La Met Gala 2024, inspirada en “El Jardín del Tiempo”, un cuento de J.G. Ballard de 1962, se consolidó ayer nuevamente como el acontecimiento más anticipado en el ámbito de la moda y el arte para los entusiastas del sector. Y hay que decirlo: la vanguardia aquí tiene lugar para todo lo que se imagine, incluso, recrear la existencia de figuras y vestidos con Inteligencia Artificial, sin la presencia de dichas protagonistas.
Este evento, también conocido como la gala benéfica del Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, se caracterizó por la presentación de atuendos sorprendentes y vanguardistas por parte de numerosas celebridades.
En el marco de la inauguración de la exposición 2024, denominada “Sleeping Beauties: Reawakening Fashion” (“Bellas durmientes: el despertar de la moda”), hubo tres vestidos que llamaron la atención por sobre el resto, una máxima de por sí ya aparece en el tope de lo sublime, teniendo en cuenta que este evento muestra una alfombra roja con la mejor conjunción de la moda y el arte.
Mona Patel
Mona Patel, empresaria y filántropa de origen indio, inicialmente pasó inadvertida entre las celebridades de alto perfil que asistieron al evento, pero ahora su nombre es uno de los más destacados debido al impacto generado por el efecto encantador de su vestido.
Apodada inicialmente como “la mujer misteriosa”, vistió un atuendo inspirado en la naturaleza que reflejaba perfectamente la temática del evento, “El jardín del tiempo”.
Su vestido, ajustado y con transparencias en tonos de blanco y rosa, extendía al suelo una cola ondulada y se adornaba con motivos dorados de mariposas en los brazos, los cuales, mediante un mecanismo especial, se movían como si estuvieran vivos.
El diseño fue una colaboración entre la reconocida diseñadora holandesa Iris Van Herpen y el estilista Law Roach, famoso en la industria por su trabajo en los estilos más emblemáticos de Zendaya. “Quería que mi look de debut fuera un homenaje a mi herencia y al mismo tiempo, una celebración de mi pasión por la alta costura”, comentó Patel en una entrevista con Vogue.
El logro técnico del vestuario fue posible gracias al artista de movimiento cinético Casey Curran, quien invirtió meses en la elaboración de esta prenda. Van Herpen, famosa por su estética futurista, ha colaborado en el pasado con talleres de bordado de India, incorporando estos intrincados detalles en el destacado atuendo.
Katy Perry
Este año, la Met Gala no solo se distinguió por los acostumbrados atuendos extravagantes, sino también por la presencia de contenido generado por inteligencia artificial que mostraba a artistas no presentes en el evento. Las imágenes generadas por esta tecnología lograron captar con gran precisión la esencia y el ambiente de la gala, junto con la temática de esta edición.
Entre el contenido generado por IA, se destacaron imágenes deepfake de Katy Perry, Rihanna y Dua Lipa, quienes, a pesar de su ausencia física en la gala, fueron representadas asistiendo al evento, completas con el característico alboroto de fotógrafos.
La alta calidad de estas imágenes ha llevado a varios usuarios en las redes sociales a confundir estos contenidos con fotografías reales, lo que subraya el avanzado estado de la tecnología y los retos que implica el control del contenido falso.
Una imagen de Katy Perry generada por inteligencia artificial, en la que aparece vistiendo un deslumbrante vestido perla con detalles de flores tridimensionales, ha sido especialmente popular, alcanzando más de 10 millones de visualizaciones y generando una ola de comentarios en las redes, a pesar del escepticismo inicial sobre su autenticidad.
Tyla
En su primera aparición en el destacado evento de moda, la sudafricana Tyla eligió el concepto del tiempo como eje central y colaboró con la prestigiosa casa de moda francesa Balmain para concretar una de las propuestas más audaces de la velada: un vestido confeccionado de arena, en una referencia directa a los relojes de arena, creado por el equipo de la firma de lujo.
La cantante, cuya fama ha crecido exponencialmente tras el éxito de su sencillo “Water” y su primer álbum, optó por llevar un diseño de Balmain para el evento. Aunque el atuendo destacaba por su belleza, restringía significativamente su capacidad de movimiento.
El vestido, que estaba tan ajustado al cuerpo de Tyla que le impedía caminar por su cuenta, sobre todo al enfrentarse a la famosa escalinata del evento, requería la asistencia de algunos publicistas que la ayudaron a ascender las escaleras de manera segura.
Este incidente subrayó de nuevo el debate sobre la practicidad de la alta costura, evocando casos anteriores de celebridades que también han priorizado el estilo sobre la comodidad en eventos similares.