″No debí hacer eso”: ¿Cómo nuestras decisiones dependen de la perspectiva?

Se conoce como sesgo de encuadre y describe cómo nuestras elecciones están influenciadas por la manera en la que recibimos información. Cómo nuestra percepción afecta sobre lo que es “positivo” y “negativo”, y tres tips para evitar tomar decisiones irracionales

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¿Cuál de las dos líneas, que ves en el video, es más larga? Seguramente dijiste: la de abajo. Pero no, no es esa. Lo que sucede es que vos percibís la información que recibís de estas dos líneas de una manera diferente. La de abajo tiene los extremos hacia afuera, lo cual te hace pensar que es más larga. Pero, en realidad, son exactamente iguales.

Como cada lunes, en “No debí hacer eso” te invito a hablar de la cocina de nuestras decisiones y cómo podemos hacer para mejorarlas. Este efecto que viste en el video, tiene que ver con el sesgo que vamos a discutir hoy: el framing effect o sesgo de encuadre.

¿Qué es esto? Es nuestra tendencia a percibir la información de manera diferente según cómo se nos presenta. Cuando se nos presenta de una forma más positiva, tendemos a elegirla, mientras que cuando tiene un aspecto negativo, tendemos a rechazarla.

Las decisiones que tomamos a diario están influenciadas por cómo se nos presenta la información, un efecto que muestra la tendencia humana a buscar atajos mentales.
(Imagen ilustrativa Infobae)
Las decisiones que tomamos a diario están influenciadas por cómo se nos presenta la información, un efecto que muestra la tendencia humana a buscar atajos mentales. (Imagen ilustrativa Infobae)

Es decir, ante la misma información, cuando se presenta con una tendencia positiva, la elegimos, pero si tiene una tendencia negativa, preferimos evitarla.

Veamos un ejemplo. Vas a comprar una remera a $150, por poner un valor irrisorio, y ves que está en dos locales. Los dos tienen ofertas. En un local el cartel dice “descuento del 20%”, en el otro local dice “compra y te devolvemos $30 pesos”.

¿A cuál local vas a entrar? Seguramente al segundo. ¿Por qué? Porque $30 en el bolsillo en el momento es mucho más palpable y positivo que hacer la cuenta de cuánto es el 20% de $150. En realidad, estamos hablando de la misma cantidad ($30), pero la manera en que nos presentan la información afecta nuestro juicio.

La forma en que las ofertas o descuentos se presentan en un contexto comercial puede alterar nuestra percepción
(Imagen Ilustrativa Infobae)
La forma en que las ofertas o descuentos se presentan en un contexto comercial puede alterar nuestra percepción (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otro ejemplo: Bart, de Los Simpson, quería ser elegido presidente de su centro de estudiantes, y competía contra Martin, que era lo opuesto a él. Sabemos que Bart era un mal estudiante, pícaro, y se portaba mal.

¿Qué hizo Martin? Puso carteles que decían: “Un voto para Bart es un voto para la anarquía”. Bart, usando el sesgo de encuadre, resaltó Bart y anarquía, algo que para él era positivo, y lo utilizó a su favor frente al resto de los estudiantes.

Ahora bien, ¿por qué nuestras decisiones dependen de cómo se nos presenta la información? Hay al menos tres grandes respuestas para esto:

Nuestro cerebro busca constantemente ahorrar energía y recursos cognitivos, por lo tanto, utiliza atajos mentales como el sesgo de encuadre para tomar decisiones rápidas
(Imagen Ilustrativa Infobae)
Nuestro cerebro busca constantemente ahorrar energía y recursos cognitivos, por lo tanto, utiliza atajos mentales como el sesgo de encuadre para tomar decisiones rápidas (Imagen Ilustrativa Infobae)
  1. Nuestro cerebro siempre intenta ahorrar energía. Busca atajos para procesar la información. En la mayoría de las decisiones, esto nos sirve, porque es la manera que tenemos de sobrevivir el día a día, pero muchas veces nos lleva a cometer este tipo de errores, estos sesgos que nos hacen tomar decisiones menos racionales.
  2. Nuestras emociones: cuando la información está presentada de una manera positiva, nos genera emociones como optimismo y esperanza, que sabemos que son muy poderosas al momento de tomar decisiones. En cambio, cuando se presenta de manera negativa, nos genera ansiedad o desesperanza, y por eso tratamos de evitarla.
  3. La aversión a la pérdida, un concepto desarrollado por primera vez en 1979 por los psicólogos israelíes Daniel Kahneman y Amos Tversky. ¿Qué significa? Básicamente que odiamos perder, más que lo que nos gusta ganar. Así, el dolor de perder algo es mucho más fuerte que el placer de obtener una ganancia de igual valor. Por eso, si la información está presentada de una manera que resalta las pérdidas, es probable que tomemos decisiones más conservadoras o tratemos de evitar riesgos.
Cuando se nos presentan dos opciones aparentemente diferentes pero que en realidad implican el mismo valor numérico, tendemos a elegir la que se nos presenta de manera más clara y tangible
(Imagen Ilustrativa Infobae)
Cuando se nos presentan dos opciones aparentemente diferentes pero que en realidad implican el mismo valor numérico, tendemos a elegir la que se nos presenta de manera más clara y tangible (Imagen Ilustrativa Infobae)

Supongamos que vas al médico buscando tratamiento para una enfermedad y te presentan la información así: “Si haces este tratamiento, tenés un 70% de probabilidad de curarte”. Y en otro caso, te dicen: “Si haces este tratamiento, tenés un 30% de probabilidad de que no pase nada y sigas con la misma enfermedad”.

¿Cuál de los dos tratamientos elegirías? Como está probado a través de diferentes experimentos, la mayoría elegiría el primero, que tiene un encuadre positivo, aunque es exactamente la misma probabilidad.

Para que el marco no sea más importante que el contenido, te dejo tres consejos para luchar contra esto.

El sesgo de encuadre afecta incluso decisiones médicas: aunque es la misma información, la presentación negativa tiende a influir de manera diferente. 
(Imagen Ilustrativa Infobae)
El sesgo de encuadre afecta incluso decisiones médicas: aunque es la misma información, la presentación negativa tiende a influir de manera diferente. (Imagen Ilustrativa Infobae)
  1. Hacé una lista clara de los pros y contras de esa decisión que vas a tomar. Es muy importante que sepas cuáles son las desventajas y ventajas de ese escenario puntual que querés elegir, para no ser víctima del framing.
  2. Tomá un espacio para reflexionar sobre cómo te están presentando la información. ¿Qué información falta? ¿De qué otra manera se podría encuadrar?
  3. Pedí tiempo. Muchas veces, cuando estamos acorralados con un deadline, tendemos a tomar decisiones apresuradas que no son las mejores. Es importante pedir un día más o unas horas para reflexionar y hacer lista.
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