El regreso de Victoria’s Secret a las pasarelas en 2024 marca un momento importante para la marca de lencería, que ha buscado reinventarse tras una pausa de seis años. En un desfile que muchos consideran histórico, la firma ha decidido integrar en su evento a mujeres de diversas edades y tipos de belleza. La presencia de Kate Moss, una de las modelos más icónicas de los años 90, destacó por su contraste con el perfil tradicional de los “ángeles” de la marca, que solían encarnar un estándar de belleza hegemónico.
Con esta nueva edición del Victoria’s Secret Fashion Show, la marca pretende romper con su pasado y abrazar una visión más diversa, en un intento de adaptarse a las nuevas demandas de la industria de la moda.
La presencia de Kate Moss: un símbolo de cambio
La aparición de Kate Moss en la pasarela de Victoria’s Secret ha sido una de las sorpresas más comentadas del desfile. Su estilo característico, conocido como heroin chic, dominó la estética de los años 90, con su figura delgada y su look despreocupado.
Esto contrastaba abiertamente con la imagen de las modelos de Victoria’s Secret, que siempre apostaron por cuerpos curvilíneos, bronceados y altos. Sin embargo, su participación en el desfile de 2024 marca un punto de inflexión para la marca, que ha decidido incluirla para subrayar su nueva filosofía de inclusión.
Moss, quien nunca antes había desfilado para la marca, se mostró confiada y fue aplaudida por un público que reconoció su estatus de leyenda en la moda. Esta decisión de incluirla en el evento fue vista por muchos como un intento de Victoria’s Secret de cerrar la brecha entre las bellezas del pasado y las nuevas generaciones.
El desfile de Victoria’s Secret 2024 no solo fue una celebración de la diversidad corporal, sino también un claro ejemplo de la intergeneracionalidad en la moda.
Junto a Kate Moss desfiló su hija, Lila Moss, reflejando una tendencia creciente en la industria: la colaboración entre madres e hijas que comparten el gusto por la moda. Esta estrategia ha sido utilizada por diversas marcas para conectar con públicos de distintas edades, como en el caso de Kaia Gerber y Cindy Crawford para Zara. Al reunir a figuras de los 90 con nuevas caras de la moda, Victoria’s Secret busca alcanzar un espectro más amplio de espectadores, rompiendo así las barreras de edad que antes limitaban su audiencia.
La edición de 2024 del Victoria’s Secret Fashion Show también incluyó a modelos que superan los 50 años, como Cher, Carla Bruni y Eva Herzigova, buscando así enviar un mensaje claro: la belleza no tiene edad.
Esta apuesta por la inclusión de mujeres maduras busca romper con el edadismo que ha sido prevalente en la industria de la moda, donde tradicionalmente la juventud ha sido sobrevalorada. Aunque en los últimos años ha habido un esfuerzo por visibilizar a modelos mayores, la presencia de estas figuras en el desfile de Victoria’s Secret sigue siendo un acto poco común, lo que refuerza la idea de que el cambio aún está en proceso.
Sin embargo, esta apertura ha sido bien recibida por parte de quienes abogan por una mayor representación de todas las etapas de la vida en la moda, destacando que una mujer puede ser tan relevante y atractiva a los 50 como a los 30.
Victoria’s Secret: entre la tradición y la reinvención
El desfile de 2024 representa un cambio significativo en la estrategia de Victoria’s Secret, una marca que por años fue símbolo de un tipo de belleza específica, y que ha enfrentado duras críticas por su falta de diversidad.
La inclusión de modelos de distintos cuerpos y edades responde a la necesidad de actualizar su imagen y conectarse con las demandas de un público que valora la autenticidad y la representación.
Los expertos dicen que este retorno a las pasarelas busca posicionar a Victoria’s Secret no solo como un espectáculo visual, sino como una marca que entiende las transformaciones sociales y culturales que han redefinido el concepto de belleza.