Las galletas son uno de los dulces más populares y versátiles en la gastronomía mundial. Con una historia que se remonta a siglos atrás, su evolución llevó a la creación de infinidad de variedades, desde las clásicas de chocolate hasta opciones más innovadoras como las de avena o sin gluten.
Estas delicias tienen una larga historia. Se cree que las primeras surgieron en Persia, alrededor del siglo VII, después de la invención del azúcar. Este pueblo fue el pionero en el uso de ingredientes como la miel y el azúcar en la repostería, y crearon dulces similares a las galletas modernas. Se expandieron por Europa durante la Edad Media y en la actualidad se consolidaron como un símbolo de comodidad y tradición en muchos hogares, ya que son el acompañamiento perfecto.
El Día Internacional de la Galleta, que se celebra cada 4 de diciembre, es una fecha especial que rinde homenaje a esta sabrosa tentación. Un momento que no solo festeja el placer de degustar esta delicia, sino también la creatividad que involucra su elaboración. Una oportunidad para recordar la importancia de compartir momentos dulces con amigos y familiares, además de explorar nuevas recetas y sabores.
Por qué se celebra el 4 de diciembre el Día Internacional de la galleta
El origen del Día Internacional de la Galleta no está del todo claro, pero se estima que fue instaurado a raíz del Día Nacional de la Galleta en Estados Unidos, que también se celebra el 4 de diciembre. La efeméride fue inspirada por la compañía Blue Chip Cookie, y se cree que se estableció en 1987 para rendir homenaje a las galletas en general y promover su consumo. La fecha fue elegida debido a que se encuentra cercana a las fiestas de fin de año, durante las cuales se suelen consumir dulces.
A lo largo del tiempo, esta efeméride ganó reconocimiento y popularidad, y muchos países adoptaron el 4 de diciembre como una fecha para disfrutar de este dulce tan querido. La celebración se expandió como una oportunidad para experimentar con diferentes recetas de galletas y compartirlas con amigos y familiares, convirtiéndose en una festividad global.
5 recetas rápidas y fáciles para disfrutar de las galletas en su día
Esta efeméride es la ocasión perfecta para disfrutar de la versatilidad y el sabor único del dulce. Ya sean galletas crujientes, suaves o rellenas, el día invita a explorar diferentes formas de prepararlas. Con unos pocos ingredientes básicos y creatividad, se puede dar rienda suelta a la imaginación y crear combinaciones que se adapten a todos los gustos.
1. Galletas de avena y manzana
Las galletas de avena y manzana son una opción nutritiva y deliciosa, ideal para quienes buscan un snack saludable. La combinación de avena, rica en fibra y nutrientes, con la manzana, que aporta vitaminas y dulzura natural, crea un tentempié perfecto para el desayuno, una merienda o incluso como postre ligero.
La receta, fácil y rápida, ganó popularidad en los últimos años dentro de las tendencias hacia una alimentación más equilibrada. Para prepararlas, se mezclan ingredientes secos como avena y harina integral con ingredientes húmedos como puré de manzana, miel y aceite de coco.
La masa se hornea por 12-15 minutos a 180 °C, y en total, el proceso toma aproximadamente 35 minutos. Se pueden agregar pasas y nueces como ingredientes opcionales.
2. Galletas de avena sin harina
Las galletas de avena sin harina ofrecen una alternativa saludable y sabrosa a las tradicionales. Al utilizar avena como ingrediente principal se pueden aprovechar sus beneficios para la salud. Además, la receta es versátil y permite añadir ingredientes como frutos secos, chocolate o pasas, por lo que se adapta a diferentes gustos.
Son perfectas para cualquier momento del día. La preparación es rápida y sencilla, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan un antojo dulce de última hora.
El proceso de elaboración no requiere harina, lo que da como resultado una masa más húmeda y pegajosa, que al hornearse se convierte en galletas crujientes por fuera y tiernas por dentro. En total, se necesitan aproximadamente 30 minutos para prepararlas. Además, se pueden almacenar en un recipiente hermético durante 5 días o refrigerarlas por hasta una semana.
3. Galletas de naranja
Estas galletas poseen una combinación de masa crujiente y el sabor fresco de la naranja. Su sencillez permite que sean ideales para hacer en familia, incluso con niños. Se preparan en aproximadamente 45 minutos, lo que incluye el tiempo para enfriar la masa y hornearlas, y rinde alrededor de 20 galletas medianas.
La receta requiere ingredientes básicos como mantequilla, azúcar, huevo, harina de trigo, polvo de hornear y jugo y ralladura de naranja. Este dulce tiene una tradición especial en repostería casera, especialmente durante festividades como la Navidad, y es posible hacer variaciones como añadir glaseado o trozos de chocolate.
Cada galleta contiene unas 80 calorías, 4 gramos de grasa, 10 gramos de carbohidratos y 5 gramos de azúcar. Se pueden conservar hasta cinco días en un recipiente hermético a temperatura ambiente o congelarse por hasta tres meses.
4. Galletas de avena y pasas de uva
Las galletas de avena y pasas de uva son de preparación que no requiere de batidora, lo que las convierte en una receta fácil de hacer. El tiempo total para realizarlas es de aproximadamente 30 minutos, distribuidos entre la mezcla de ingredientes, el horneado y el enfriado. Rinde unas 20 galletas medianas, perfectas para compartir en familia.
La receta básica lleva avena, harina de trigo, azúcar moreno, manteca derretida, huevo, esencia de vainilla, polvo de hornear, sal y pasas de uva. Tras mezclar los ingredientes secos y húmedos, se forma la masa, que se divide en bolitas y se hornea por 12-15 minutos a 180 °C.
Cada galleta contiene aproximadamente 120 calorías y puede conservarse en un recipiente hermético hasta 5 días a temperatura ambiente o una semana en la heladera.
5. Galletitas de limón
Las galletitas de limón son una opción clásica y para acompañar infusiones como el té o el café. Con su textura suave y ligeramente crujiente, junto con el toque refrescante del limón, se destacan por ser ligeras y deliciosas.
La receta tiene su origen en la tradición europea, donde el limón es un ingrediente popular en postres por su capacidad para equilibrar sabores y aportar frescura. Esta versión es ideal para quienes prefieren un postre no tan dulce, pero lleno de sabor.
Preparar estas galletas requiere de, aproximadamente, una hora. Se empieza mezclando la manteca con el azúcar hasta lograr una consistencia cremosa, y luego se incorporan los ingredientes secos junto con la ralladura y el jugo de limón. Tras reposar en la heladera durante 30 minutos, la masa se forma en bolitas, se aplastan ligeramente y se hornean durante 12 a 15 minutos a 180 °C. La receta rinde unas 30 galletas, y pueden conservarse hasta 5 días a temperatura ambiente o hasta 3 meses congeladas.