Buenos Aires al ritmo de la Maratón: así se vivieron los 42 kilómetros que desafiaron al espíritu runner

Desde la clásica largada en Figueroa Alcorta y Dorrego, más de 14 mil atletas se congregaron para recorrer las calles porteñas en el primer domingo de la primavera. Un repaso por los podios y cómo les fue a los argentinos

Guardar
La intersección de Figueroa Alcorta y Dorrego fue testigo de la largada de más de 14.000 corredores en la Maratón de Buenos Aires, el clima primaveral y la energía de los participantes convirtieron la mañana en una fiesta deportiva inolvidable (Gastón Taylor)
La intersección de Figueroa Alcorta y Dorrego fue testigo de la largada de más de 14.000 corredores en la Maratón de Buenos Aires, el clima primaveral y la energía de los participantes convirtieron la mañana en una fiesta deportiva inolvidable (Gastón Taylor)

La ciudad despertó con la luz suave y la energía de la primavera. En la mañana de este domingo 22 de septiembre, Buenos Aires se convirtió en el epicentro de una celebración deportiva que reunió a más de 14.000 corredores provenientes de todo el planeta. La intersección de las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego, habitualmente ocupada por el tráfico incesante, fue escenario de una marea humana dispuesta a superar sus propios límites en la Maratón 42 K de Buenos Aires.

El Sol, apenas visible entre las copas de los árboles, anunciaba el inicio de una jornada histórica. Las primeras horas del día no trajeron frío invernal, sino una brisa fresca que contrastó con el calor de los cuerpos en movimiento. Atletas de todos los niveles se agolparon cerca de la línea de salida, desde los élite hasta aquellos que simplemente querían ser parte de una experiencia única.

Los colores de las camisetas y las zapatillas destacaron sobre el pavimento, creando un mosaico vibrante que representó la diversidad y el entusiasmo de los participantes. A su alrededor, Buenos Aires permaneció en silencio, expectante, como si la ciudad misma supiera que estaba por suceder algo importante.

Así se vivieron los 42 kilómetros de la Maratón de Buenos Aires

Más de 180 grupos de running provenientes de diversas provincias y países participaron en la Maratón de Buenos Aires, consolidando la unión y el espíritu de equipo como una característica clave del evento que reunió a miles de corredores (Jaime Olivos)
Más de 180 grupos de running provenientes de diversas provincias y países participaron en la Maratón de Buenos Aires, consolidando la unión y el espíritu de equipo como una característica clave del evento que reunió a miles de corredores (Jaime Olivos)

La jornada comenzó a las 5:30 de la mañana con una apertura musical que dio el primer empuje de energía a los corredores y espectadores que ya comenzaban a congregarse. A las 5:45, los locutores tomaron el escenario para dar inicio oficial al evento, mientras los accesos por corrales se abrieron para que los atletas se ubicaran en sus posiciones. La emoción fue en aumento cuando, a las 6:28, la Banda del Ejército interpretó una pieza instrumental que culminó a las 6:35 con la interpretación del himno nacional y el despliegue de la bandera argentina.

A las 7 de la mañana, el sonido clásico de la salida rompió la quietud. Los corredores se lanzaron a las calles, ocupando un espacio que normalmente pertenece a los autos y colectivos. La avenida Figueroa Alcorta, el Obelisco, la Recoleta y otros sitios emblemáticos se transformaron en un escenario en el que cada paso marcó la búsqueda de un logro personal.

La previa de la largada, uno de los momentos más emblemáticos de la jornada
La previa de la largada, uno de los momentos más emblemáticos de la jornada

En la categoría masculina, el keniano Bethwell Yegon se coronó campeón con un tiempo de 2 horas, 9 minutos y 4 segundos (02:09:04, según se notifica). Lo siguió su compatriota Saina Emmanuel Kipkemboi, quien completó la carrera en 02:09:16. El tercer lugar fue para otro corredor de Kenia, Eliasa Kibet, con un tiempo de 02:11:36.

En la competencia femenina, la victoria fue para la etíope Yenenesh Dinkesa, quien celebraba su cumpleaños y cruzó la meta en 02:27:15. El podio femenino lo completaron dos kenianas: Rodah Jepkorir Tanui, segunda con un tiempo de 02:28:56, y Caroline Jepchirchir, tercera con 02:30:23.

El trazado del maratón, reconocido por ser uno de los más rápidos de América Latina, permitió a los corredores alcanzar grandes marcas.

La Maratón de Buenos Aires 2024 no solo premió a los más rápidos, sino que también reconoció el esfuerzo de todos los participantes que cruzaron la meta
La Maratón de Buenos Aires 2024 no solo premió a los más rápidos, sino que también reconoció el esfuerzo de todos los participantes que cruzaron la meta

La planificación minuciosa del circuito, completamente plano y a nivel del mar, ofreció condiciones ideales para obtener tiempos excepcionales. Esta fue una de las razones por las que tantos atletas internacionales eligieron Buenos Aires como el lugar para desafiar sus propios récords.

Entre los corredores nacionales, Ignacio Erario siempre llega a estas citas como candidato. Marcela Gómez, en la categoría femenina, también tiene su una huella imborrable.

