Cuando parecía que Milán ya no tenía nada nuevo con que sorprender, vuelve a aparecer en escena haciendo honor a su reconocimiento como la capital mundial del diseño. La diseñadora Gabi López recorrió Torre, un edificio de nueve pisos, blanco y de concreto, cuya función es la de espacio de arte.
Inaugurado en 2018, es la última pieza de la gran obra de arquitectura del estudio OMA, que dirige el arquitecto holandés Rem Koolhaas. El proyecto combina siete edificios preexistentes con tres nuevos y es el resultado de la transformación de una antigua destilería de gin en un centro para las artes.
Las premisas que guiaron al estudio de arquitectura fueron la preservación y creación, en una interacción permanente entre la nueva y la vieja arquitectura.
El acceso es a través de un ascensor sorprendente, que tiene sus paredes recubiertas en ónix rosa. Se completa con detalles en oro mate y el fondo es una caja transparente que permite ver la ciudad a medida que el ascensor se eleva.
Sobre el proceso creativo Federico Pompignoli, cabeza del equipo de la reforma, aseguró: "Trabajamos codo a codo con Miuccia Prada al punto de transformarnos en un equipo donde ya no sabíamos quién es el arquitecto y quién el cliente. Fue algo bastante inusual para nosotros. Ellos muchas veces proponían ideas y conceptos que enriquecían el proyecto".
La excentricidad de la obra incluye que cada piso sea apenas más alto que el anterior, y que la orientación de las plantas se alternen entre vistas panorámicas de la ciudad hacia el norte y vistas más cerradas hacia el este y el oeste.
La "Torre" se ubica en un área fabril, donde la presencia del ferrocarril cortaba y aislaba esta parte de la ciudad. "Cuando llegamos todavía era un área virgen y probablemente la última parte original de Milán que aún no había sufrido la gentrificación. Creemos que este museo va a cambiar la zona, la arquitectura siempre genera algo nuevo", comentó Pompignoli.
De sus nueve pisos, seis son espacios de exhibición y completan una superficie total de dos mil metros cuadrados. Allí se exhibe la colección Atlas, curada por Miuccia Prada y Germano Celant, una selección de obras que incluye trabajos de Jeff Koons y Damien Hirst.
En el sexto piso se encuentra el restaurante, con vistas panorámicas de la ciudad y mobiliario original de los años cincuenta rescatado de un antiguo restaurante de la ciudad de Manhattan, en Nueva York. Además el edificio incluye gestos arquitectónicos que tienen conciencia ambiental: las paredes que revisten las escaleras con placas de OCB, la pintura sin terminar en los descansos y el mobiliario vintage.
Esta torre de 60 metros de altura es sin dudas un nuevo ícono del urbanismo en la ciudad Milán.
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