La constipación es un problema de salud sumamente frecuente. Se estima que entre el 10% y el 20% de la población puede padecerla. Puede presentarse como un fenómeno aislado o asociado a otras enfermedades que deben ser diagnosticadas.
Por definición, la constipación es la dificultad en la evacuación de las deposiciones, la disminución de su frecuencia a menos de tres veces por semana, la sensación de evacuación incompleta o la necesidad de un sobreesfuerzo. Este conjunto de síntomas es lo que se entiende médicamente como constipación.
La constipación es más común en mujeres, especialmente durante el embarazo y la postmenopausia, debido a cuestiones hormonales. En los hombres, es menos frecuente, pero también puede estar vinculada a patologías subyacentes.
Cuando un médico brinda atención a un paciente con constipación no sólo evalúa esos síntomas; es esencial investigar la causa subyacente, que podría ser el síndrome de intestino irritable, hipotiroidismo (más común en mujeres), diabetes u otras enfermedades metabólicas y neurológicas, como el Parkinson.
También, ciertos medicamentos, como los antidepresivos, pueden provocar constipación.
El primer paso en el tratamiento es aumentar el volumen de las heces mediante el consumo de fibras. Las fibras se encuentran en frutas y verduras, así como en cereales integrales como el arroz integral, trigo, centeno, cebada, y frutos secos como nueces, almendras y avellanas.
La chía y el lino también son buenas fuentes. Es crucial acompañar el consumo de fibras con suficiente agua para facilitar su disolución y el tránsito intestinal.
Además, la actividad física regular, como caminar 30 minutos al día, es fundamental para mejorar el tránsito intestinal y puede cambiar significativamente la calidad de vida de quienes padecen constipación.
Las recomendaciones de Harvard para combatir el estreñimiento
Los expertos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard explican en la Harvard Health Publishing que el estreñimiento es un problema común que suele tomarse a la ligera, pero cuando no se puede ir al baño durante varios días, puede causar hinchazón y mal humor. Además, el esfuerzo constante al evacuar puede llevar a problemas más serios, como hemorroides o prolapso rectal.
Este problema afecta entre el 40% y el 60% de los adultos mayores, y aunque el envejecimiento no es directamente responsable, otros factores asociados, como la menor actividad física y ciertos medicamentos, sí contribuyen.
Una dieta rica en fibra es clave para combatir el estreñimiento, pues ayuda a mantener la regularidad intestinal. Es importante también mantenerse hidratado, consumiendo entre cuatro y seis vasos de líquido al día, preferentemente agua y jugos de frutas. La fibra beneficia al intestino al retener agua y ablandar las heces.
Más allá de la dieta, establecer un horario regular para ir al baño y evitar forzar durante la evacuación puede prevenir complicaciones como hemorroides.
Es fundamental consultar a un médico si los problemas persisten, ya que podría haber causas subyacentes más serias, como obstrucciones intestinales o enfermedades asociadas.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.