Amistades en la adolescencia: por qué son el cimiento secreto del bienestar en la vida adulta

Un estudio sobre la socialización de los jóvenes encontró que hacer amigos incide en la salud física y mental no solo del presente, sino también del futuro. Los detalles y el análisis de especialistas a Infobae

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Emily Shah, de la Universidad de Arkansas, destacó que la aceptación social percibida en la adolescencia temprana es crucial para predecir el bienestar adulto (Imagen Ilustrativa Infobae)
Emily Shah, de la Universidad de Arkansas, destacó que la aceptación social percibida en la adolescencia temprana es crucial para predecir el bienestar adulto (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un estudio sobre la socialización de los adolescentes reveló la influencia de las amistades en su bienestar a largo plazo. Según el equipo, estas relaciones desempeñan un papel fundamental en la salud física y mental futura, además de influir en la satisfacción profesional y romántica.

En el artículo publicado en Frontiers in Developmental Psychology, Emily Shah, de la Universidad de Arkansas, destacó el impacto de la aceptación social percibida durante la adolescencia. “La percepción que tiene un adolescente de la aceptación social que recibe de sus compañeros durante la adolescencia temprana es particularmente influyente a la hora de predecir el bienestar en la edad adulta”, afirmó Shah.

La investigación involucró a 184 estudiantes de una escuela secundaria de Estados Unidos, quienes fueron evaluados en dos momentos diferentes de su adolescencia: a los 13 o 14 años y luego a los 17 o 18. En estas etapas, se midió la calidad de sus amistades cercanas, la percepción de aceptación social y la simpatía que reportaban sus compañeros. Años más tarde, cuando los participantes tenían entre 28 y 30 años, fueron entrevistados nuevamente para evaluar su salud física y mental, satisfacción laboral, seguridad en sus relaciones románticas y experiencias de agresión.

El estudio también encontró que la calidad de las amistades en la adolescencia tardía tiene un impacto directo en la satisfacción laboral y la seguridad en las relaciones de la adultez (Imagen Ilustrativa Infobae)
El estudio también encontró que la calidad de las amistades en la adolescencia tardía tiene un impacto directo en la satisfacción laboral y la seguridad en las relaciones de la adultez (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los resultados fueron claros: la percepción de aceptación social durante la adolescencia temprana es un predictor poderoso del bienestar en la edad adulta. Aquellos adolescentes que sentían que eran apreciados por sus compañeros mostraron niveles más bajos de ansiedad social y agresión, mejor salud física, mayor satisfacción profesional y romántica, y una mayor conexión social en su vida adulta. Sin embargo, la simpatía reportada por los pares no fue un indicador significativo de su bienestar en el futuro, lo que sugiere que la autopercepción del adolescente sobre su éxito social tiene un peso más importante.

Shah enfatizó que, en la adolescencia tardía, la calidad de las amistades más íntimas se vuelve el factor más determinante en el bienestar adulto. Por su parte, el doctor David Szwedo, de la Universidad James Madison, otro de los autores, explicó que las amistades adolescentes permiten a los jóvenes aprender a mantener relaciones íntimas consensuadas.

“Las amistades durante la adolescencia brindan a los jóvenes una de sus primeras incursiones en relaciones íntimas consensuadas”, indicó Szwedo. “Como los amigos pueden ir y venir, las amistades son un contexto en el que los adolescentes deben desarrollar habilidades para mantener y hacer crecer la amistad o arriesgarse a perderla”, sumó.

Según un estudio publicado en Frontiers in Developmental Psychology, las amistades desarrolladas en la adolescencia temprana tienen un impacto significativo en la salud mental y física durante la vida adulta, y son fundamentales para reducir la ansiedad social y mejorar la conexión social (Imagen Ilustrativa Infobae)
Según un estudio publicado en Frontiers in Developmental Psychology, las amistades desarrolladas en la adolescencia temprana tienen un impacto significativo en la salud mental y física durante la vida adulta, y son fundamentales para reducir la ansiedad social y mejorar la conexión social (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otro aspecto relevante del estudio es que diferenciaron entre la influencia de las amistades según la etapa de la adolescencia. Mientras que en los más jóvenes que relevaron la aceptación social percibida fue fundamental para evitar problemas de salud relacionados con el estrés, en los mayores, las amistades cercanas predijeron una menor ansiedad social, mayor satisfacción en el trabajo y una mayor seguridad en sus relaciones románticas.

A pesar de los avances logrados, los investigadores reconocieron algunas limitaciones en el estudio. Por ejemplo, señalaron que la mayoría de los datos provienen de autoinformes, lo que puede influir en la precisión de las mediciones. Además, el estudio no contempló el impacto que la pandemia por el COVID-19 podría haber tenido en las interacciones sociales de los adolescentes y su bienestar a largo plazo.

Shah hizo hincapié en la importancia de comprender que los jóvenes están haciendo lo mejor que pueden frente a los desafíos actuales: “Quiero que los adolescentes sepan que no están solos. No es fácil ser adolescente en este mundo, y elijo creer que ellos están haciendo lo mejor que pueden con las habilidades que tienen”.

Por su parte, Szwedo señaló la importancia de que los cuidadores y padres mantengan un diálogo abierto con sus hijos sobre sus relaciones sociales. “Este estudio refuerza la importancia de que los cuidadores estén al tanto de la vida social de sus hijos hablando con ellos, con sus maestros y sabiendo con quién hablan en línea”, observó.

