Un informe internacional sobre el potencial impacto de la automatización nos lleva a hacernos una pregunta a mediano y a largo plazo: ¿Los robots robarán nuestros empleos?
La investigación de PwC se basó en el análisis de las tareas y habilidades involucradas en los trabajos de más de 200.000 trabajadores en 29 países.
La consultora internacional identifica tres "oleadas" de automatización entre el presente y mediados de 2030 y el impacto que tendrán en los trabajos. La educación será un factor clave de riesgo, ya que los humanos menos instruidos estarán en mayor peligro a largo plazo.
En promedio, la proporción de empleos con alto riesgo potencial de automatización se estima en sólo un 3% a principios de 2020, pero se eleva a casi un 20% a fines de 2020, y alrededor de un 30% a mediados de 2030.
Las tres olas
La ola algorítmica ya está en marcha e implica la automatización del análisis de datos estructurados y tareas digitales simples, como la calificación crediticia. Esta ola de innovación podría llegar al punto de madurez a principios de 2020.
La segunda ola de expansión también se encuentra en marcha, y es probable que llegue a su punto máximo de madurez en 2020. Se centra en la automatización de tareas repetibles y el intercambio de información, así como en el desarrollo de drones aéreos, robots en almacenes y vehículos semiautónomos.
En la tercera ola de autonomía, que podría llegar a su madurez a mediados de 2030, la IA (inteligencia artificial) podrá analizar datos de múltiples fuentes, tomar decisiones y realizar acciones físicas con poca o nula participación humana. En esta fase, por ejemplo, los vehículos no tripulados completamente autónomos podrían desplegarse a escala en toda la economía.
La siguiente tabla resume las estimaciones de la proporción de empleos que podrían verse afectados por estas tres olas y cómo podría variar para hombres y mujeres.
Mario A. Julio, socio de PwC Argentina y Gerente General de su Service Delivery Center comentó a Infobae que la automatización reemplazará diversas tareas repetitivas y rutinarias.
"Pero no necesariamente reemplazará puestos de trabajo. Aquí es donde las empresas responsables pueden proteger empleos dándoles otro carácter. La posibilidad de abandonar determinadas tareas para que sean ejecutadas por computadoras y/o robots, podría ser vista como algo amenazante pero también como algo motivador, ya que los talentos humanos podrán volcarse a tareas de mayor valor agregado, que generen motivación, donde las habilidades de liderazgo y el criterio profesional sean la clave y el gran diferenciador", explicó Julio.
Impactos potenciales por sector industrial
Según se deriva del informe, la proporción estimada de puestos de trabajo existentes con altas tasas potenciales de automatización a mediados de la década de 2030 varía ampliamente entre sectores de la industria, desde un promedio en todos los países del 52% para el transporte y el almacenamiento hasta solo el 8% para el sector educativo.
"Lo del transporte se debe a que los vehículos no tripulados se extienden a escala en todas las economías, pero esto será más evidente en la tercera ola de automatización autónoma. En el corto plazo, los sectores como los servicios financieros podrían tener mayor exposición a medida que los algoritmos aventajan a los humanos en una gama cada vez más amplia de tareas que involucran análisis de datos puros", agregó Julio.
Impactos potenciales por género, edad, educación
Los resultados más drásticos son aquellos por nivel de educación, con exposiciones mucho más bajas en promedio para los trabajadores altamente calificados, con títulos de posgrado o superiores, que para aquellos con niveles educativos bajos a medios.
A largo plazo, los trabajadores menos instruidos podrían estar particularmente expuestos a la automatización, haciendo hincapié en la importancia de una mayor inversión en el aprendizaje continuo y el perfeccionamiento en nuevas tareas.
Los trabajadores con nivel educativo más elevado tendrán mayor potencial para la adaptabilidad a los cambios tecnológicos, por ejemplo, en roles gerenciales que aún serán necesarios para aplicar el criterio humano, así como para diseñar y supervisar sistemas basados en inteligencia artificial. Dichos trabajadores deberían ver que sus salarios aumentan debido a los aumentos de productividad que estas nuevas tecnologías deberían proporcionar.
Las diferencias son menos marcadas por grupo de edad, aunque algunos trabajadores mayores podrían notar que es relativamente más difícil adaptarse y volver a capacitarse que los grupos de edad más jóvenes. Esto puede aplicar particularmente a los varones con menor instrucción a medida que avanzamos en la tercera ola de automatización autónoma, en áreas como vehículos sin conductor y otros trabajos manuales que, en la actualidad, tienen una proporción relativamente alta de trabajadores.
Sin embargo, las trabajadoras podrían verse más afectadas en las primeras olas de automatización que apliquen, por ejemplo, a los roles administrativos.
"A medida que la automatización y la IA sigan avanzando, las habilidades interpersonales se tornarán más y más relevantes Deberemos pensarnos a nosotros mismos como un conjunto de habilidades y capacidades, y ya no más como un determinado profesional universitario o rol", concluyó Julio.
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