Ana nunca pensó que terminaría viviendo una relación tóxica. Cuando conoció a Javier, todo parecía un cuento de hadas: cenas románticas, mensajes a todas horas, regalos increíbles y promesas de un futuro juntos. Sin embargo, con el paso del tiempo, las cosas comenzaron a cambiar.
Las críticas sutiles, los celos infundados y la manipulación emocional se convirtieron en una constante. Ana se sentía atrapada, pero no entendía por qué no podía dejarlo. Como Ana, muchas personas se encuentran inmersas en relaciones que dañan su bienestar emocional. Entonces, ¿por qué nos involucramos en parejas tóxicas?
Según señala el psiquiatra, psicoanalista, escritor y académico José Abadi a Infobae, “para involucrarnos en parejas tóxicas tenemos que tener en cuenta modelos identificatorios”.
¿Qué significa? Según explica el experto, se trata de aquellas personas que crecieron en familias en las que “se hayan exhibido, expuesto e incorporado un modelo tóxico, es decir, un modelo donde la relación de pareja ―que está destinada a alimentarse, a apoyarse, a cuidarse y a crecer y a disfrutar―, se convierta en una relación condicionada de sufrimiento y atrapamiento”.
Walter Ghedin (MN 74.794), médico psiquiatra, psicoterapeuta y sexólogo clínico, coincide con Abadi cuando dice que “en todo vínculo, sobre todo aquellos con compromiso afectivo, intervienen patrones de apego configurados en la infancia, bajo el modelo familiar y sociocultural”.
Y agrega: “Además de estas estructuras de base que modelan los vínculos, se suman rasgos de personalidad. Los más frecuentes en las relaciones tóxicas son los de extraversión: sociabilidad, seducción, dependencia de la mirada ajena, necesidad de que el entorno cubra sus vacíos, etc”. Ghedin suma un consejo ante estos rasgos: “Darnos cuenta de esos modelos de relación para modificarlos es lo saludable”.
Por su parte, la escritora, psicóloga, a cargo del podcast de Infobae “Love bombing”, Celia Antonini, apunta que “una baja autoestima, una baja opinión de nosotros mismos es lo que lleva a una persona a soportar el maltrato porque cree que no se merece nada mejor que lo que tiene” y añade que “una persona que está en una relación tóxica busca la validación en el amor de la pareja ―ser aceptado, ser amado, ser reconocido―, incluso a costa del propio bienestar”.
Las parejas tóxicas a menudo surgen de la interacción entre dos perfiles psicológicos complementarios, “aquellas constituidas por una persona con rasgos manipuladores o directamente psicopáticos, y la otra persona, con una característica de complementariedad al cuadro psicopático del otro”, sostiene Abadi.
Según el experto, en estas relaciones, la dinámica de poder se desequilibra, lo que da como resultado sometimiento y sumisión. Este desbalance se manifiesta en acciones arraigadas a ciertos patrones psicológicos.
“El psicópata es un individuo que por su definición misma no tiene registro del otro, de la necesidad o del cuidado del otro, abusa, se aprovecha, toma ventaja, oprime o suprime. Y en el perfil complementario hay desvalorización, de una ingenuidad que tiene que ver con el desamparo y no cuidarse a sí mismo”, explica Abadi.
En este sentido, Antonini refuerza esta idea cuando detalla acciones concretas de la persona con dependencia emocional, propensa a comprometerse en una relación tóxica:
“Tiende a ser complaciente y a poner las necesidades que tiene la otra parte de la pareja por encima de las necesidades propias, tratan en general de no generar ningún tipo de conflicto y muchas veces ceden ante cosas que no están de acuerdo de agradarle al otro”.
“En las relaciones tóxicas no hay acuerdos saludables, sino que hay condicionamientos, manejos y presiones”, concluye Abadi.
¿Cómo saber si estoy entrando en una relación tóxica?
Reconocer que estamos en una relación tóxica puede ser un desafío, ya que las señales a menudo se manifiestan de manera sutil y gradual. Expertos señalan que algunos indicadores clave.