Los resultados del estudio señalaron que la percepción de aceptación social durante la adolescencia temprana es uno de los predictores más importantes del bienestar en la adultez (Imagen ilustrativa Infobae)
Los resultados del estudio señalaron que la percepción de aceptación social durante la adolescencia temprana es uno de los predictores más importantes del bienestar en la adultez (Imagen ilustrativa Infobae)

El valor de la amistad y las experiencias en grupo

Consultada por Infobae, Beatriz Goldberg, psicóloga, escritora y especialista en vínculos, subrayó la importancia de las amistades para la salud mental: “En general, para la salud mental es fundamental la amistad, porque levanta la autoestima, te da endorfinas y eso te hace sentir bien. Cuando no son amistades tóxicas, son amistades que yo llamo ‘vitaminas’: son vitaminas del alma”.

Goldberg destacó que estos vínculos, sostenidos en el tiempo, adquieren un valor especial porque “pertenecen a tu álbum emocional”. Al estar presentes en momentos clave de la vida, los amigos “conocen tu historia”. Para ella, es importante que ellos puedan estar presentes tanto en los buenos como en los malos momentos: “Un amigo te debe gustar en las dos facetas, cuando estás mal y cuando estás bien, y también tiene que poder verte crecer y ser saludable. Por eso yo lo llamo amigo vitamina”.

“La adolescencia es una etapa de gran movilización. Los adolescentes, para forjar su forma de ser y encontrar su lugar en el mundo, eligen amigos con quienes compatibilicen para compartir la vida”, explicó Goldberg. Y postuló que estas relaciones no solo refuerzan la autoestima, sino que son una base importante para evitar situaciones difíciles como el bullying. “El tema del bullying, por ejemplo, en la adolescencia, es muy fuerte porque le puede cerrar el camino a uno para un futuro de sentirse bien”, agregó.

El estudio concluyó que las amistades formadas durante la adolescencia, tanto en la adolescencia temprana como tardía, tienen una influencia significativa en la salud emocional y social en la adultez (Imagen ilustrativa Infobae)
El estudio concluyó que las amistades formadas durante la adolescencia, tanto en la adolescencia temprana como tardía, tienen una influencia significativa en la salud emocional y social en la adultez (Imagen ilustrativa Infobae)

La infancia también sienta las bases para estas conexiones: “Los primeros amigos te sientan las bases de la seguridad. Es como un espejo. Los padres son el primer espejo que tiene un chico para forjar su personalidad, pero los amigos también. En la adolescencia y en la primaria, los amigos son clave”, dijo Goldberg.

Otra experta que conversó con Infobae fue Alejandra Doretti, psicoanalista y psiquiatra de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). “Somos seres sociales desde muy temprano en la vida: los niños más pequeños descubren a sus pares tempranamente y se acercan para compartir, paulatinamente, la actividad principal de la infancia: el juego. A este ‘hacer con otro’ se va a sumar el ‘sentir con otro’ con el desarrollo de la empatía”, comentó.

Para Doretti, los adolescentes encuentran en sus amigos un espacio para compartir nuevas experiencias y enfrentar los desafíos emocionales de esta etapa. “Con ellos se acercarán al mundo y a todo lo nuevo que este les propone. Las primeras experiencias ocurren en grupo: deportes, salidas, viajes y también los primeros acercamientos físicos y amorosos”, detalló la especialista. Este proceso contribuye a la afirmación de la identidad, motivo por el cual los jóvenes pueden llegar, de cierto modo, a mimetizarse con su grupo en gustos musicales, formas de vestir y de pensar.

La investigación involucró a 184 adolescentes estadounidenses evaluados en dos momentos clave de su vida, entre los 13-14 años y los 17-18 años, para medir la calidad de sus amistades, la percepción de aceptación social y la simpatía que recibían de sus compañeros, con resultados reveladores a largo plazo (Imagen Ilustrativa Infobae)
La investigación involucró a 184 adolescentes estadounidenses evaluados en dos momentos clave de su vida, entre los 13-14 años y los 17-18 años, para medir la calidad de sus amistades, la percepción de aceptación social y la simpatía que recibían de sus compañeros, con resultados reveladores a largo plazo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Finalmente, Patricia O´Donnell, médica psiquiatra, psicoanalista y miembro de APA, precisó en diálogo con Infobae: “En la adolescencia hay una búsqueda de diferenciarse de los padres, al mismo tiempo que se van encontrando interlocutores sustitutos, como los amigos, con los que compartir actividades, pensamientos o secretos. La desvinculación con las figuras idealizadas de los padres de la infancia despierta sentimientos de soledad y desamparo. El adolescente debe elaborar el duelo por la pérdida de la niñez; y es importante que se formule nuevos proyectos para superar la depresión ante estas situaciones de pérdida”.

“Los amigos constituyen un sustituto de los vínculos primordiales con las figuras parentales que apuntan a llenar el vacío que el desasimiento provoca. La integración en grupos satisface las diversas funciones perdidas ya que otorga una identidad, surgen nuevas identificaciones y un lugar de pertenencia. Entre la infancia y la búsqueda de autonomía, la presencia de los amigos con quienes compartir los mismos códigos, intereses, problemáticas, ideales, gustos, estéticas, esperanzas y frustraciones, ocupan un lugar privilegiado. El pertenecer otorga un lugar de reconocimiento y valoración”, señaló O’Donnell.

Al tiempo que advirtió que la sostenida dificultad “para la integración social puede ser un signo de problemáticas posteriores”.

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