La cuarta jornada de BAFWEEK Primavera-Verano 2025 presentó tres colecciones que exploraron temas de relevancia cultural, desde la absorción de subculturas hasta el equilibrio entre lo lúdico y lo técnico. Bullbenny, Bob Honors para JT, y Sofía Sarkany ofrecieron visiones únicas y originales, cada una con su sello personal en esta edición tan esperada de la Semana de la Moda en Buenos Aires.
Bullbenny, conocida por su visión crítica y conceptual, cerró la jornada con su colección titulada La Réplica, una exploración profunda de la homogenización de la identidad y la inevitable absorción de toda subcultura por parte del sistema.
En esta propuesta, Bullbenny abordó temas como la eliminación de los espacios secretos e íntimos y la constante exposición en una sociedad hiperconectada.
La colección se sustentó en la idea de la réplica como un acto inevitable, resultado de la imposibilidad de concebir algo nuevo en un contexto donde todo fue absorbido y asimilado por el mercado.
La Réplica es una colección, a la vez que un manifiesto sobre la cultura contemporánea. Bullbenny destacó la “fagocitación sistemática” de cualquier elemento social disidente, una realidad donde cualquier influencia subversiva es rápidamente absorbida, neutralizada y reproducida en masa.
En esta línea, la marca hizo un paralelismo entre el consumo voraz y la extracción “paleontológica” de influencias pasadas, y utilizó esta analogía para subrayar cómo las subculturas del pasado, que antes eran espacios secretos y de resistencia, ahora han sido convertidas en productos consumibles.
A través de una paleta austera y materiales reciclados, Bullbenny articuló una crítica contundente al estado actual de la moda y la cultura, donde la creación genuina ha sido reemplazada por una perpetuación de lo socialmente relevante, pero vacía de originalidad.
Por su parte, Bob Honors, con su primera colección para JT, adoptó un enfoque más lúdico y dinámico.
Inspirado en el universo del golf, Honors fusionó las peripecias técnicas y estéticas de este deporte con un diseño de moda que equilibró funcionalidad y creatividad.
Presentada bajo el nombre Brutal!, la colección desafió los límites tradicionales de la indumentaria deportiva y logró integrar una compleja interacción de elementos tecnológicos y simbólicos propios del golf, llevándolos al terreno de la moda.
Este deporte, conocido por su precisión y su aire de exclusividad, sirvió como inspiración para una serie de más de cuarenta piezas que desafiaron los convencionalismos del diseño de moda deportiva.
Honors logró combinar la meticulosidad del golf con un enfoque lúdico y experimental, transformando elementos técnicos en declaraciones de estilo.
Para esta colección, el diseñador utilizó el swing, un movimiento característico del golf, como metáfora visual y técnica. Este gesto paraboloide, de complejidad anatómica y armonía estética, se trasladó a las molderías rotativas de las prendas, que se adherían al cuerpo en espirales, generando un efecto envolvente y dinámico.
Las piezas, aunque ajustadas en algunas zonas, también jugaron con volúmenes más sueltos y cajas holgadas, creando un contraste entre lo ceñido y lo relajado.
Las costuras se dirigieron a un punto común, como una emulación de la precisión de un disparo, mientras que las pinzas trazaron trayectorias curvas en distintos tamaños e intensidades, añadiendo dinamismo y fluidez al diseño.
La elección de tejidos en la colección de Honors fue igualmente destacable. El piqué, material clásico en el golf, fue utilizado como elemento constructivo, mientras que el escocés apareció en varias versiones, añadiendo textura y profundidad a la propuesta.
La colección de JT fue un despliegue de creatividad, con la incorporación de detalles icónicos del golf, como el rombo y el piqué, que se integraron en las prendas de forma armónica.
La propuesta cromática, dominada por tonos pastel con toques de rojo como contrapunto, brindó un equilibrio visual que resaltó tanto lo técnico como lo estético.
El uso del escocés como patrón, en diferentes versiones, y la combinación de tejidos clásicos del golf con materiales contemporáneos fueron clave para lograr una colección fresca y disruptiva.
Bob Honors llevó al límite la relación entre la indumentaria deportiva y la moda de alta costura, ofreciendo una colección que no solo destacó por su complejidad técnica, sino también por su capacidad de reinterpretar un universo ajeno al ámbito de la moda de pasarela.
Otra de las colecciones que dejó su huella en esta jornada fue la de Sofía Sarkany, quien presentó Libertà en el Museo Larreta.
Inspirada en el verano italiano y el concepto de “dolce far niente” (el placer de no hacer nada), esta colección celebró la individualidad y la belleza de lo único. Sofía Sarkany propuso una línea que se centró en el disfrute personal y la paz interior, a la vez que una libertad que se tradujo en la mezcla audaz de estampas, colores y texturas.
Las pasadas de Libertà estuvieron marcadas por una explosión de color, con bloques de tonos vibrantes que capturaron la esencia despreocupada del verano.
Los estampados, que evocaron el espíritu de la Riviera Italiana, incluyeron motivos florales y el clásico leopardo, que se convirtió en el gran protagonista de la colección.
Este icónico estampado fue el centro de atención, utilizado en vestidos, blusas y accesorios, invitando a las mujeres a experimentar con su estilo de manera desenfadada y elegante.
La propuesta de Sofía Sarkany también se destacó por su enfoque en los accesorios, que incluyeron pañuelos, gorras y bolsos que complementaron los looks de manera armoniosa.
Estos elementos añadieron un toque de sofisticación y funcionalidad, permitiendo que la mujer moderna exprese su individualidad a través de combinaciones únicas y atrevidas. Los bolsos grandes y las gorras, en especial, reflejaron el espíritu relajado de la colección, mientras que los pañuelos aportaron un aire retro y femenino.
El uso de colores cálidos y estampas llamativas se equilibró con cortes simples y fluidos, lo que permitió que las prendas destacaran por su elegancia sin perder la comodidad.
La paleta de tonos terracota, blanco, amarillo y azul evocó los paisajes soleados del Mediterráneo, mientras que los detalles en dorado y plateado añadieron un toque de lujo y sofisticación a la colección.