Un equipo de entre dos y cuatro integrantes ingresa en una habitación. Disponen de 60 minutos para escapar. Una hora, parece mucho, pero los desafíos que se plantean en la sala lo convierten en un desafío contrarreloj. Quienes logran salir ganan. Quienes quedan encerrados pierden.
Infobae participó de la experiencia del nuevo Escape Room creado en conjunto por Google Argentina y Juegos Mentales. Los participantes que ingresen en la Sala DaVinci, ubicada en el Buenos Aires Design de Recoleta, reciben un smartphone para ingresar. En la tecnología está la gran novedad de la sala.
Cuando uno ingresa cuenta con una colección de aplicaciones creadas por Google que serán de vital importancia. El traductor para interpretar palabras y frases en extraños idiomas extranjeros, el StreetView que ofrece una vista en 360 grados de la habitación de Leonardo Da Vinci, Goggle que amplía información solo con el escaneo de distintas piezas, Skymap para explorar dimensiones desconocidas, entre otras.
Cuando la puerta se hace a un lado, se abre un microuniverso de misterio y enigmas ocultos ambientado en torno a DaVinci. La pregunta es instantánea: ¿Por dónde empezar? ¿Cómo destrabar el primer acertijo? A medida que la exploración avanza, se reconocen ciertos patrones. A su vez, a través de un chat, se reciben pistas que orientan a los jugadores.
La sala en cuestión cuesta $899 por equipo y tiene una dificultad de 8 sobre 10. Su complejidad es notoria. Por más que en principio parece tratarse de una habitación pequeña, esconde detrás de sí numerosos enigmas. Cada detalle tiene su razón de ser y se vincula con uno posterior. Se destraba un cajón, abre una puerta, facilita un elemento que será necesario para sortear el siguiente obstáculo.
Sin ánimos de anticipar de más, el juego no termina en la misma habitación que comienza. Los 60 minutos, que en un principio parecían tiempo de sobra, apremian. Los participantes deben apelar, además de al ingenio y las aplicaciones, a la rapidez para encontrar el misterioso libro de DaVinci que allí se encuentra. Y después escapar. Antes de que el reloj llegue a 0.
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