“De tal palo, tal astilla”, reza el dicho popular y el caso de Elon Musk no es la excepción. Es que el magnate tecnológico, creador de SpaceX y Neuralink, tiene una asombrosa similitud con su abuelo materno, Joshua Norman Haldeman, como si sus personalidades hubiesen sido calcadas. Fue de esta figura que aprendió desde muy pequeño que quien no arriesga, no gana.
Nacido en 1902 en Estados Unidos y criado en Canadá, Haldeman emergió de un entorno duro, humilde y desafiante, que moldearía su carácter y determinación desde una edad temprana, tal como a su nieto, Elon. Aunque el genio tecnológico solo compartió con él hasta los 3 años, ese tiempo fue crucial en su vida.
Joshua Haldeman ―padre de cuatro niños, incluidas las gemelas Maye Musk y Kaye― pronto sería conocido por sus logros en la quiropraxia, su influencia en el ámbito político y económico, y sus aventuras.
El abuelo de Musk fue el primero, junto a su familia, en recorrer la ruta Sudáfrica-Australia en avioneta en busca de una antigua “ciudad perdida” que se encontraba, teóricamente, al cruzar el desierto de Kalahari.
Si hay algo en que Elon se le parece a su abuelo es en la atracción por el riesgo, las grandes hazañas, la importancia que ambos le otorgan a la tecnología y el espíritu resiliente. Mucho antes de que Elon pensara en enviar personas a Marte o conectar cerebros a computadoras, su abuelo innovaba en otros campos.
“Él sabía que las aventuras auténticas entrañan riesgos. El riesgo le daba energía”, comenta Musk sobre su abuelo en su biografía, mientras las similitudes saltan a la vista.
De jinete de rodeo a quiropráctico
La vida en las praderas canadienses a principios del siglo XX era dura y la vida de Joshua Haldeman estuvo marcada por las tragedias desde su infancia, como la de Elon. Primero, Joshua tuvo que hacerse fuerte ante la pérdida de su padre, John Elon Haldeman, por un cuadro de diabetes en agosto de 1909. Joshua tenía apenas 7 años y una vida por delante.
Según cuenta el propio Elon sobre su abuelo en un tuit en la red social X, “su padre murió cuando él era muy muy joven, por lo que tuvo que abandonar la escuela y trabajar para mantener a sus hermanos”. En 1915, el posterior matrimonio de su madre con Heseltine Wilson, un hombre de origen inglés, también marcó su personalidad.
A pesar de los desafíos y la adversidad, Joshua demostró una determinación inquebrantable. Su sed de conocimiento lo llevó a asistir a nueve colegios y universidades, incluyendo la Escuela Quiropráctica Palmer, donde se graduó en 1926. La controversia llega a la vida de Haldeman dado que la quiropraxia, para ese entonces, enfrentaba escepticismo y críticas por parte de la comunidad médica tradicional.
Sin embargo, esta búsqueda constante de excelencia académica y profesional lo catapultaría a convertirse en una figura destacada en la quiropráctica canadiense y mundial.
A su vez, desempeñó roles clave en organizaciones quiroprácticas, sirviendo como secretario y presidente de la Asociación de Quiroprácticos de Sudáfrica, donde promovió la educación y la investigación en quiropráctica. La pasión por brillar académicamente y en la escena pública es otro punto en común con Elon.
También estuvo casado brevemente con Eve Peters. Tuvieron un hijo, pero el matrimonio no duró. Las presiones financieras y sus nuevos compromisos políticos hicieron mella y se separaron.
El abuelo del CEO de Tesla logró adquirir su propia granja, pero la crisis económica de los años 30 la arrebató. Tras la pérdida de la granja hacia 1934, Joshua trabajó en varios empleos, entre ellos el de obrero de la construcción, vaquero y jinete de rodeo. Incluso, una reseña biográfica de su candidatura al parlamento federal, en 1945, describía la suya como una “vida colorida”.
En 1942 conoció a su segunda esposa, Winnifred Fletcher, cuya vena aventurera era igual a la suya. Una reseña biográfica de su candidatura al parlamento federal, en 1945, describía una “vida colorida”.
Lo que nunca cambió fue su pasión por las aventuras. Experimentó matrimonio, divorcio, vagabundeó en trenes de carga y se coló en un barco transatlántico.
Desde su infancia, Joshua demostró una notable autodisciplina y espíritu deportivo, participando en diversas actividades atléticas como montar a caballo, boxeo y lucha libre. Criado en la granja de su padrastro en las áridas llanuras de Canadá, adquirió una sólida base de resiliencia y autoconfianza que lo acompañarían a lo largo de su vida.
