Es empresario hotelero y el exitoso desarrollador inmobiliario, detrás de lujosos proyectos alrededor del mundo, como el imponente Hotel Faena, en Buenos Aires, o el Faena Miami Beach, en los EEUU. Pero Alan Faena prefiere definirse como “un constructor de sueños”.
Y sobre esas construcciones de su vida escribió en sus últimos dos libros: Arquitectura de Ser, publicado a mediados de 2021 y Arquitectura Horizontal, que presentó esta mañana en su hotel del barrio porteño de Puerto Madero, donde Infobae estuvo presente.
En conversación con su íntima amiga y periodista Cristina Pérez, Faena compartió lo que fue su inspiración para lo que será una trilogía de libros, junto con Arquitectura Vertical, que ya está escribiendo.
Según relató, la vida lo encontró en distintas situaciones, haciendo diferentes cosas, y en esos momentos de angustia, donde la incertidumbre atacó, sintió haberlo perdido todo. No sabía cómo volver a construirse. Pero aceptar sus debilidades fue lo que lo hizo fuerte.
“La fragilidad y la fortaleza viven en todos nosotros y yo no le veo mayor virtud a ninguna -comenzó a desarrollar-. Nadie puede ser fuerte si no fue débil, sino no hay comparación. Y si bien el lugar de fortaleza se presenta como algo interesante para vivir, creo que es la debilidad la que realmente te conecta con tu ser, con el mundo que querés ir a buscar y es igual de interesante saber atravesarla”.
En ese sentido, contó que en sus libros habla “mucho de las caídas”; piensa, justamente, que su mayor éxito radica en haberse podido levantar. “Saber caer, saber estar en esa caída, tener la pausa, la paciencia y la confianza para entender que es posible salir de ellas”, dice Faena, “son aspectos clave”.
Y siguió: “Porque cuando uno va en busca del camino se cae. Yo desde chico busqué mi camino, mi guion, enfrentarme con el afuera y la fricción que éste genera con el adentro conocido y saber que del otro lado quieren detenerte”.
El amor de su familia como su principal sostén
Estructurado en ocho pilares temáticos, Arquitectura Horizontal profundiza en principios como Realidad, Prioridades, Espera, Caídas, Transformación, Entrega, Humildad y Expansión, temas que guiarán a los lectores a través del viaje del autor hacia la autonomía y la libertad.
En ese sentido, durante la presentación, Faena dio especial importancia al rol de su familia como sostén en su camino recorrido. “Mi mayor fortaleza para enfrentarme a los miedos y las fricciones de la vida fue el amor de mi familia; fue mi mayor capital y siempre fui lleno de ese amor -contó-. Por eso para mí ‘ser es saber volver’, en mi caso fue la familia, pero todos tuvimos en la vida un lugar de paz”.
“Yo pienso que la vida se trata de volver a ese lugar para después construir”, reflexionó, y dedicó unas palabras a su padre, Víctor, fallecido recientemente: “Mi papá fue una persona clave, muy importante para mí. En su humildad me permitió crecer. Sin saber a donde iba, siempre me permitió caminar y dentro del amor que te dejen ser, es la mejor tierra para poner la semilla del árbol de tu vida”.
En este punto, sobre la libertad, profundizó: “La libertad es poder vivir tu vida bajo tu parámetro, tu creación, tu realidad y ser realmente libre de caminar tu vida acorde a quién sos”.
Para él, “todos son artistas de su ser a través de su libre elección” y la clave radica en llenar ese espacio desde la propia libertad y no desde preceptos establecidos, o lo que otras personas esperan de uno.
“Para construir mis sueños, primero tuve que construirme a mí mismo”
La frase la había dicho Faena en algunas entrevistas previas a la presentación del libro, y sobre eso quiso ahondar Infobae en una charla con el empresario en el marco del evento.
Consultado sobre cómo fue crear su propia arquitectura, el empresario sostuvo que él considera que “la vida es un presente inmenso que se mueve en silencio”, y en ese espacio que a cada uno le toca protagonizar en su tiempo el desafío “es ser el verdadero artista de ese presente, y eso se genera a través de tener la mayor libertad para poder elegir lo que cada uno siente que es lo mejor, que seguramente hará sacar el mayor potencial ante la vida para brillar lo máximo posible”.
“Saber que estaba haciendo lo mejor de mí, me lleve a donde me lleve, fue lo que me hizo vivir experiencias de vida, que me permitieron crear desde la oscuridad, desde la nada, generando espacios, cosas, construcciones”, pensó, al tiempo que reconoció que la gente conocía de su obra. Con estos libros quiso mostrar que la obra misma lo construyó más a él de lo que él le dio a la obra.
Entonces se propuso “contar el otro lado de la obra”, que es la arquitectura que le permitió generar lo mejor que podía dar de sí. A dos meses de ser padre por segunda vez, Faena resaltó: “Tengo mucho camino para recorrer todavía, pero quise compartir mi experiencia, realización y creación en estos dos libros que hablan, el primero de esa arquitectura de ser y el segundo más de la acción, de esa arquitectura en el plano de la vida”.
Y acerca de a quién diría que está dedicado el libro, destacó: “Como todo, cada uno decidirá. Lo que yo busco es compartir mi experiencia y al que le resuene el mensaje, bienvenido. No pretendo dar clases, ni decir que algo es mejor que otra cosa; simplemente comparto mi experiencia para el que le sirva”.
Para definir Arquitectura Horizontal, que ya está disponible en todos los kioscos y librerías del país, Faena ahondó: “Esta es la unión de dos libros sobre el misterio del vivir, sobre mis experiencias y mis ideas, sobre el trabajo de una vida para poder ser libre, sobre no caminar el camino de otro y crear el propio. Esto hace al desafío de cada vida”.
“Es un libro donde plasmo la filosofía de mi experiencia y cómo aprendí que tener miedo a perder te aleja del camino de libertad -analizó-. Sin ese miedo empobrecedor, es posible vivir tu vida creando quién eres en cada momento. Este no es un libro sobre la aceptación de la realidad, sino sobre cómo crearla y alcanzar la libertad, que es el sentido de la existencia y lo que motiva mi vida”.
Y tras aclarar que “cuando se habla de perder se piensa económicamente”, Faena remató: “Perder va mucho más allá, uno pierde en las batallas diarias, en las conquistas que se demoran, en los sueños que tardan en llegar; y al fin y al cabo esas pérdidas siempre son momentáneas, son los límites que nos permiten empujarlos para construirnos y avanzar”.
Fotos Maximiliano Luna