Al respecto, Ghedin afirma que “las señales están más a la vista, solo que, en los primeros encuentros, la sociabilidad, la buena disposición, la apariencia de compromiso afectivo, pueden ser señales engañosas”.
Y aporta ejemplos concretos a los que hay que estar atentos: “La aparición de demandas, control de las acciones, inestabilidad emocional, según la presencia o ausencia del otro, son señales a tener en cuenta”. Según explica Ghedin, “el denominador común de estas señales es la manipulación afectiva a través de demandas exageradas, lo cual vuelve a la relación muy desigual: uno pide y controla y el otro debe responder a las exigencias afectivas”.
¿Qué más? El experto detalla frases que pueden aparecer como pautas de alama para tener en cuenta. “No me llamaste”; “Te vi en línea y no me respondiste el mensaje”; “Me clavaste el visto y nada”; “Creo que los demás te interesan más que yo, lo veo en las fotos que subís”; “No me gusta que uses esa ropa”, son algunas.
Los expertos coinciden en que el control es la pauta más evidente y agregan que es importante “escuchar” esas situaciones, palabras o acciones que “hacen ruido”, ya que tienen que ver con la intuición. Antonini suma red flags: celos excesivos, descalificaciones, desigualdad en la toma de decisiones y desvalorización de los proyectos personales.
Ghedin agrega a la lista de las señales de alarma la ansiedad por concretar una relación, pedir o de ofrecer cosas cuando recién se conocen, señales de egoísmo, avaricia, de rigidez obsesiva, de dominio en el plano sexual y no dejar que el otro proponga o exprese sus gustos, los celos, el stalkeo, sentir que la libertad personal se pone en duda o se critica, son algunas señales a tener en cuenta.
El doctor Enrique De Rosa Alabaster (MN 63406), médico psiquiatra, neurólogo y sexólogo, identifica claves para reconocer una pareja tóxica en una nota anterior de Infobae y señala que las relaciones con personas consideradas tóxicas pueden compararse a situaciones extremas.
A su vez, menciona ejemplos, como el destrato y los microtraumas cotidianos que, con el tiempo, minan la capacidad emocional de las personas involucradas, causando frustración y malestar. Entonces, prestar atención a estos signos y reflexionar sobre el bienestar emocional propio puede ser el primer paso para identificar y salir de una relación tóxica.
Cinco claves para salir de relaciones tóxicas
“En las parejas tóxicas es de una enorme dificultad poder desprenderse, ya sea de parte de una o de las dos personas”, dice Abadi y da algunas estrategias para animarse a dar el paso y salir de una relación de estas características: “No se trata de negociación, se trata de pedir ayuda, compañía, un interlocutor que asesore, reconocer y respetar la propia intuición y la propia percepción”.
“No hay posibilidades de tener una relación sana con una persona tóxica, porque el tóxico no está dispuesto a cambiar”, afirma Antonini y agrega que el primer paso para dejar un vínculo de este estilo viene de que “darse cuenta de que está en una relación tóxica, de que está sosteniendo maltrato”.
Por eso, los expertos aportan cinco claves para salir de las relaciones tóxicas:
- Reconocer el problema. El primer paso para salir de una relación tóxica es aceptar y reconocer que la relación es dañina. Observar los patrones de comportamiento y admitir que están afectando negativamente tu bienestar emocional y mental es crucial.
- Buscar apoyo. Habla con amigos, familiares o un terapeuta de confianza. Compartir tus experiencias y sentimientos con alguien que pueda ofrecer una perspectiva objetiva y apoyo emocional puede ayudarte a tomar decisiones con mayor claridad.
- Establecer límites. Define tus límites personales y comunícalos claramente. No permitas comportamientos manipuladores o abusivos, y asegúrate de mantener tus propias necesidades y deseos en primer plano.
- Fortalecer la autoestima. Trabaja en mejorar tu autoestima y valor propio. Participa en actividades que te hagan sentir bien, busca hobbies que disfrutes y rodéate de personas positivas que refuercen tu autoconfianza.
- Planificar una salida segura. Si decides terminar la relación, haz un plan cuidadoso y seguro. Asegúrate de contar con el apoyo necesario y toma medidas para proteger tu bienestar físico y emocional durante el proceso de separación.