Una “entrada” argentina entre los 10 mejores aperitivos del mundo, según Taste Atlas

Los aperitivos, también conocidos como entradas, son pequeños bocados que preceden una comida principal. Juegan un papel crucial en la gastronomía de muchas culturas alrededor del mundo. Estos tentempiés, que van desde simples aceitunas hasta elaboradas tapas, no solo abren el apetito, sino que también ofrecen una oportunidad para explorar una variedad de sabores y texturas. Su función principal es preparar el paladar y estimular el deseo de la comida que vendrá. Hace que la experiencia culinaria sea más placentera y anticipada.

En distintas regiones, los aperitivos pueden variar ampliamente, lo que refleja la diversidad de tradiciones y de ingredientes locales. Son mucho más que simples bocados; son una celebración de la cultura gastronómica. Debido a esto, la prestigiosa guía especializada en gastronomía, Taste Atlas, realizó un listado de los 100 mejores aperitivos del mundo, dentro de los cuales se encuentra un reconocido platillo argentino en un puesto privilegiado: la provoleta.

La lista se realiza a partir de calificaciones dadas por los usuarios en la página de Taste Atlas. El sistema de puntuación les otorga un valor adicional a las personas que son consideradas como “conocedoras” de la gastronomía mundial. Hasta el 15 de agosto, la encuesta contó con un total de 32.599 votos legítimos. Su objetivo es el promover los alimentos locales y tradicionales de diversos países para que los entusiastas de la comida amplíen sus horizontes.

En esta oportunidad, el aperitivo con más puntuación fue este tradicional plato chino. Se trata de un bocadillo que combina una fina masa rellena de carne (que puede ser vacuna, cerdo, pollo o camarones) y vegetales con una técnica de cocción que lo hace único: se fríe en la base hasta que queda crujiente, mientras que la parte superior se cocina al vapor, lo que resulta en una textura tierna y jugosa.

El Guotie se convirtió en un favorito en muchas partes del mundo gracias a su sabor irresistible y su capacidad para adaptarse a diversos rellenos, que comprenden opciones vegetarianas. Esta entrada deja en evidencia la habilidad para crear platos que tiene los maestros de las cocinas, ya que logran que sean tanto sabrosos como visualmente atractivos, gracias con su característico color dorado y su forma alargada y ligeramente aplanada, esencial para el método de cocción que requieren.

Otra especialidad del país oriental se encuentra en el segundo puesto del ranking. Se destaca por su sabor único y su presentación intrigante. Está compuesto de pequeñas bolitas de masa rellenas de carne de cerdo o cangrejo y caldo, que al cocerse al vapor se convierten en delicados dumplings con un relleno gelatinoso en su interior. La habilidad en su preparación radica en sellar perfectamente la masa para que el caldo permanezca intacto hasta el momento de comer.

El Tangbao no solo es conocido por su sabor delicioso, sino también por la experiencia de comerlo. Al morderlo, el caldo se libera y genera una explosión de sabor que complementa la carne tierna y la masa suave. Esta entrada es un ejemplo fascinante de la destreza culinaria china y ofrece una ventana a la cocina regional del país.

El Fattah Djaj es un exquisito aperitivo originario de Siria que encarna la riqueza y complejidad de la cocina del Medio Oriente. Este plato combina capas de pollo tierno desmenuzado con arroz y pan pita crujiente, todo bañado en una salsa de yogur, especias y frutos secos que realza su sabor. La mezcla de texturas y gustos lo convierte en un plato único.

Tradicionalmente servido en ocasiones especiales y celebraciones, pone en evidencia la generosidad y el esmero característicos de la cocina siria. Cada bocado ofrece una combinación equilibrada de ingredientes y especias, lo que hace de esta entrada no solo una delicia para el paladar, sino también una celebración de la herencia culinaria de Siria.

“Estos dumplings chinos, conocidos como jiaozi, que consisten en una fina masa enrollada que contiene carne o un relleno de verduras, son uno de los platos más populares y consumidos en China y el este de Asia. Se pueden servir como aperitivo o como plato principal, siempre con una guarnición de salsa de soja”, comentaron desde Taste Atlas.

Se puede freír, cocinar al vapor o hervir, según la región y las preferencias personales. El contraste entre su envoltura tierna y su relleno jugoso hace del Jiaozi una delicia irresistible. Se suele servir durante celebraciones y festividades, como el Año Nuevo Chino, ya que simbolizan la prosperidad y la buena fortuna.

