Más de 650 especies invasoras exóticas amenazan el hábitat y ponen en riesgo a la fauna y la flora autóctona

Son animales, plantas u otros organismos. Estas especies invasoras, sin predadores naturales, se expanden peligrosamente provocando un gran desequilibrio en el ecosistema

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Cuando de manera intencional o accidental una especie es introducida por el ser humano y luego ésta se dispersa en una nueva región se la denomina exótica invasora. Generalmente, terminan siendo muy dañinas para el ecosistema.

Según los datos que aporta la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación en Argentina ya fueron detectadas más de 650 especies invasoras. Muchas de estas especies fueron introducidas por el hombre, en la intención de obtener provecho económico, "incrementar" la cota local de caza deportiva, o combatir plagas que perjudicaban la agricultura o la ganadería.

Las especies invasoras fueron introducidas al ecosistema por el hombre con la intención de obtener un provecho económico o combatir plagas que perjudican a la agricultura o ganadería

La especie invasora suele ocupar de una manera muy rápida todos los ambientes que están a su alcance por una razón muy sencilla: no tiene predadores naturales.

Las especies invasoras suelen ocupar de una manera muy rápida todos los ambientes que están a su alcance porque no tienen predadores naturales
Las especies invasoras suelen ocupar de una manera muy rápida todos los ambientes que están a su alcance porque no tienen predadores naturales

Por eso en nuestro país especies como el jabalí, el ciervo colorado, el castor, el visón o la liebre se han expandido tanto y han ocasionado tantos perjuicios, sean éstos al medio ambiente o a la economía.

A nivel ecológico, se pierde mucha biodiversidad autóctona y se degradan los hábitats invadidos. A nivel económico, su impacto sobre la actividad agropecuaria y sobre la misma salud de la población suele ser muy negativa.

Las especies invasoras  hacen perder biodiversidad autóctona y degradan los hábitats invadidos. Subsisten porque no tienen predadores naturales

Detectar una invasión, controlarla y erradicarla es una tarea muy costosa que requiere de una gran responsabilidad del Estado pero, más que nada, de la toma de conciencia de la población y el compromiso de cada habitante. Para ello es fundamental que se comprenda que introducir una especie invasora es una acción más compleja y riesgosa que simplemente traer o regalar una plantita o un bichito simpático.

La liebre europea amenaza la supervivencia de la flora y fauna autóctona
La liebre europea amenaza la supervivencia de la flora y fauna autóctona

Existía hace muchas décadas la idea de que trasplantar una especie ayudaba a generar una mayor biodiversidad pero hoy está absolutamente comprobado que la introducción de animales y plantas exóticas, sin previo estudio de su impacto ambiental, amenaza seriamente la supervivencia de la fauna y flora autóctonas de un país. Se trata de un gran problema para el medio ambiente.

Numerosas organizaciones y también científicos y especialistas señalan que, por falta de conciencia y de legislación, nuestro país fue víctima durante muchas décadas de la llegada de cientos de especies invasoras.

Esos expertos sostienen también que la responsabilidad de luchar contra este contratiempo no es solo un tema de leyes y de funcionarios sino también de las ONG, el mundo académico, las empresas y, en última instancia, la ciudadanía.

El estornino pinto, el castor canadiense, el visón americano, la trucha arco iris, el jabalí, la rana toro, la ardilla de vientre rojo, la tortuga de orejas rojas son algunas de las especies invasoras

En este sentido hay que reconocer que en Argentina existe una falta de conocimiento palpable y flagrante por parte de la sociedad. La lucha más ardua en nuestro país se posa sobre las 12 especies que más daño están haciendo a nuestro hábitat, a saber: el estornino pinto, el castor canadiense, el visón americano, la trucha arco iris, el jabalí, la rana toro, la ardilla de vientre rojo, la tortuga de orejas rojas, el ciervo colorado, la liebre europea, el tamarisco y el caracol africano gigante.

El jabalí es otra de las especies animales más depredadoras que tiene el ecosistema
El jabalí es otra de las especies animales más depredadoras que tiene el ecosistema

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