El eclipse solar anular que fue visible desde el sur de la Argentina se coronó como el evento astronómico del año tanto para expertos, como para los aficionados. La Luna cubrió el disco solar de manera tal que creó un “anillo de fuego” en el cielo patagónico durante unos minutos. Infobae fue testigo privilegiado de esta situación.
Las condiciones climáticas óptimas permitieron contemplar el impactante fenómeno desde el Parque Nacional Patagonia, específicamente en el área de La Ascensión, en la cual la Administración de Parques Nacionales, bajo la dirección de Cristian Larsen, organizó la observación del eclipse en colaboración con otras entidades.
Desde allí, Infobae, con imágenes exclusivas, logró captar a la emoción y el minuto a minuto de cómo se vivió este espectáculo astronómico en todo su esplendor, ya que este parque fue uno de los mejores lugares para admirar la alineación.
El acontecimiento comenzó alrededor de las 16:30 hs, cuando la Luna inició su paso frente al Sol. A partir de ese momento, todas las miradas se dirigieron al cielo.
Para observar el fenómeno de manera segura, las personas utilizaron anteojos para eclipse que cumplen con la norma internacional ISO 12312-2. Las gafas poseen filtros solares especiales que protegen a los ojos de posibles daños irreversibles a la retina.
Si bien el eclipse se pudo apreciar a simple vista, grupos de expertos y aficionados de la astronomía asistieron con telescopios para observar la alineación en detalle.
El trayecto de la sombra de la Luna, conocido como franja de la anularidad, siguió un camino de 130 kilómetros de ancho que comenzó en el océano Pacífico y atravesó el norte de la provincia de Santa Cruz.
Fue un fenómeno de gran difusión en todo el país y cientos de personas se movilizaron hacia la Patagonia para contemplar la alineación cósmica.
Además de ser un espectáculo fascinante para los aficionados, estos fenómenos permiten a los científicos analizar con detalle las relaciones entre planetas, lunas y estrellas.
En múltiples parques y reservas de la provincia de Santa Cruz se ofrecieron actividades al aire libre y charlas educativas organizadas por la Administración de Parques Nacionales los días previos al eclipse.
Grupos de expertos del Planetario Galileo Galilei de la Ciudad de Buenos Aires y del Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO) asistieron a la estancia La Ascensión con equipos de observación especializados para captar y difundir imágenes del evento. Además, brindaron gafas para observar el eclipse a los concurrentes.
Debido a que estos fenómenos astronómicos no suelen ser visibles con frecuencia en un mismo territorio, la experiencia de admirar un eclipse solar anular es única.
El “anillo de fuego” fue visible durante unos pocos minutos cerca de las 17:25 hs. En su punto máximo, la Luna creó un efecto visual único en el cielo patagónico.
La peculiar forma de aro de luz se debe a que el satélite terrestre se encuentra en su punto más lejano de la Tierra, el apogeo, por lo que su tamaño aparente es menor y no logra tapar el Sol por completo.
La antumbra es la sombra que generó la Luna durante el eclipse anular. Es una extensión de la umbra, la parte más oscura de la sombra, cuya característica particular es que está rodeada por la luz solar visible alrededor del contorno del satélite.
De esta manera, el satélite logró una disminución en la luminosidad que se percibió desde la Tierra. El brillo tenue brindó una atmósfera especial en La Ascensión y en otros sitios, como las ciudades de Puerto Deseado y Puerto San Julián, en donde se pudo apreciar el eclipse en todo su esplendor.
El eclipse, debido a la curvatura de la Tierra, en otras regiones del país se vio de manera parcial. En las zonas al norte de la franja de la anularidad, la Luna cubrió un menor porcentaje del Sol.
Los dispositivos adecuados para observar y tomar imágenes del eclipse debieron contar con los filtros solares necesarios para evitar graves daños a la vista. De no ser así, estos instrumentos concentran la luz solar y pueden causar daño ocular de forma instantánea.
Una opción alternativa para ver el eclipse de manera segura fue el utilizar un proyector estenopeico, un dispositivo sencillo basado en el principio de la cámara oscura. Este método de observación indirecta, como su nombre lo indica, no implica mirar directamente al Sol.
*Fotos: Matías Arbotto y AFP