La gastronomía no se compone solo de recetas, ingredientes y platos. También, y sobre todo, se edifica con la pasión de cada uno de sus profesionales. Un claro testimonio de esto es Nicolás Ekmekdjian, quien transformó su amor por la cocina en una exitosa trayectoria profesional.
Nicolás se graduó como abogado, pero al recibir su título tuvo claro que su camino era otro, según cuenta a Infobae. El repaso cronológico de esta trayectoria tiene algunos saltos temporales que vale la pena repasar y que, al final, se unen.
“Soy fanático de la comida. Amo comer y siempre tuve pasión por cocinar y atender a mis invitados”, comenta Nicolás, quien desde al menos los 13 años tiene un sentimiento especial por la cocina.
Cuando tenía 23, viajó a Estados Unidos y trabajó en un hotel. En aquel momento, ya desplegaba sus dotes culinarias. “Estando en Miami, terminé haciendo un asado con Alejandro Sanz en su casa. Al salir de ahí, supe que esto era lo mío”, relata.
Sin dudas, el encuentro con Alejandro Sanz marcó un antes y un después en su vida. Aquí, un repaso por ese recuerdo indeleble. Mientras trabajaba en South Beach, en el hotel boutique de la ex casa de Gianni Versace, —contó— le pidieron hacer un asado.
Al llegar, se dio cuenta de que estaba allí el famoso cantante español. “Cuando me presentaron a Sanz y le hice un asado a él y a sus amigos, sentí una emoción indescriptible”, comparte.
Esa experiencia fue decisiva. Salió de la casa y llamó a su madre para contarle su emoción. “En ese momento, supe que tenía que dedicarme a esto”, afirma. Luego de ese evento, Nicolás se sintió inspirado para continuar su camino en la gastronomía, que fue tomando forma paulatinamente.
Durante un viaje a Ámsterdam, al recorrer la ciudad, vio una parrilla argentina que le llamó la atención. Guardó el logo en su memoria y regresó a Buenos Aires con una idea clara. Fundó La Estaca, una empresa de catering que se originó con el concepto de ofrecer asados a domicilio.
“Empecé haciendo asados con amigos y tomando fotos”, recuerda. Así, la idea comenzó de manera sencilla con la intención de generar un ingreso extra preparando menús de parrilla a domicilio, pero se convirtió en su pasión y su modo de vida, y se expandió hasta que, actualmente, provee la comida para celebraciones y encuentros multitudinarios.
Nicolás ha participado en eventos destacados, cocinando para figuras como el tenista Roger Federer en su visita a la Argentina y en el casamiento del cantante Ricky Montaner con Stefi Roitman. También ha estado presente con sus recetas junto a los cantantes españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, así como en celebraciones del equipo argentino de rugby: Los Pumas.
“Cocinar para Federer fue un honor. Después del asado, nos dijo que una foto con él era ‘la frutilla del postre’”, cuenta con orgullo. Cada evento le ha permitido aprender y crecer en su profesión, algo que valora profundamente.
Pero la Estaca no se limita a los asados. Nicolás amplió su oferta a un servicio completo de catering, algo que incluye platos y postres de autor. “Elaboramos muchas recetas. La empresa evolucionó y hoy tenemos un gran equipo de cocina”, explica. Y sigue: “Perseguir mi sueño fue una buena decisión y lo alcancé”.
Para Nicolás, la comida es mucho más que alimentación, es un punto de encuentro familiar. “Soy armenio y, para nosotros, es todo. Es el centro de las reuniones familiares y de amigos”, detalla.
El catering, además de la comida, incluye la atención y el agasajo a los invitados, de acuerdo al chef, quien destaca que la satisfacción de sus clientes es su principal objetivo. “Soy feliz haciendo esto y tengo un equipo espectacular que me acompaña”, afirma.
A pesar de la expansión de su proyecto, Nicolás no ha perdido su amor por el asado. “Siempre me gustó prender la parrilla. Me encanta juntarme con amigos y disfrutar de la experiencia”, remarca. Para él, se trata de un ritual, y parte de eso es lo que busca ofrecer en sus eventos. “Más allá de la carne, me gusta la experiencia y eso es lo que disfruto. Eso quiero que disfruten nuestros invitados en los eventos”, enfatiza.
“En eventos de más de 400 personas, la motivación y el desafío son mayores”, revela Ekmekdjian. Cada evento presenta nuevas complejidades y aprendizajes: la metodología y el control del servicio son clave para el éxito de sus eventos. Por eso, él resalta la importancia de la organización previa y el desarrollo durante el evento. “A medida que aumenta la cantidad de invitados, se complejizan el desarrollo y la logística”, menciona.
El trabajo de Nicolás es intenso, pero su pasión lo mantiene motivado. “Trabajo de lunes a lunes. Descanso poco, pero lo disfruto”, dice. Y considera que la vocación y el compromiso lo han llevado a donde está hoy. “La pasión y la vocación me llevaron a dar el paso”, reflexiona. Su historia es un ejemplo de cómo la dedicación y el amor por lo que uno hace pueden transformar una carrera por completo.
*Fotos: Matías Arbotto y archivo de Nicolás Ekmekdjian