus competidores.
Uno de los casos es el de la luchadora de artes marciales mixtas, Fallon Fox, quien confesó públicamente que había nacido hombre. A partir de allí, comenzó a recibir una lluvia de ataques y reclamos para que abandone el cuadrilátero para siempre. Las burlas vinieron también de los medios, especialmente de parte de Joe Rogan, un comediante y comentarista deportivo.
Así mismo, el primer jugador transgénero de la NCAA, Kye Allums, también fue víctima de acosos y de una invasión tan fuerte a su privacidad que lo sumió en la depresión y lo llevó al borde el suicidio. Hoy, logró sobreponerse y es un ícono de la defensa de los derecho del colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales).
Por su parte, Sasha "Scarlett" Hostyn no estuvo exenta de situaciones similares. Como es costumbre en la cultura de los gamers, Sasha lee todo lo que se escribe sobre su persona en los foros y blogs especializados. A su vez, el anonimato de internet y el uso de apodos o alias (muy habituales en los aficionados a los videojuegos) exacerbaron la crueldad en miles de mensajes insultantes que, según sostiene, no la desmoralizan.
A "la dama de las espadas", como la llaman sus fans, solo le importa su desempeño en el juego. ¿Valentía? Le sobra, en el ciberespacio y en la realidad. Porque, en un universo – que el especialista en gamers Simon Parkin describe como "misógino" – ella se animó a confesar que es transgénero. Y sin embargo, lo que la hizo famosa no fue su condición sino sus estrategias temerarias y audaces en el terreno del juego digital.
Prejuicios y más prejuicios
Ser mujer trans es solo uno de los varios prejuicios que debió afrontar. Sasha es profesional de un deporte que, para algunos, no es considerado como tal. Según John Skipper, presidente de ESPN, "los videojuegos no son un deporte, sino una competencia". Pero la visión puede mutar con el paso del tiempo. Timo Lumme, director general de Television and Marketing Services del Comité Olímpico Internacional (COI) indicó que: "Nos sentimos orgullosos de que Intel, nuestro socio olímpico mundial, lleve esta competencia a Pyeongchang, antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018. Después del Olympic Summit de la semana pasada, el COI explorará aún más la relación de los eSports con el Movimiento Olímpico".
Desde la justicia, también se suma un hito que conduce en esa dirección. Según informó The Guardian: "En julio de 2013, un gerente de eSports contrató a un abogado que hizo una campaña exitosa para que uno de sus jugadores obtuviera una visa de atleta estadounidense, lo que demuestra que, en efecto, el juego es reconocido como un deporte profesional."
Pero si hablamos de profesión, su trabajo de competir en videojuegos tampoco es bien visto socialmente. Sin embargo, muy pocos jóvenes de su edad logran ganancias similares a las de ella: Scarlett ingresó al Libro Record Guinness como la gamer femenina mejor paga de la historia. Cabe tener en cuenta que un atleta cibernético destacado puede llevarse hasta 200 mil dólares al año.
¿El record mundial de ganancias en un torneo de videojuegos? Más de 9 millones de dólares a manos del equipo chino Wings Gaming, cuando se consagraron campeones del International 6 MOBA categoría Dota 2.
Esta nueva realidad lleva a que muchos gamers vivan juntos en casas de entrenamiento donde se puede monitorear su dieta, horario e incluso su salud psicológica. Es que, si bien los deportes electrónicos son una actividad sedentaria, la tasa de acción por minuto (cantidad de clics del mouse y del teclado) es decisiva para jugar StarCraft II profesionalmente, ya que se trata de un juego muy exigente que requiere razonamiento matemático, mente ágil, diseño de estrategia y altos niveles de concentración.
Más que por su condición transgénero, a Sasha la discriminaron por ser "extranjera". Es que el StarCraft tiene tantos aficionados en Corea del Sur que se ha convertido en un deporte nacional, transmitido por las grandes cadenas de televisión y con torneos capaces de paralizar al país.
A pesar de ser un juego creado en California, EEUU; los grandes jugadores son coreanos. Es por eso que a "Scarlett" , incluso sus propios contrincantes la han menospreciado públicamente por su origen occidental. Hoy la llaman la "Kryptonita coreana" porque frente a ella los coreanos parecen perder sus poderes.
Pero no es magia, es solo que Sasha aplica en la vida real las mismas armas letales que la hacen casi invencible en el mundo virtual: su temple de acero, su pasión y su hambre de gloria.
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