Si bien la mayoría de las personas tiene incorporada la rutina de cuidado facial a su día a día, la aplicación de cremas y tratamientos se limita al rostro.
No suelen tenerse los mismos cuidados con la piel del resto del cuerpo, y especialmente la que recubre las manos, el cuello y el escote necesita especial atención.
El motivo es que la piel de esas partes del cuerpo es más fina, y suele ser más delicada. Es por eso que, sin los cuidados adecuados, los signos de envejecimiento suelen notarse allí de manera prematura.
Pero no solo por estética es que esta piel requiere más cuidados. “También para prevenir una patología de la que poco se habla, que es la llamada dermatoporosis, que sería el equivalente cutáneo a la osteoporosis”, comenzó a explicar a Infobae la médica especialista en cirugía plástica y estética Griselda Seleme (MN 80033).
“En términos coloquiales, se trata del afinamiento y debilitamiento de la piel, que en grados más extremos, produce esos hematomas o equimosis cutánea que suelen verse en las personas de más edad”, amplió.
Lo que sucede es que con el paso de los años, se produce un afinamiento de la piel a causa de la disminución de la producción de colágeno, ácido hialurónico y otros componentes de la piel, que genera fragilidad cutánea en estas zonas particularmente.
Según el médico dermatólogo de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) Christian Sánchez Saizar (MN 97.895), “aunque las personas tienen bastante interiorizada la rutina de belleza diaria en la cara, normalmente se olvidan del cuello y el escote, a pesar de ser dos zonas en las que el paso de la edad se nota de forma mucho más evidente”.
Lo mismo sucede en las manos, “que sin los tratamientos e hidratación necesarios, se convierten en las áreas que más rápidamente envejecen”, sumó.
¿Cómo cuidar la piel del cuello y escote?
La médica cirujana Cristina Sciales (MN 66.744) destacó en este punto que “las necesidades de estas dos áreas no son las mismas, ya que en la zona del cuello el tratamiento se centrará en evitar la pérdida de elasticidad y su consecuente flacidez, que provoca el ‘descolgamiento’ de la piel, por lo que es fundamental prevenirlo con activos reafirmantes y redensificantes”.
Otro problema concreto de la zona, según la experta, “es la papada, que también puede tratarse con productos cosméticos y tratamientos en gabinete”.
En el caso del escote, “lo que se busca es evitar el aspecto deteriorado de la piel, ya que al ser más fina suele estar foto envejecida, por lo que deben aplicarse productos redensificantes y siempre protegerla del sol cuando se lleva esa zona expuesta”.
Para Sánchez Saizar, “estas son de las primeras zonas que presentan signos de envejecimiento, ya que reflejan las agresiones de factores externos como el sol, el viento o la polución o bien de los hábitos de vida”.
“Debemos hidratar la piel de estas zonas desde temprana edad, idealmente cremas con vitamina A y urea -recomendó el dermatólogo-. Y cuando se hace la rutina de skin care diaria, es clave extender la crema hidratante hacia estas partes del cuerpo”.
Activos y tratamientos aliados para cuello y escote
Como se vio, las necesidades de la piel del cuello y escote no son las mismas que las del rostro, por lo que si bien un buen hábito es extender la crema en la rutina facial, lo cierto es que lo ideal es usar productos específicos de cuidado.
“Cuando buscamos un hidratante para el rostro, tenemos en cuenta las características particulares de cada piel, mientras que en estas zonas hablamos de una piel más fina y delicada, por lo que debemos utilizar cremas específicas, ya que su composición, textura, etc. serán distintas para adaptarse a las necesidades concretas de firmeza, anti-manchas, pieles oleosas, etc.”, señaló Sciales en este sentido.
En su experiencia, “tanto para hidratar en profundidad como para combatir los signos de envejecimiento prematuro, antes de una crema nutritiva debe aplicarse un sérum que, en este caso, sí puede ser el mismo que el de la cara y deberían elegirse activos como la vitamina C, el retinol, los factores de renovación o agentes reafirmantes como el DMAE (dimetilamino etanol) que son los más recomendados para combatir el paso del tiempo”.
