Los aerosoles insecticidas de uso común, ampliamente disponibles en el mercado para el control de plagas, han demostrado ser ineficaces para eliminar cucarachas en el entorno doméstico, según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Kentucky y la Universidad de Auburn. En ese sentido, indicaron que la utilidad de estos productos está en duda y que son de “poco o ningún valor” en la lucha contra las infestaciones de cucarachas alemanas (Blattella germanica), una de las especies más comunes y problemáticas en hogares y edificios alrededor del mundo.
En el documento, los expertos aseguran que los insecticidas residuales, diseñados específicamente para ser aplicados en superficies donde es probable que aparezcan cucarachas, buscan exponer a estos insectos a ingredientes tóxicos cuando se desplazan sobre dichas áreas. Sin embargo, las pruebas de laboratorio realizadas por los investigadores revelaron que estos residuos tienen un impacto mínimo en la población de cucarachas alemanas, lo que cuestiona la eficacia de estos productos ampliamente utilizados. Los resultados fueron publicados en Journal of Economic Entomology.
El estudio mostró que los aerosoles y líquidos que contienen insecticidas piretroides – una clase común de químicos con este fin– logran matar a menos del 20% de las cucarachas que estuvieron expuestas a superficies tratadas durante 30 minutos. Incluso, cuando estos insectos se mantuvieron confinados en áreas rociadas, la mayoría de estos productos tardaron entre ocho y 24 horas en matarlos. Es más, en algunos casos, el proceso se extendió hasta cinco días.
La resistencia a los insecticidas piretroides es otro factor identificado en la investigación, siendo que en estudios anteriores ya habían señalado que las cucarachas alemanas han desarrollado una notable resistencia a estos compuestos, lo que las hace especialmente difíciles de erradicar con los métodos convencionales. De hecho, los insectos utilizados en las pruebas fueron recolectados de infestaciones del mundo real, donde la resistencia a este químico está documentada.
Johnalyn Gordon, la autora principal del estudio y asociada postdoctoral en la Universidad de Florida, destacó la gravedad del problema.
“Si los residentes no tienen acceso a un control de plagas profesional eficaz o a soluciones de consumo adecuadas, continúan sufriendo los efectos de una infestación, incluidos los riesgos para la salud asociados con los alérgenos de las cucarachas. El hogar es el lugar donde las personas deberían poder relajarse y sentirse cómodas, pero las infestaciones de cucarachas lo convierten en un ambiente hostil e insalubre”, destacó la experta en un comunicado de prensa.
El estudio fue realizado en el laboratorio de Zach DeVries, Ph.D., quien también es profesor asistente de entomología urbana y coautor del estudio, quien junto a Gordon (que en ese momento se desempeñaba como asistente de investigación de posgrado en la Universidad de Kentucky) indicaron que, aunque el control de cucarachas es factible, a menudo resulta ser un proceso complicado, que demanda tiempo.
Incluso, es costoso debido a la necesidad de productos especializados, ya que la resistencia a estos insecticidas piretroides es casi universal en las cucarachas alemanas, por lo cual se limitan significativamente las opciones disponibles para su control efectivo.
“Debido al uso frecuente de productos residuales a base de piretroides, es muy probable que las cucarachas alemanas dentro de las casas tengan algún grado de resistencia a estos compuestos”, afirma Gordon. “Hasta donde sabemos, no se ha documentado en el campo una población de cucarachas alemanas susceptibles a los piretroides en décadas”, resaltó el experto. Por lo cual advirtió la importancia de reconsiderar las estrategias actuales para el control de plagas y el desarrollo de nuevos enfoques que enfrenten su resistencia química.
Una de las preocupaciones adicionales mencionadas en el estudio es que los requisitos actuales de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) no exigen que estos insecticidas sean testeados en insectos recién recolectados del campo o en aquellas con resistencia demostrada a estos químicos.
“Esperamos que estudios como este puedan impulsar cambios en las pruebas y evaluación de productos, para que las etiquetas reflejen con precisión el nivel de control que estos productos pueden proporcionar”, señala Gordon. Este cambio podría para garantizar, en palabras de los investigadores, que los productos comercializados ofrezcan una protección real y efectiva.
El estudio también identificó otros factores que podrían contribuir en el bajo rendimiento de los aerosoles residuales. Uno de ellos sería el tipo de superficie donde se aplican los productos, el cual podría tener un impacto en su eficacia. En ese sentido, los expertos compararon diferentes superficies, tales como: paneles de yeso pintados, baldosas de cerámica y acero inoxidable. Sin embargo, se mostró un peor rendimiento en los paneles de yeso.
Los científicos también advirtieron que, incluso en una población de cucarachas sin resistencia a los piretroides, los resultados indicaron que las pulverizaciones residuales sobre paneles de yeso tuvieron un efecto mínimo. “Esto sugiere que el grado de porosidad de una superficie puede tener un impacto significativo en la eficacia del producto”, explica Gordon. “Dada la frecuencia de aplicación de insecticidas residuales en los rodapiés, la menor eficacia en los paneles de yeso pintados fue un hallazgo particularmente sorprendente”.
Además, el comportamiento de las cucarachas también juega un papel importante en la efectividad de los insecticidas. Estas plagas, que suelen estar en constante movimiento, tienden a evitar activamente las superficies tratadas con insecticidas, lo que reduce aún más la probabilidad de que estén expuestas al producto el tiempo suficiente para que este sea letal.
Un estudio independiente realizado en el laboratorio de DeVries y publicado en 2023 confirmó que las cucarachas alemanas resistentes no permanecen en contacto con superficies tratadas con piretroides por períodos prolongados si tienen la opción de evitarlas.
Todos estos factores combinados presentan un panorama desalentador para el control de cucarachas mediante insecticidas en aerosol. Según Gordon, “es probable que los productos caseros a base de piretroides no sean eficaces contra las cucarachas alemanas dentro del hogar, especialmente si se utilizan como productos residuales”. Ante esta situación, recomienda que los consumidores consideren opciones más prometedoras, como los cebos en gel o líquidos, que atraen a las cucarachas a una fuente de alimento cargada con un insecticida de acción lenta.
Gordon también subraya la importancia de acceder a servicios profesionales de control de plagas que adopten un enfoque multifacético, conocido como manejo integrado de plagas (MIP). Este enfoque combina diferentes métodos de control para lograr una gestión más efectiva de las plagas. No obstante, advierte que este tipo de servicios no siempre está disponible o es asequible para residentes de viviendas multifamiliares de bajos ingresos, donde las infestaciones de cucarachas suelen ser persistentes.
“Existe una sólida base de conocimientos e investigaciones sobre cómo podemos controlar las cucarachas”, señala Gordon, “pero hay numerosas barreras económicas y de procedimiento que significan que este control no se está produciendo en estas zonas, posiblemente donde más se necesita”.
Para abordar esta problemática, Gordon sugiere que es fundamental dirigir los esfuerzos hacia el desarrollo de tecnologías mejoradas que puedan cerrar estas brechas de gestión. Esto incluye la creación de nuevos ingredientes activos, modos de acción, formulaciones y estrategias de implementación de productos que sean más accesibles y efectivos para todos los sectores de la sociedad.