Su preparación, que puede variar desde sabores simples hasta combinaciones más elaboradas, muestra las características de la gastronomía china y la habilidad en el arte de hacer dumplings. La forma de plegado más común y popular es medialuna, con pellizcos marcados en la parte superior.

El Saganaki consiste en queso, generalmente Kefalotyri, Kasseri, o feta, que se empana y se fríe hasta obtener una textura crujiente por fuera, mientras que el interior permanece suave y derretido. Servido caliente, a menudo con un toque de limón fresco o un chorrito de miel, comprende una combinación de sabores y texturas que lo convierte en un aperitivo altamente apreciado.

El Saganaki se disfruta en las tabernas y restaurantes griegos como una delicia para compartir o como una entrada sustanciosa. Su popularidad se debe tanto a su sencillez de preparación como a su capacidad para realzar los sabores del queso a través de la fritura. Captura la esencia de la cocina griega, con su enfoque en ingredientes frescos de alta calidad, como lo son los vegetales y las diversas carnes que pueden acompañar a este aperitivo.

La Provoleta es un clásico de la gastronomía argentina que destaca por su sencillez y sabor contundente. Se trata de un círculo de queso provolone que se cocina a la parrilla hasta que se funde y se vuelve dorado y burbujeante. Sazonado con orégano y a menudo acompañado de un toque de ají molido, une la textura suave y cremosa del queso con un gusto ahumado y salado.

Los expertos culinarios de Taste Atlas explicaron: “En Argentina, la provoleta o queso provoleta a la parrilla se suele disfrutar antes de una comida como aperitivo. Es uno de los platos básicos del asado argentino. El provolone semiduro es el queso perfecto para la parrilla, porque es compacto y firme”. Su preparación, que resalta la calidad del queso y la técnica de cocción a la parrilla, refleja la influencia de la cocina argentina en el uso de ingredientes simples pero deliciosos.

Los Antojitos incluyen una amplia gama de delicias callejeras que van desde los famosos tacos y quesadillas hasta las deliciosas sopes y elotes. Preparados con ingredientes frescos y auténticos, ofrecen una explosión de sabores que revela la riqueza y diversidad de la gastronomía mexicana.

Se sirven en fiestas, reuniones familiares y mercados callejeros, por lo que son una manera festiva de disfrutar de la comida. Cada bocado está lleno de colores y texturas, gracias a combinaciones de maíz, frijoles, carnes, quesos y salsas.

A este aperitivo lo caracteriza su simplicidad y sabor refinado. Las almejas se preparan con una salsa aromática a base de ajo, perejil fresco, aceite de oliva, limón y un toque de vino blanco, que resalta la frescura del marisco y proporciona una combinación de gustos que es a la vez delicada y robusta. La forma de cocción, que implica saltear las almejas hasta que se abren y se mezclan con la salsa, permite que el plato conserve toda la esencia del mar.

Esta entrada es muy apreciada en las tabernas y restaurantes portugueses, especialmente durante las reuniones sociales y las cenas festivas, donde se suelen servir con pan para acompañar.

Originario de la isla de Symi, en Grecia, este plato consiste en camarones pequeños que se cocinan a la perfección con una mezcla de aceite de oliva, ajo, limón y hierbas frescas. Su preparación resalta el sabor natural de los camarones, y crea una combinación deliciosa de texturas tiernas con un toque de frescura mediterránea.

Servido generalmente como una entrada en las comidas familiares, es un ejemplar característico de la cocina griega. Se enfoca en ingredientes frescos y técnicas de cocción que realzan su sabor. En cada bocado se puede saborear la riqueza del mar Egeo que transporta a los comensales a las costas griegas.

“El beyaynetu es una colorida fuente etíope de platos variados que se sirve tradicionalmente sobre pan plano llamado injera. Es básicamente un plato de degustación que lleva carne y verduras (o solo verduras, cuando se lo llama yetsom beyaynetu) y la elección de platos pequeños depende del restaurante que sirva el plato”, manifestaron desde Taste Atlas.

Incluye una mezcla de guarniciones, como estofados de carne, puré de lentejas rojas en salsa berbere, vegetales sazonados y salsas especiadas, de variados sabores y colores que conforman la identidad de la cocina etíope. Al comerlo, se usa el injera para recoger los diferentes acompañamientos.