“Vive peligrosamente con cautela”
Fuera de su carrera profesional, Joshua Haldeman fue un aventurero intrépido. En 1950, decidió trasladarse a Pretoria, Sudáfrica, un país completamente desconocido para él, motivado por su deseo de aventura. Así, Haldeman y su familia ―las cuatro hijas, incluida la madre de Elon― hicieron las valijas para emprender nuevas andanzas.
Según cuenta el escritor Walter Isaacson en la biografía Elon Musk, Durante un viaje, Joshua se topó con un cartel de “Se vende” junto a un avión monomotor Luscombe en una granja. Él, sin disponer de efectivo, logró persuadir al granjero de aceptar su coche como pago.
Esta decisión, marcada por la impulsividad ―Haldeman no sabía volar―, lo llevó a contratar a un piloto que no solo lo trasladara a casa en el avión, sino que además le enseñara a pilotarlo. Así, los Haldeman se ganaron el título de los “Haldeman Voladores”.
La familia, entonces, adoptó un lema: “Vive peligrosamente con cautela”.
Según relata Isaacson en el libro, una revista de quiropráctica llegó a describirlo como “quizá la figura más extraordinaria en la historia de los quiroprácticos voladores”, un reconocimiento específico y acertado. Luego, la familia adquirió un avión monomotor más grande, un Bellanca, cuando las gemelas Maye y Kaye tenían apenas tres meses, quienes pronto serían apodadas las “gemelas voladoras”.
Las aventuras a cargo de Haldeman eran desde embarcarse en vuelos de larga distancia hacia destinos remotos como Noruega hasta anotarse en el desafiante rally de veinte mil kilómetros de Ciudad del Cabo a Argel, en el que empató en un primer puesto.
Pero si hubo una hazaña emblemática, esa fue la que protagonizaron en familia en la que realizaron el primer vuelo monomotor de África a Australia del mundo, una proeza que requirió modificar la estructura de la aeronave para incorporar tanques de combustible adicionales, según recuerdos de Maye Musk, y agrega: “Sin GPS
Su espíritu también vive en la madre de Elon Musk, quien afirma en la biografía de su hijo: “Sé que puedo correr un riesgo siempre y cuando esté preparada”. El riesgo y las aventuras son una empresa familiar.
Defensor de la tecnocracia
Joshua Haldeman también se destacó por su participación en actividades políticas a través de su involucramiento en Technocracy, Inc, un grupo político internacional surgido en Estados Unidos en 1930. El grupo sostenía que se tenía que gobernar a través de decisiones técnicas y científicas, en lugar de políticas. Para ese entonces, la visión era polémica: desafiaba el statu quo político y económico en plena época de convulsiones.
Technocracy Inc. abogaba por un modelo en el que ingenieros y científicos, como expertos, dirigirían la economía y la sociedad para asegurar la eficiencia, la sostenibilidad y la estabilidad. ¿Cómo se veía esto? Progresista por unos y como una utopía ingenua o incluso peligrosa por otros.
El objetivo del grupo, del que Haldeman asumió el liderazgo de la rama canadiense y ocupó cargos importantes como Director de Investigación e “Instructor Autorizado”, era crear una sociedad en la que todos los ciudadanos disfrutaran de un alto nivel de vida. ¿Cómo?
A través de la producción y distribución de bienes y servicios, basadas en las capacidades técnicas y recursos disponibles, más que en imperativos económicos tradicionales como la oferta y la demanda.
Sus ideas políticas más importantes se centraban en la defensa de reformas económicas a través de cambios en el sistema monetario y en la oposición a regímenes totalitarios como el nazismo, el fascismo y el comunismo.
Haldeman, al igual que Elon, tenía una visión del mundo que valoraba el papel de la ciencia y la tecnología como herramientas para resolver problemas sociales y promover una planificación racional, basada en el conocimiento para el desarrollo de la sociedad.
Musk refleja algunas de las mismas creencias tecnocráticas que promovía su abuelo. Incluso, el magnate ha llegado a decir en Twitter, ahora X, que Marte debería gobernarse bajo una tecnocracia.
La conexión entre las ideas de Technocracy Inc. y las opiniones expresadas por Elon Musk en la actualidad, como la propuesta de una tecnocracia para Marte, sugiere una influencia de los ideales tecnocráticos en su pensamiento sobre cómo deberían estructurarse las sociedades futuras, especialmente en contextos nuevos y desafiantes como la colonización de otros planetas.