Y amplió: “Estos son los compuestos o ingredientes más importantes para cubrir las necesidades reafirmantes de cuello y escote, a los que puede sumarse liporeductores como la cafeína en caso de necesitarlo”.
En cuanto a las opciones para tratar la piel de estas zonas, “los tratamientos de bioestimulación y bioregeneración cutánea son esenciales para estimular el colágeno y engrosar la piel”, aportó Seleme, para quien “también estimulan la formación de elastina y la microcirculación de la piel reestructurando la estructura cutánea y previniendo o mejorando el envejecimiento de la piel”.
Para ella, “los más recomendables son los tratamientos de bioestimulación con diferentes sustancias como hidroxiapatita de calcio o ácido hialurónico porque no solo mejoran el aspecto estético, sino que ayudan a recuperar la calidad de la estructura cutánea”.
Cómo tratar las manchas en el escote
Luego de la elasticidad de la piel, otro de los problemas a tratar en el escote son las manchas, que “aparecen por una sobreestimulación en la producción de melanina, que hace que una zona pigmente más de lo normal, ya sea por hormonas, medicamentos, genética o lo más importante, el sol”, señaló Sánchez Saizar.
En ese sentido, “los tratamientos en consultorio van desde peelings a láseres que se encargan de tratar y combatir las manchas de la piel de esta zona. Además, van a ayudar a mejorar su textura”.
“Podemos combinar diferentes tratamientos en consultorio que también estimulan el colágeno de la piel, como la luz pulsada intensa, peeling o mesoterapia”, agregó Seleme, y precisó: “La luz pulsada intensa es un tratamiento lumínico que produce fototermólisis selectiva; esto significa que actúa especialmente sobre algunos problemas de la piel y permite a través de la luz mejorar la textura, pero es especialmente eficaz para tratar las manchas”.
Cuidado de las manos en invierno
Los meses de frío, las bajas temperaturas y la calefacción pueden resecar la piel dejándola tirante y seca. Y las manos, al igual que la piel de los labios, no están exentas de dichas agresiones.
“Las manos son una de las zonas de nuestro cuerpo que envejecen más rápido porque no se les brinda el cuidado necesario para mantenerlas sanas -sostuvo Sciales-. Siempre están a la vista y son, junto con el rostro, una de las zonas más expuestas continuamente a agresiones externas que provienen básicamente del medio ambiente, o bien por el contacto con sustancias o productos químicos”.
El resultado es que, con el paso del tiempo, todo ello da lugar a una rugosidad al tacto y a una piel áspera y seca.
Sumado a esto, la piel de las manos tiene algunas particularidades específicas: en el dorso su textura es muy fina y frágil, tiene pocas glándulas sebáceas, y al tener menor grasa, tiende a resecarse con más facilidad, lo que provoca también un envejecimiento prematuro.
“Para tener las manos suaves y evitar el envejecimiento cutáneo prematuro, debemos tener en cuenta algunos consejos básicos”, destacó la cirujana. Y enumeró:
- Beber mucha agua. Es un hidratante natural importante e imprescindible para que la piel no pierda su humedad.
- Usar guantes para hacer las tareas del hogar. Los detergentes y demás artículos de limpieza en general son muy abrasivos y dañan la piel de las manos.
- Usar crema hidratante. Especialmente durante esta época es muy importante, ya que aporta protección ante las agresiones del frío y sus consecuencias.
- Usar jabón con ph neutro. Para lavarse las manos, ya que un cambio en la piel hacia la alcalinidad o acidez excesiva, pueden provocar irritación o sequedad.
- Exfoliar una vez por semana. Ayudará al proceso de recuperación celular y permitirá que la crema de manos penetre mejor en la piel.