Este año, también se celebró el Campeonato Sudamericano de Maratón, que ya ha tenido lugar en Buenos Aires en cuatro ocasiones anteriores: 2009, 2013, 2018 y 2019. El peruano Ulises Martín Ambrosio se coronó como ganador en esta edición con un tiempo de 02:17:43, seguido por el argentino Nacho Erario, quien terminó en 02:18:01. El tercer puesto fue para el paraguayo Derlys Ramón Ayala, con un tiempo de 02:18:43.

En la categoría femenina, la misionera Chiara Milena Mainetti se llevó el primer lugar con un tiempo de 02:34:50. Le siguieron la paraguaya María Fátima Vázquez, con 02:44:19, y la argentina Marcela Cristina Gómez, quien finalizó en 02:46:05.

Los últimos kilómetros de la Maratón 42 K fueron una prueba de resistencia física y mental, las caras de los corredores reflejaron el esfuerzo mientras luchaban por cruzar la línea de meta en Figueroa Alcorta, impulsados por su determinación
Los últimos kilómetros de la Maratón 42 K fueron una prueba de resistencia física y mental, las caras de los corredores reflejaron el esfuerzo mientras luchaban por cruzar la línea de meta en Figueroa Alcorta, impulsados por su determinación

No obstante, el público fue, sin duda, uno de los grandes protagonistas de la jornada. Las veredas de Palermo, la Recoleta y el microcentro se llenaron de espectadores que, con aplausos y gritos de aliento, acompañaron a los corredores en cada tramo.

Familias, amigos y curiosos no solo observaron, sino que también formaron parte de la fiesta. Las sonrisas y los gestos de apoyo crearon un ambiente de camaradería que contrastó con la intensidad de la competición.

Los últimos kilómetros fueron una prueba de resistencia. Las caras de los corredores, marcadas por el esfuerzo, reflejaron la lucha interna que cada uno libró para llegar a la meta. Las piernas pesaban, el sudor corría y la tentación de detenerse apareció más de una vez. Pero ninguno cedió. La línea de llegada en Figueroa Alcorta fue un imán que atrajo a cada participante, recordándoles por qué estaban allí.

El evento deportivo tiene 40 años de historia
El evento deportivo tiene 40 años de historia

La llegada de los primeros corredores fue una explosión de emoción. Los aplausos resonaron más fuertes que nunca, celebrando no solo a los ganadores, sino a todos los que lograron cruzar la meta. Para muchos, la medalla que colgó de sus cuellos no fue solo un trofeo, sino la confirmación de que habían vencido sus propios miedos y límites.

La ceremonia de premiación estuvo cargada de simbolismo. Abel Antón, bicampeón mundial de maratón, compartió el escenario con Florencia Borelli, maratonista olímpica argentina, en un acto que unió a dos generaciones de atletas.

El clima fue ideal para el desarrollo de la carrera: cielo despejado y una brisa fresca y primaveral
El clima fue ideal para el desarrollo de la carrera: cielo despejado y una brisa fresca y primaveral

Las medallas no solo premiaron a los más rápidos, sino que también reconocieron el esfuerzo de cada uno de los corredores que, sin importar su tiempo, completaron el recorrido.

Los equipos de running, una característica distintiva de este evento, agregaron una dosis extra de emoción. Más de 180 grupos, provenientes de distintas provincias y países, se reunieron en Buenos Aires para vivir una experiencia colectiva. Juntos, superaron el cansancio y las dificultades, encontrando en la unión la fuerza para seguir adelante.

El Obelisco, testigo icónico de esta carrera
El Obelisco, testigo icónico de esta carrera

El diseño de la medalla, creado por estudiantes de la Escuela Técnica Raggio, fue uno de los elementos más comentados de la jornada. Guadalupe Papa Triñanez, la ganadora del concurso, logró capturar el espíritu de la maratón en un diseño que combinó tradición y modernidad. Los corredores lucieron con orgullo su medalla, conscientes de que llevaban consigo un pedazo de historia.

El maratón de Buenos Aires, en su 40º edición, no solo fue una celebración del deporte, sino también un homenaje a la ciudad que lo albergó. Las calles porteñas, que tantas veces son testigos de la rutina diaria, se convirtieron en el escenario de una épica personal para cada corredor. La ciudad misma pareció haber absorbido la energía de los participantes, dejándola impregnada en sus avenidas y parques.

El recorrido lleva a los atletas por sitios icónicos de la capital argentina
El recorrido lleva a los atletas por sitios icónicos de la capital argentina

Al caer la tarde, mientras los últimos corredores se retiraban y los organizadores desmantelaban las estructuras, quedó un sentimiento de satisfacción en el aire. Buenos Aires, como tantas veces en su historia, fue testigo de un evento que unió a personas de diferentes partes del mundo en una misma causa: desafiar sus propios límites.

Para los que participaron, este maratón será recordado no solo por la victoria o el tiempo final, sino por los momentos compartidos, por las dificultades superadas y por el privilegio de haber formado parte de algo más grande que ellos mismos.

El público acompañó y aplaudió cada paso de los corredores
El público acompañó y aplaudió cada paso de los corredores

Mientras tanto, la ciudad volverá a esperar, paciente, a la próxima primavera, cuando nuevamente los corredores tomen sus calles.

* Fotos: Jaime Olivos y Gastón Taylor

Guardar