Armar la valija es un arte que combina preparación, organización y un toque de anticipación. Desde seleccionar la ropa adecuada para el clima hasta asegurarse de tener todos los artículos esenciales, cada paso contribuye a garantizar un viaje cómodo y sin contratiempos. La elección inteligente de qué llevar y cómo organizarlo optimiza el espacio disponible y asegura que todo esté a mano, cuando sea necesario, con el fin de evitar situaciones de estrés.
Además de la funcionalidad, empacar puede convertirse en una oportunidad para planificar el estilo y la comodidad durante el viaje. Considerar las actividades previstas y los lugares que se visitarán ayuda a elegir el equipo perfecto. De esta manera, se puede disfrutar al máximo cada momento sin preocupaciones logísticas. Con un enfoque metódico y una dosis de creatividad, preparar la valija se convierte en un emocionante primer paso hacia una aventura única.
1. Elegir la valija apropiada
Antes de todo, se debe decidir qué tipo de valija se va a llevar según el viaje que se planea realizar. Es más que una simple cuestión de preferencia personal, ya que juega un papel crucial en la comodidad y en la disponibilidad de espacio.
La selección cuidadosa del equipaje, ya sea una valija rígida, una mochila versátil o una bolsa de viaje resistente, puede determinar en gran medida la facilidad con la que se guardan y transportan las pertenencias esenciales. Adaptar el tipo de maleta a los requerimientos específicos del destino y la cantidad de objetos que se necesitan llevar optimiza el espacio disponible y contribuye a una experiencia de viaje más organizada y libre de complicaciones.
2. Armar listas
Armar listas para empacar antes de un viaje es una estrategia fundamental para asegurar que no se olvide ningún artículo esencial y para mantener la organización durante todo el proceso. Estas listas no solo ayudan a reducir el estrés de última hora al garantizar que todo esté preparado con antelación, sino que también permiten utilizar de forma adecuada el espacio en el equipaje y evitar llevar elementos innecesarios.
En una lista se pueden enumerar los objetos imprescindibles y básicos para no olvidarlos. Por otro lado, una segunda lista con artículos que se quieran llevar, pero que no sean necesarios, puede ser beneficioso para saber establecer prioridades y mantener un equilibrio en la cantidad de elementos que se llevan.
3. Llevar atuendos versátiles
Este aspecto es clave para maximizar el espacio en el equipaje y adaptarse eficientemente a diferentes situaciones y condiciones climáticas en el lugar de destino. La elección de prendas que puedan combinarse entre sí permite crear múltiples conjuntos con menos artículos de ropa. Esto promueve la comodidad y la practicidad, además de asegurar que uno esté preparado para cualquier eventualidad sin cargar con exceso de peso o volumen.
Además, optar por prendas que puedan servir tanto para actividades diurnas como nocturnas garantiza una experiencia de viaje más fluida, adaptándose con facilidad a los cambios imprevistos de planes.
4. Poner los objetos necesarios al alcance
Es crucial dejar la ropa que se va a utilizar primero al alcance al empacar, ya que esto facilita el iniciar el viaje de manera cómoda y sin complicaciones. Colocar prendas como ropa de cambio, pijamas o atuendos para el primer día en la parte superior de la maleta o en compartimentos accesibles permite empezar el primer día de manera organizada y eficiente.
De esta manera, se evita la necesidad de desempacar todo el equipaje en busca de artículos específicos. Esto permite disfrutar del viaje desde el primer momento con la tranquilidad de tener todo lo necesario a mano.
5. Guardar la ropa de manera vertical
La experta en organización Marie Kondo recomienda un sistema de guardado que se basa en doblar la ropa y colocarla dentro de la valija en posición vertical, una prenda al lado de la otra, en vez de apiladas. Afirma que, de esta manera, se optimiza el espacio, se reduce la posibilidad de arrugas en la ropa, y facilita la visualización de los artículos empacados.
6. Elegir con precaución los zapatos que se van a llevar
Debido a que los zapatos son de los artículos que más espacio ocupan, es necesario planificar cuidadosamente cuáles se van a llevar al viaje. Se puede seguir la regla de tres: un par de zapatos o sandalias casuales, unas zapatillas cómodas y un par de zapatos elegantes. De esta manera se cubren la mayor parte de los requerimientos para distintos tipos de situaciones y se logra utilizar la menor cantidad de espacio posible.
7. Usar la ropa para rodear objetos frágiles
Envolver objetos frágiles con ropa al armar la valija no solo hace a un mejor uso del espacio disponible, sino que también proporciona una capa adicional de protección. Utilizar prendas como camisetas, bufandas o medias para envolver elementos delicados como cristalería, souvenirs o dispositivos electrónicos ayuda a amortiguarlos contra golpes y vibraciones durante el transporte.
Esta técnica es práctica, económica y reduce la necesidad de llevar materiales de embalaje adicionales, lo que simplifica el proceso de empacado, optimiza el espacio de la valija y asegura que los objetos frágiles lleguen a destino en condiciones óptimas.
8. Dejar espacio para objetos nuevos
Marie Kondo,además propone la regla del 10%. Se trata de una manera de colocar los objetos en la valija teniendo en cuenta de dejar alrededor de un diez por ciento de espacio libre para poder guardar nuevos artículos que se compren en el viaje; desde souvenirs hasta nuevas prendas de ropa.
Esto disminuye significativamente el estrés al viajar, ya que se planeó con antelación una cantidad de lugar determinada para colocar objetos extra.
9. Pasar líquidos y cremas a botellas más pequeñas
Transferir líquidos y cremas a recipientes más pequeños al armar la valija es una estrategia inteligente para cumplir con las restricciones de seguridad y maximizar el espacio disponible en el equipaje de mano. Esta práctica facilita el cumplimiento de las normativas de líquidos en aeropuertos y otros puntos de control. Además, reduce el riesgo de derrames y desperdicios.
Al llevar cantidades adecuadas de estos productos en envases compactos, teniendo en cuenta la duración del viaje, se reduce el peso y se mejora la organización del equipaje. Es recomendado guardarlos dentro de una bolsa de cierre hermético para evitar imprevistos.
10. Llevar puesta la ropa que ocupe más espacio
Utilizar la ropa que ocupe más volumen para viajar es una buena alternativa para optimizar el espacio en la valija. Al vestirse con prendas voluminosas, como abrigos o botas pesadas, durante el trayecto, se puede eliminar la cantidad de espacio que estas ocuparían dentro del equipaje.
Esta práctica permite llevar más artículos esenciales y puede ayudar a mantener el peso total de la valija dentro de los límites permitidos. Así se puede facilitar el transporte y minimizar el costo de posibles excesos de equipaje.